El Barcelona se arrastr¨® ante un gran Madrid
El Madrid dio un paso important¨ªsimo para ganar la Liga y ello fue as¨ª porque aparte del amplio resultado -que a¨²n pudo ser mayor- demostr¨® que s¨®lo ¨¦l merece ser campe¨®n. El Barcelona se arrastr¨® literalmente por el c¨¦sped de Chamart¨ªn y el equipo blanco jug¨® el mejor partido desde hace mucho tiempo, quiz¨¢ de toda la temporada. Sus primeros diez minutos valieron por todo el mal f¨²tbol que se ha visto tantas veces en el mismo escenario, aunque despu¨¦s tampoco desenton¨®. El equipo blanco domin¨® siempre la situaci¨®n -cosa que le falt¨® en pasadas victorias amplias- y lleg¨® a humillar por t¨¢ctica y entrega a un Barcelona aut¨¦nticamente lamentable, aunque estuviera disminuido por las bajas m¨¢s recientes de Cruiff y Neeskens. El l¨ªder sorprendi¨® al Barcelona con un juego extraordinario nada m¨¢s empezar. El sistema de los cuatro centrocampistas planteado por Molowny -Wolf, Stielike, Jensen y Guerino-, con Wolf de ?hombre libre? en la zona, s¨ª funcion¨® esta vez. En casa, con la necesidad de ganar, Juanito -pese a seguir desmoralizado- y Santilla na no se encontraron nunca solos, pues hasta Pirri, ech¨® una mano importante en bastantes ocasiones. El intercambio de posiciones re sult¨® perfecto y como el centro de campo del Barcelona no existi¨® pr¨¢cticamente, la defensa poco pudo hacer. Asensi luch¨® en solitario entre un S¨¢nchez, que reaparec¨ªa despues de una larga ausencia y un Zuvir¨ªa in¨²til completa mente. Por si fuera poca la superioridad individual madridista sobre estos dos hombres, Jensen campaba por sus respetos ante un Ramos desquiciado fuera de su zona. Guerini -hasta ¨¦l- hac¨ªa un gran partido.
La suerte para el Barcelona, como ya suele ser habitual en estos tiempos del f¨²tbol, es que el Madrid inici¨® el sesteo al verse tan pronto con dos goles de ventaja y, adem¨¢s, de bell¨ªsima factura. Sucedieron as¨ª unos veinte minutos insulsos, pero que dieron oportunidad al Barcelona para acortar distancias. En el 26, Miguel Angel salv¨® milagrosamente de un manotazo una incursi¨®n de S¨¢nchez y el mismo jugador oblig¨® a pasar apuros al guardamenta blanco tras un saque de falta de Rexach. De todas formas, el Barcelona, con la iniciativa en las manos, que le dej¨® el Madrid, siempre dio sensaci¨®n de impotencia para marcar. Unicamente B¨ªo, en su debut, quiz¨¢ precipitado, cumpli¨® en solitario, dando trabajo a Benito. Rexach y Fortes fueron dos almas en pena ante la superioridad de Sol y San Jos¨¦. Por si fuera poco, Pirri se mostr¨® a gran altura y cuantas veces se fue al ataque Wolf le guard¨® bien las espaldas. El Madrid de anoche fue otro Madrid. El Madrid que no desaprovecha las ocasiones decisivas, justamente al rev¨¦s que el Barcelona. En el ¨²ltimo cuarto de hora, antes del descanso, el l¨ªder volvi¨® a despertar e incluso pudo ya aumentar su ventaja.
Michels se jug¨® en la segunda parte la baza de Vil¨¢ para reforzar un centro de campo siempre de color blanco, pero de bien poco le sirvi¨®. Salvo con una ocasi¨®n aislada o de suerte, el equipo azulgrana no pod¨ªa marcar. Asensi, en un tiro junto al poste, tambi¨¦n segundos antes del descanso, parec¨ªa haber desaprovechado el ¨²ltimo cartucho. Despu¨¦s s¨®lo Bio prob¨® que hasta Miguel Angel jug¨® bien ayer. Los ataques catalanes se reduc¨ªan a centros sobre el ¨¢rea para la cabeza del negrito. A¨²n jug¨¢ndose la Liga en esos momentos, ni Migueli sub¨ªa a rematar. El Barcelona de esta temporada, como yademostr¨® en el Manzanares -y sin que sirvan de disculpas las bajas-, no vale para campe¨®n. Los dos goles finales, en sendos contraataques, fueronjusto premio al mejor juego blanco, cuya entrega, adem¨¢s, fue ejemplar. Pudieron haber sido muchos m¨¢s.
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