Otra moruchada en Carabanchel

De nuevo en Carabanchel, se ha lidiado una novillada muy mansa, casi morucha. Esta temporada, la empresa cuida con esmero, digno de elogio, la presentaci¨®n del ganado. Pero ser¨¢ mala suerte, los novillos salen tirando bocados. El primero de los novillos de Santero, antes Enrique Garde, fue un marmolillo, que se aquerenci¨® en tablas. Una gr¨²a hac¨ªa falta para sacarlo de all¨ª. El segundo daba unos derrotes impresionantes. El quinto fue un reserv¨®n con aviesas intenciones. S¨®lo tercero y cuarto se pod¨ªan torear, pero ¨¦ste cay¨® en manos poco diestras.El veterano Antonio Gonz¨¢lez, dio aceptables ver¨®nicas a sus dos novillos, con el defecto de codillear. A su primero, que no ten¨ªa un pase, trat¨® por todos los medios posibles de sacarlo de tablas, pero no hubo forma humana. El cuarto lleg¨® noble a la muleta, Gonz¨¢lez le hizo una faena largu¨ªsima, sin calidad. El animal pasaba, pero a su aire, sin ir toreado nunca; el diestro, al menos, se quedaba quieto. Lo mat¨® a pellizcos, cuando el presidente le envi¨® el primer aviso.

Jos¨¦ Mari Mart¨ªn, en el segundo aguant¨® derrotes escalofriantes y se entreg¨® al matar. Con el quinto, otro mulo imposible, bastante hizo con matarlo, tras valiente e ineficaz porf¨ªa.

Morenito de Maracay, estuvo variado y torero con el capote. En las ver¨®nicas pec¨®, a veces, de llevar el lance hecho. Hubo chicuelinas ce?idas, navarras, remates rodilla en tierra, revoleras y, sobre todo, un quite por gaoneras en el cuarto. Muy lucido todo, en este torero, que se gana al p¨²blico desde el principio por una sencilla raz¨®n: sabe que el capote sirve para torear. Banderille¨® a sus dos novillos con espectacularidad, a cabeza pasada, excepto en el segundo par al sexto. Con la muleta tard¨® en ver la nobleza del tercero. Cuando se acopl¨® tore¨® con temple sobre ambas manos, pero se alarg¨® mucho. En el sexto estuvo valiente y voluntarioso.