Censura en TVE

Las dos veces que he intervenido en programas diferidos de TVE mis palabras han sido censuradas. En Escuela de salud se suprimi¨® toda la respuesta a una pregunta del se?or Torre Iglesias acerca de la pareja homosexual, y que me parec¨ªa interesante dentro del contexto en el que yo situaba buena parte de la psicopatolog¨ªa de la pareja (heterosexual). La segunda vez, en el programa A fondo, que hace el se?or Soler Serrano. Respecto de esta ¨²ltima, han transcurrido m¨¢s de cuatro meses entre la grabaci¨®n y la emisi¨®n y ciertamente no recordaba todo el contenido de la entrevista, aunque s¨ª que al comentar mi libro Discurso de Onofre dije cosas que pod¨ªan herir esa delicada sensibilidad que podemos denominar ?tipo Arias Salgado padre?, y que a uno le hace suponer que puede quedar a¨²n como h¨¢bito mental en el entramado de jefes de TVE. S¨ª recuerdo que el se?or Soler Serrano, al concluir la entrevista, consult¨® su cron¨®metro y advirti¨® que la duraci¨®n hab¨ªa sido de setenta minutos... En efecto, la emisi¨®n de la entrevista dur¨® 55, dato que control¨¦ como posibilidad de registro de lo suprimido, al mismo tiempo que me ha sido claramente perceptible el resultado del montaje verificado ulteriormente para suprimir cuando menos esas palabras a que antes he hecho alusi¨®n.Los se?ores que rigen, cualquiera que sea el nivel en que se encuentren, las actividades de TVE, est¨¢n en su derecho de elegir a quienes les parezca para llevar a cabo entrevistas o lo que quiera que sea. Tambi¨¦n creo que les asiste el derecho de no emitir aquello que, una vez grabado, no les parezca bien. Ellos son due?os y se?ores de TVE, y usan los derechos de due?os y se?ores. Pero una vez que deciden que la emisi¨®n acontezca, aparece una nueva regla en el juego que me parece fuera de toda discusi¨®n: el derecho que le asiste al entrevistado a exigir que todas sus palabras sean reproducidas y del modo como lo fueron. Cualquiera otra cosa es, sencillamente, un atropello. Mayor o menor, pero atropello.