La CEE, dividida ante las presiones de Washington en materia nuclear

La capital danesa recibe hoy, en el castillo de Christianborg, a los nueve jefes de Estado o de Gobierno de los pa¨ªses miembros de las Comunidades Europeas, para su primer Consejo Europeo del a?o. El ambiente es pesimista antes del comienzo de esta cumbre europea. Nadie se hace ilusiones ni espera f¨®rmulas milagrosas que arreglen los m¨²ltiples problemas de la construcci¨®n europea, estancada en la crisis desde 1973.

A los t¨ªpicos cap¨ªtulos que ilustran la degradaci¨®n econ¨®mica interna de la CEE (desempleo, m¨ªnimo crecimiento econ¨®mico, tensiones monetarias), tratados en casi todas las anteriores cumbres, con los resultados conocidos, los dirigentes de los pa¨ªses comunitarios deber¨¢n enfrentarse a un aumento de tensiones exteriores.La presi¨®n de Washington para que los europeos acepten una revisi¨®n del acuerdo nuclear entre Estados Unidos y la Euratom (Comunidad Europea de la Energ¨ªa At¨®mica) divide a los nueve. Francia no quiere modificar un tratado v¨¢lido hasta 1995, en virtud del deseo del presidente Carter de controlar mejor la proliferaci¨®n nuclear. Giscard d'Estaing podr¨ªa cambiar de opini¨®n en el curso de la sesi¨®n en Copenhague, ante la amenaza de Estados Unidos de boicotear el env¨ªo de uranio a los europeos, que dependen en un 90 % del exterior para su abastecimiento. Los dem¨¢s gobernantes de la CEE esperan que, por lo menos, Par¨ªs modere su postura y acepte un principio de negociaci¨®n con Estados Unidos.

Cena con tema at¨®mico

El tema nuclear no forma parte de los asuntos inscritos en el orden del d¨ªa. Sin embargo, es el que retiene la atenci¨®n general. Su deliberaci¨®n se har¨¢, probablemente, en el curso de la cena en el palacio de Marienborg, situado a diez kil¨®metros al norte de Copenhague, al borde de los lagos.

Tambi¨¦n en Marienborg se hablar¨¢ de pol¨ªtica exterior en relaci¨®n con Oriente Pr¨®ximo, Africa (Namibia) y los tristres resultados de la concluida CSCE (Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n Europea).

Puede sumarse a la serie de cap¨ªtulos pol¨ªticos de esta cumbre la intenci¨®n de aprobar la fecha definitiva para unas primeras elecciones directas al Parlamento Europeo, que, inicialmente, deb¨ªan convocarse para esta primavera. Por razones de ?pol¨ªtica interna?, los brit¨¢nicos lograron retrasar la cita electoral, que se anuncia, en el mejor de los casos, para mayo o junio de 1979.

En la misma direcci¨®n de refuerzo de la democracia en la CEE, que pretenden las elecciones directas para el Parlamento Europeo, los nueve podr¨ªan aprobar una declaraci¨®n de ?principios democr¨¢ticos pluralistas?; principios a los que, naturalmente, deber¨¢n adherirse los futuros Estados miembros.

El secuestro del democristiano Aldo Moro contribuir¨¢ a que los nueve hablen otra vez de la idea de Giscard d'Estaing de un ?espacio judicial europeo?: en otros t¨¦rminos, de una mayor coordinaci¨®n entre ministros del Interior europeos y facilidades para la extradici¨®n de personas acusadas de actos terroristas.

Frenar el paro

En lo espec¨ªficamente econ¨®mico, la cumbre oficial, bajo la presidencia del primer ministro dan¨¦s, Anker Joergensen, tratar¨¢ de coordinar esfuerzos para la recuperaci¨®n econ¨®mica, sobre todo para frenar el crecimiento del paro (casi siete millones de personas en la CEE), que amenaza con crear situaciones sociales graves.

Los jefes de Estado o de Gobierno escuchar¨¢n las propuestas de la Comisi¨®n Europea, presidida por Roy Jenkins, que propone un programa global de medidas econ¨®micas internas en la CEE.