Gran Breta?a construir¨¢ una planta de regeneraci¨®n de plutonio
Derrotando por 224 votos contra ochenta un intento liberal para aplazar su construcci¨®n, el Parlamento brit¨¢nico ha dado la definitiva ?luz verde? a la planta de reprocesamiento nuclear de Windscale, en Cumbria, capaz de regenerar en plutonio 1.200 toneladas anuales de desperdicios at¨®micos y cuyo costo se cifra en 90.000 millones de pesetas.El resultado de la votaci¨®n cancela tres a?os de controversia pol¨ªtica y deja las manos libres a la empresa estatal de combustibles nucleares para concluir contratos con otros pa¨ªses cuyo montante inicial se sit¨²a en m¨¢s de 100.000 millones de pesetas. Jap¨®n se perfile ya como uno de los principales clientes de Windscale, cuya capacidad duplicar¨¢ las necesidadns brit¨¢nicas.
En la planta de Windscale, que no ser¨¢ plenamente operativa hasta mediada la pr¨®xima d¨¦cada, se producir¨¢ plutonio a partir de uranio para su uso como combustible en centrales nucleares. El hecho de que este elemento radiactivo sea susceptible de ser empleado en la fabricaci¨®n de armas at¨®micas es el argumento principal esgrimido por el presidente Carter para oponerse al paso dado por Gran Breta?a. Pero la pol¨ªtica norteamericana de control de la proliferaci¨®n nuclear, punto sobre el que Londres ya ha ofrecido garant¨ªas a la Casa Blanca, es s¨®lo la parte visible del iceberg.
La otra son los formidables intereses comerciales, a escala mundial, envueltos en la tecnolog¨ªa del plutonio. El voto de los parlamentarios ingleses sanciona definitivamente la intenci¨®n brit¨¢nica de entrar, junto con Francia o la Rep¨²blica Federal de Alemania, en la carrera por la captura de los mercados nucleares.
En el Parlamento ha prevalecido finalmente el argumento del ministro de Energ¨ªa, Anthony Benn, ligando la suerte del proyecto a la ¨²nica posibilidad futura de autosuficiencia energ¨¦tica para el pa¨ªs. En la cuneta han quedado una creciente oposici¨®n popular a esta opci¨®n nuclear integral, reflejada hace unos d¨ªas en Londres por una marcha de m¨¢s de 10.000 personas, y las severas cr¨ªticas de simplificaci¨®n hechas por una parte de la izquierda laborista al tratamiento de las cuestiones de seguridad en el llamado ?informe Windscale?.
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