Las nuevas v¨ªas de la canci¨®n chilena
La Nueva Canci¨®n Chilena es a desparramada por medio mundo; sus recitales tienen lugar simult¨¢neamente en Espa?a, Alemania o Jap¨®n; sus int¨¦rpretes son los principales transmisores de las esperanzas de libertad del pueblo chileno.Quilapay¨²n, Inti Illimani, Patricio Manns, Isabel y Angel Parra, Patricio Castillo, mantienen, a cinco a?os del golpe de Estado, una l¨ªnea de acci¨®n que, comenzando en Violeta Parra, recuper¨® para la cultura chilena tanto una tradici¨®n musical centenaria como al hombre que puebla los paisajes. Sin embargo, desgajados de ese paisaje y de esos hombres, la Nueva Canci¨®n Chilena ha podido evolucionar poco, muy poco, y actualmente discurre por unos principios de crisis creativa. La represi¨®n subsiguiente al golpe aniquil¨® o expuls¨® a la gran mayor¨ªa de los cantantes y grupos conocidos e impuso el silencio a los que quedaron dentro. La quena y el charango estuvieron prohibidos un tiempo por consider¨¢rseles instrumentos subversivos y una oleada de m¨²sica comercial mitad americana mitad espa?ola (los Julio Iglesias, Camilo Sesto...) inund¨® de manera casi exclusiva el panorama chileno. Unos fuera cantando y otros dentro obligados a callar, la canci¨®n parec¨ªa tener que esperar mejores tiempos para volver a ser la que fue.
Sin embargo, a lo largo del tiempo han ido surgiendo, dentro de Chile, dos hechos nuevos: por un lado aparecen los primeros atisbos de canciones de resistencia, y, por otro, los nuevos grupos que, imposibilitados para transmitir mensajes pol¨ªticos, hacen de sas alternativas culturales nuevas formas de lucha (el canto nuevo).
En el primero de los casos ¨ªws llega el testimonio c¨¢lido e imperfecto, pero vivo, de lo que se cantaba y se canta en los campos de concentraci¨®n chilenos. La canci¨®n ha seguido estando presente, la canci¨®n que se dice en las c¨¢rceles, en medio de los carceleros. El ¨²nico ¨¢lbum que podemos escuchar de estas actividades es el grabado por Luis Alberto Corval¨¢n (hijo del secretario general del Partido Comunista chileno) en el campo de concentraci¨®n de Chacabuco. El cantante era Angel Parra, posteriormente exiliado. El ¨¢lbum es imperfecto, pero presenfado como documento, sirve para comprender el papel de la canci¨®n en esas circunstancias.
Otro ejemplo interesante es el ¨¢lbum Desde Chile: Resistimos. Vol. 1. Aqu¨ª todas las canciones, bien en su m¨²sica, bien en sus letras, pertenecen a Juan Pueblo. Este es el seud¨®nimo ge.nenco aplicado a todas las canciones que salen de Ch¨ªle con el aliento de la resistencia. Los exiliados (Quilapay¨²n, Patricio Marins, los Parra) las cantan, ligando as¨ª el dentro y fuera en un solo grito. Lo importante de nuevo no es que su calidad sea sublime; hoy por hoy, ahora mismo, est¨¢n cumpliendo una funci¨®n distinta. Es importante la be!leza en el 5r11?,. I.do hecho apuritado: las nue para la canci¨®n legal den- 1 1 ._e Ch'1e. El camino emprendi Jo ?.~,or Quilapay¨²n e Inti Illimani ,.POr no hablar de Violeta) lla sido recogido en su vertiente musical' por grupos como Illapil, Ortiga, Chamal, Kamac Pacha Inti o Wampara. Las limitacione-s en los textos han hecho que estos grupos profundicen en las traduciones mu sicales. del altiplano, !-.:,,,?i-n~o de ellas una reivindicaci¨®n de '!?~ ?den tidad del pueblo P(-,i- c_11,0 casi todos estos -grur.o~ una calidad instrumental soi,Frerl.ilen te, as¨ª como un gran rigor en su acercamiento 'y adaptaci¨®n del folklore. Esto es tambi¨¦n lo que ha provocado quea pesar de los pesa res.estos- grupos, y sobre todo Illap¨², tengan una audiencia masi va en el interior. Es el canto del pueblo y el canto de la esperanza.
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