Palomo Linares, que hab¨ªa sido anunciado, no estar¨¢ en la feria
El pasado d¨ªa 8 nos llegaba un teletipo con la noticia: ?Palomo Linares no torear¨¢ en San Isidro.? Y las pertinentes explicaciones del apoderado de? diestro: ?Palomo ten¨ªa, anterionnente a su lesi¨®n, un contrato con la empresa de Madrid, que nosotros no pod¨ªamos rescindir hasta saber el definitivo ¨ªndice del recuperaci¨®n del diestro y la evoluci¨®n del percance; la esperanza de que Sebasti¨¢n fuera dado de alta para primeros de mayo h izo a la empresa anunciarle en el abono, confiando, como nosotros y el propio torero, en que estar¨ªa a punto...? Etc¨¦tera.
Todo est¨¢ muy bien, pero el taurinismo, de cabo a rabo, sab¨ªa, mucho antes de que los carteles se hicieran, no ya oficiales, sino, simplemente, oficiosos, que Palomo no vendr¨ªa a San Isidro, y EL PAIS tambi¨¦n lo sab¨ªa, cipmo lo prueba la informaci¨®n que publicamos en este sentido durante la feria de Sevilla, donde se habl¨® del tema.
No se trata ahora de ponernos plumas por anticipar, sin m¨¦rito alguno en nuestro haber, una noticia que toda la profesi¨®n sab¨ªa, sino de subrayar una vez m¨¢s la arbitrariedad con que han sido confeccionados los carteles de la feria m¨¢s importante de la temporada, que ma?ana empieza. La presencia de Palomo en los mismos, hecha p¨²blica con todas las formalidades que son del caso, supone para el torero y para la propia empresa el compromiso con el p¨²blico que sac¨® el abono de cumplir con lo anunciado. La lesi¨®n de Palomo no ha sido posterior, sino muy anterior a su supuesta contrataci¨®n.
En unas combinaciones que llaman la atenci¨®n por la relativa, muy escasa o incluso nula entidad art¨ªstica de los toreros, Palomo, con fama de figura, supon¨ªa un refuerzo muy a tener en cuenta de cara a la venta de abonos. Los precios de las localidades, muchas de las cuales han sufrido una gran subida en relaci¨®n con la feria de 1977, cabe suponer que responden al incremento del precio de los toros y muy superiores honorarios de los matadores, entre ellos el propio Palomo. Pero tal suposici¨®n tiene escasa defensa, por cuanto en la feria, que ya est¨¢ en puertas, es mucho mayor el n¨²mero de espadas modestos y menor el de figuras que en la anterior y, adem¨¢s, seg¨²n nuestras noticias, por la mayor parte de las corridas cobrar¨¢n los ganaderos unas 900.000 pesetas, que es muy poco.
Ahora ya no tiene remedio: con el visto bueno de la autoridad, carteles y precios, al p¨²blico no le queda m¨¢s remedio que abstenerse de ir a la plaza o pasar por el aro. Pero a¨²n queda en el aire la cuesti¨®n de las sustituciones. A Pa lomo s¨®lo le puede sustituir una figura o, si es un modesto, s¨®lo en el caso de que ¨¦ste triunfe de verdad. Aquello de que una orejita es salvoconducto para un nuevo puesto mejor har¨¢n en olvidarlo los empresarios, si es que se les hab¨ªa pasado por la imaginaci¨®n.
Queda, claro est¨¢, el caso de Manzanares, a quien la empresa administra con car¨¢cter de exclusiva, y ¨¦sta es la baza que finalmente puede jugar, porque as¨ª, todo -oportunidad art¨ªstica, honorarios, comisi¨®n- se queda en casa.
La corrida de Beneficencia, otro cantar
Seg¨²n rumores que recoge Efe, Palomo, de quien se supone estar¨¢ totalmente repuesto en el mes de junio, es muy probable que haya sido contratado (o por lo menos apalabrado) para la corrida de Beneficencia. No discutimos la procedencia de que Palomo participe en este festejo, pero volvemos a los supuestos en que nos encontr¨¢bamos el a?o pasado en relaci¨®n con la misma corrida y el mismo torero: parece descabellado que el organizador de la misma haga planes sobre diestros cuando ni siquiera ha empezado la feria de San Isidro.
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