Francisco Largo Caballero
Diputado del PSOE por Valladolid
Nuestro pa¨ªs va a realizar un acto de justicia trayendo los restos de Francisco Largo Caballero para que reposen en el cementerio civil de Madrid junto a su esposa y a sus compa?eros socialistas y ugetistas, como Pablo Iglesias y Juli¨¢n Besteiro. La Uni¨®n General de Trabajadores y el Partido Socialista Obrero Espa?ol, las dos organizaciones para las que vivi¨® Largo Caballero, han hecho posible esta primera repatriaci¨®n ?post mortem? de uno de los m¨¢s ilustres exiliados que produjo el franquismo.
Me gustar¨ªa, como ejemplo de que este pa¨ªs ha alcanzado un grado de madurez democr¨¢tica, que hombres no socialistas cogieran la pluma para hacer su elogio en este momento solemne, y que su retrato no estuviera solamente en las Casas del Pueblo, sino en los edificios del Estado donde su gesti¨®n honesta y al servicio de los trabajadores agot¨® a?os de su vida. Tambi¨¦n me gustar¨ªa que las interpretaciones sectarias y partidistas sobre su obra, explicables en momentos m¨¢s pr¨®ximos, cediesen paso a visiones m¨¢s globales, m¨¢s objetivas. En definitiva, me gustar¨ªa que Francisco Largo Caballero, secretario general de la Uni¨®n General de Trabajadores, presidente del Partido Socialista Obrero Espa?ol, ministro de Trabajo, presidente del Consejo de Ministros, ocupase el lugar que le corresponde en la historia de nuestro pa¨ªs. Ese ser¨ªa el mejor homenaje en el traslado de sus restos. Cuando pido y sue?o todo esto no estoy so?ando imposibles. Estoy seguro de que nuestra democracia consolidada har¨¢ justicia en esta l¨ªnea.
Nosotros los socialistas tenemos, en ese sentido, la obligaci¨®n de iniciar el camino. Largo Caballero no puede ser instrumento arrojadizo entre socialistas. Cuando algunos que se quieren denominar socialistas rechazan lo que llaman la l¨ªnea caballerista no est¨¢n entendiendo, en absoluto, lo que significa el Partido Socialista Obrero Espa?ol. Lo mismo ocurre con aquellos que en nombre de lo que ¨¦l represent¨® quieren excomulgar a los m¨¢s moderados. Tambi¨¦n entre los socialistas Francisco Largo Caballero es patrimonio de todos, y el Partido Socialista Obrero Espa?ol, representante hist¨®rico y actual del socialismo democr¨¢tico, se honra en todos sus sectores con la biograf¨ªa de nuestros hombres, entre ellas la de Largo Caballero, no queremos hacerlo de una manera triunfalista ni cr¨ªtica. Somos conscientes de que en el peso de nuestros cien a?os de historia hay errores. Por eso, como en el reglamento de nuestros Congresos, donde la gesti¨®n de la Comisi¨®n ejecutiva no puede ser apoyada por turnos a favor de los congresistas, sino por turnos en contra, estamos en disposici¨®n de hacer autocr¨ªtica, ¨²nico camino para superar el pasado en lo que tenga de negativo.
Tambi¨¦n hay que hacerlo con la obra de Francisco Largo Caballero. Pero lo m¨¢s ejemplar es que no necesitamos reflexiones de otros. El propio Largo Caballero ha realizado una s¨ªntesis ejemplar del camino adecuado del socialismo democr¨¢tico. Su ¨²ltimo escrito, la ?Carta a los trabajadores?, escrita reci¨¦n liberado del campo nazi de Oraniemburgo, es un ejemplo admirable de la capacidad de ese gran socialista para entender con sentido prospectivo el socialismo y para intuir posiciones socialistas en 1978.
?Socialista convencido, cada d¨ªa m¨¢s socialista, si cabe, con una experiencia adquirida en la convivencia constante con los de mi clase, y al mismo tiempo, en el desempe?o de funciones gubernamentales, todas mis ideas han cristalizado en la convicci¨®n absoluta del error de los que creen en la inmutabilidad del r¨¦gimen capitalista actual; de los que piensan que es la meta del desarrollo pol¨ªtico y econ¨®mico de la Humanidad, pero, al mismo tiempo, del error de los que imaginan que el socialismo es un r¨¦gimen de implantaci¨®n f¨¢cil y s¨²bita; del error de los ingenuos que se imaginan el socialismo como un remedio de venta en cualquier farmacia y de virtudes terap¨¦uticas parejas a las de la c¨¦lebre purga de Benito, que hac¨ªa efecto antes de salir de la botica.
El socialismo se realizar¨¢ por una evoluci¨®n progresiva de la Humanidad, pero que debe ser dirigida consciente e inteligentemente.?
Parece incre¨ªble, c¨®mo Francisco Largo Caballero presiente el sentido central de nuestro lema ?Socialismo es libertad? y tambi¨¦n c¨®mo quita, en ese escrito, importancia al problema de las formas de Gobierno.
?Hace algunos a?os, en un mitin celebrado en el cine Pardi?as, de Madrid, hablamos Besteiro, Saborit y yo. En mi peroraci¨®n dije: "Si me preguntan qu¨¦ es lo que quiero, contestar¨¦ ?Rep¨²blica! ?Rep¨²blica! ?Rep¨²blica!". Hoy, si se me hiciera la misma pregunta responder¨ªa: ?Libertad! ?Libertad! ?Libertad!. Pero libertad efectiva; despu¨¦s, p¨®ngase al r¨¦gimen el nombre que se quiera.?
Su sentido de la libertad es el de la libertad pol¨ªtica de la tradici¨®n liberal que el socialismo democr¨¢tico asume.
?A fin de que los derechos individuales no sean simple letra muerta, no se podr¨¢n suprimir o suspender, total o parcialmente, las libertades de reuni¨®n, asociaci¨®n, pensamiento, religiosa, de palabra, de manifestaci¨®n p¨²blica, prensa e inviolabilidad del domicilio, salvo por sentencia firme de tribunal competente, y la ¨²ltima citada, por auto judicial.?
La necesidad de un Estado regional, como el que ve configurarse en la Constituci¨®n de 1978, intuida en 1945, el rechazo de la pena de muerte, ?reminiscencia de la barbarie y un desprestigio para un pa¨ªs civilizado?, y la necesidad de una profunda reforma penitenciaria, ?porque a los penados se les castiga con la falta de libertad, y ya es bastante, pero no a recibir un trato inhumano ... ?, son otros tantos signos de la intuici¨®n del pensamiento ¨²ltimo de Francisco Largo Caballero, y una muestra m¨¢s de la coherencia hist¨®rica de los socialistas, por encima de superficiales discrepancias.
El respeto que en todos los momentos de su vida y de su acci¨®n pol¨ªtica hay que tener por Largo Caballero se acrecienta con esta posici¨®n ¨²ltima, refrendo sin condiciones y toma de conciencia del verdadero socialismo democr¨¢tico, en la, l¨ªnea que hoy, m¨¢s de treinta a?os despu¨¦s, defendemos los socialistas.
El 23 de marzo de 1946 muri¨® en la cl¨ªnica Liautey, de Par¨ªs, y el 27 del mismo mes era enterrado en el cementerio del P¨¨re Lachaise ese hombre ¨ªntegro, socialista y ugetista ejemplar, ciudadano y hombre de Estado, que en estos d¨ªas devolvemos a la tierra espa?ola de su querido Madrid, para que repose entre sus amigos y compa?eros.
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