Dos menores tienen en jaque a la polic¨ªa de Badajoz
Once robos en lo que va de a?o l¨ªan realizado M. M. P., de doce a?os, y F. A. G., tambi¨¦n de doce, que no hace mucho tiempo fueron noticia con ocasi¨®n del asalto a un chal¨¦ de la capital, en donde se apoderaron de un fuerte alijo de joyas y por sus manifestaciones en las que afirmaban que su ilusi¨®n era emular las haza?as de Curro Jim¨¦nez, no import¨¢ndoles, seg¨²n sus palabras, ?cortar m¨¢s cuellos? que su h¨¦roe. Estos dos chicos, junto con otros tres de catorce, quince y diecisiete, anos, componen la banda de los pelones, que en los ¨²ltimos meses trae en jaque a las industrias ubicadas en el pol¨ªgono industrial de Badajoz, por la frecuencia de los robos que all¨ª se cometen.Recientemente, en una panificadora del pol¨ªgono, se apoderaron de diez n¨®minas de los empleados, que importaba cerca de 216.000 pesetas.
De enero a abril la historia de estos robos, asaltos y atracos es la siguiente: enero: en una f¨¢brica de muebles se apoderaron de cincuenta pesetas y causaron da?os por valor de 5.000; en el almac¨¦n de la Compa?¨ªa Sevillana de Electricidad, s¨®lo intento de robo; en un almac¨¦n de hierro se apropiaron de ochocientas pesetas en met¨¢lico y efectos por valor de 6.009. Febrero: en el Centro Farmac¨¦utico Extreme?o robaron 30.000 pesetas y causaron destrozos que se valoraron en 100.000; en una industria de cristaler¨ªa se llevaron mil pesetas y causaron da?os por valor de mil. Marzo: en Ibelsa-Zanussi, dos intentos de robo, con da?os que todav¨ªa no han sido valorados; en un taller de tapicer¨ªa robaron herramientas por valor de 3.000 pesetas. Abril: en la citada industria de panif¨ªcaci¨®n, robo de 215.838 pesetas; en una tienda de recambios de autom¨®viles se apropiaron de efectos y met¨¢lico por importe de 15.000 pesetas.
De todo este bot¨ªn s¨®lo se ha logrado recuperar 95.510 pesetas, una linterna, una escopeta de aire comprimido y dos destornilladores con los que reventaron los cajones de diez mesas met¨¢licas en la industria panificadora. Parte de este dinero estaba en poder de los familiares y otra cantidad escondida dentro de una mu?eca. El resto dicen hab¨¦rselo gastado en golosinas, la escopeta y derrochando en las atracciones de una feria. Es dif¨ªcil concebir que m¨¢s de 100.000 pesetas puedan ser gastadas de esa forma, peto ellos mantienen el secreto.
Consumados delincuentes
La pr¨¢ctica ha desarrollado en ellos una excelente habilidad en su instinto delictivo. Act¨²an como loperos, es decir, escalando, golpeando, fracturando, serrando barrotes de hierro y abriendo agujeros en los techos. Son h¨¢biles en desmontar y volver a poner en su sitio sin huellas de violencia el cristal de una ventana. D¨ªa a d¨ªa su t¨¦cnica se va haciendo m¨¢s depurada. Sus actuaciones son seguidas por la polic¨ªa desde hace tres a?os y desde entonces su ficha ha ido en aumento, llegando a unos niveles que pueden considerarse a esta banda peligrosa por el refinamiento de sus t¨¦cnicas.Los dosj¨®venes M. M. P. y V. M. P. pertenecen a familias de mendigos, ambos son primos e hijos de madres solteras. F. A. G., por su parte, vive en un ambiente absolutamente nocivo y de abandono total. Los otros dos componentes de la banda tienen escaso historial. El entorno donde se desarrollan es un barrio pobre y abandonado, es id¨®neo para que de ¨¦l surjan delincuentes de esta talla. En medio del barro, en casas que son chabolas, vecinos de contrabandistas o individuos sin ocupaci¨®n, crecen estos chicos hijos de nadie que pronto han de salir a la calle a buscar su sustento. Su escuela les ha ense?ado a no depender de nada ni de nadie. Es dif¨ªcil recuperar a estos chicos para la sociedad. Ellos han entrado al margen de ella, pero alguien ha de ocuparse de su educaci¨®n fuera del entorno en que viven.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.