"Hay suficientes puestos escolares, aunque est¨¢n mal distribuidos"
Ana Mar¨ªa Garcia de Armend¨¢riz es, desde la semana pasada, la nueva delegada de Educaci¨®n del Ayuntamiento. Soltera. 48 a?os, la se?ora Garc¨ªa de Armend¨¢riz ingres¨® en el Cuerpo de Inspectores de Ense?anza Primaria, despu¨¦s de haberse licenciado en Filosof¨ªa y Letras. A partir de 1970 desempe?¨® la jefatura del Servicio de Inspecci¨®n T¨¦cnica del Ministerio, para pasar, en 1976, a ocupar la Subdirecci¨®n General de Ordenaci¨®n Educativa.
PREGUNTA. ?C¨®mo concept¨²a usted la Delegaci¨®n de Educaci¨®n del Ayuntamiento?RESPUESTA. Evidentemente, como una unidad de tipo t¨¦cnico que se configura como la ejecutora de la pol¨ªtica educativa de la Corporaci¨®n, pero siempre circunscrita a lo que son sus estrictas funciones en esta materia, es decir, la educaci¨®n obligatoria, entre los seis y los trece a?os. Solucionar los problemas escolares en Madrid e intentar mejorar la calidad de la educaci¨®n que se imparte dentro del t¨¦rmino municipal es lo que esta delegaci¨®n debe conseguir.
P. ?Cree usted que hay demasiadas competencias en la pol¨ªtica educativa a desarrollar en Madrid?
R. En el t¨¦rmino municipal s¨®lo se dan dos competencias fundamentales, que son las del Ayuntamiento y del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. Pero yo estoy convencida que, en este clima que tenemos ahora mismo, de lograr una mayor participaci¨®n en todos los ¨®rdenes, la pol¨ªtica educativa a desarrollar en Madrid habr¨¢ de acercarse m¨¢s al Ayuntamiento.
P. ?Con qu¨¦ realidad educativa se encuentra usted nada m¨¢s llegar a la delegaci¨®n?
R. La realidad existente, para m¨ª, es palpable y espero que me sirva, en su momento, para planificar lo que debe ser la expansi¨®n de la ense?anza. En Madrid es cierto que hay 1.414 centros de EGB, que suponen 13.660 unidades educativas, y que permiten escolarizar a 490.000 ni?os. Pero estas cifras estad¨ªsticas no demuestran realmente lo que pasa en Madrid. Muchas veces se ha dicho que en la ciudad sobraban puestos escolares. Es cierto. En Madrid sobran todos los a?os 7.151 puestos escolares. Pero a esa sobra hay que a?adir el hecho palpable de que existen del orden de los 20.000 ni?os que reciben su educaci¨®n en unas condiciones de mala escolarizaci¨®n. Es decir, en educaci¨®n general b¨¢sica, que es la parte de la educaci¨®n que le corresponde al Ayuntamiento obligatoriamente, no hay d¨¦ficit de puestos escolares, pero s¨ª hay un defecto en la planificaci¨®n escolar. Y eso es consecuencia directa de la expansi¨®n de urgencia de las escuelas, que ha tenido unos efectos no demasiado buenos.
P. ?Cu¨¢les son los defectos de esa mala escolarizaci¨®n?
R. Hay una sobreutilizaci¨®n de las aulas, aunque la baja utilizaci¨®n en determinadas zonas nos da como resultado el que el promedio de alumnos por aula s¨®lo llega a los 37,5. Esto va unido a que, en algunos casos, sigue funcionando el doble turno, sin sentido. En segundo lugar, est¨¢n los centros, privados y oficiales, que funcionan sin apenas medios. Hay que considerar tambi¨¦n el desplazamiento del alumnado para llegar a un centro escolar, que produce un alejamiento de la familia y, por ¨²ltimo, la necesidad de que determinados centros vean reparado el edificio en que se alojan.
Preescolar, 11 % de escolarizaci¨®n
P. Estamos hablando ¨²nicamente de los temas que se derivan de EGB, es decir, de aquella parte de la educaci¨®n de los madrile?os cuya competencia corresponde, por ley, al Ayuntamiento. Pero, ?c¨®mo se encuentra en estos momentos la educaci¨®n preescolar?R. Ah¨ª es, realmente, donde est¨¢ el problema m¨¢s grave. Con los datos en la mano es como nos podemos dar m¨¢s cuenta de la gravedad de la situaci¨®n. Entre los dos y los tres a?os, hay en Madrid 136.000 ni?os, m¨¢s o menos. Pues bien, s¨®lo unos 15.000 de ellos, o sea, algo m¨¢s del 11 %, est¨¢n escolarizados. Por lo que respecta a la poblaci¨®n infantil entre los cuatro y los cinco a?os, es decir, la etapa fundamental de la educaci¨®n para conseguir unos buenos resultados cuando esos ni?os se conviertan en adolescentes, calculamos que hoy en d¨ªa existen unos 133.000 ni?os en esa edad. De ellos, s¨®lo 85.000, lo que equivale casi al 64 %, tiene un puesto escolar. Adem¨¢s de estos puestos, s¨®lo 23.300 corresponden a la iniciativa estatal, en tanto que el resto son centros privados.
P. Hay otras dos parcelas de la educaci¨®n que no corresponden legalmente al Ayuntamiento su cobertura, pero que s¨ª est¨¢n contempladas en el convenio recientemente firmado entre ¨¦ste y el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. Son el bachillerato y la formaci¨®n profesional.
R. Evidentemente, la competencia de creaci¨®n de esos puestos escolares no corresponde al Ayuntamiento. Pero lo que s¨ª es evidente es que hace falta un aumento de esos puestos. Por ello, el convenio que se ha firmado hace unos d¨ªas contempla la posibilidad de creaci¨®n de 13.120 puestos en BUP y 8.160 en FP, a base de que la Corporaci¨®n ceda los terrenos necesarios para que la Administraci¨®n central construya los edificios necesarios.
P. Pero de la educaci¨®n especial no parece acordarse nadie.
R. Puede que sea porque los censos de este tipo de poblaci¨®n son muy dif¨ªciles de hacer y porque, a veces, en esta misma nomenclatura se mezclan distintos tipos de subnormalidad. Pero el problema creo que est¨¢ en que, sistem¨¢ticamente, se ha separado al ni?o deficiente del ni?o normal. Pero en el mismo convenio entre el Ayuntamiento y el Ministerio est¨¢ la idea de crear alguna unidad educativa destinada a estos ni?os con problemas, incrustadas en centros normales. No hay por qu¨¦ hacer la discriminaci¨®n existente, por lo menos en la grand¨ªsima mayor¨ªa de los casos.
P. ?Cuenta su delegaci¨®n con el presupuesto necesario para llevar adelante toda esta planificaci¨®n?
R. Dinero, la verdad es que hay muy poco. Pero el Ayuntamiento, antes de que llegara yo a esta casa, ha puesto en marcha ese convenio al que nos hemos referido varias veces y, de acuerdo con ¨¦l, la Corporaci¨®n ofrece unos solares donde asentar los centros necesarios, cuyo valor sobrepasa, con mucho, los mil millones de pesetas.
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