Finaliz¨® el sexto per¨ªodo de sesiones de la Conferencia del Mar
Sin grades resultados espectaculares, pero en medio de una irritaci¨®n creciente entre los diversos bloques geogr¨¢ficos, el s¨¦ptimo per¨ªodo de sesiones de la Conferencia del Mar se cerr¨® en Ginebra, tras cinco semanas de trabajo.En la ¨²ltima y tormentosa sesi¨®n plenaria, celebrada el viernes hasta la madrugada, el presidente de la Conferencia forz¨® una votaci¨®n, en contra del bloque latinoamericano, para obtener que el pr¨®ximo per¨ªodo de sesiones se celebre en Nueva York durante cuatro semanas a partir del 21 de agosto.
Por cuatro votos de diferencia (51-46 y doce abstenciones), el singular Shirley Amerasinghe, pol¨¦mico presidente de esta tercera Conferencia del Mar, logr¨® la reanudaci¨®n de los trabajos en agosto y no, como quer¨ªan los latinoamericanos y gran parte de los europeos, en febrero de 1979.
Aunque aparentemente banal, este ¨²ltimo litigio de un per¨ªodo de sesiones lleno de controversias calent¨® los ¨¢nimos hasta el extremo que el delegado peruano, embajador Alfonso Ariasschreiber, lleg¨® casi a la violencia verbal cada vez que se dirig¨ªa, en la sesi¨®n plenaria, a Amerasinghe.
Con la sonrisa en los labios y su eterna rosa fresca en la solapa, Amerasinghe vio como el grupo latinoamericano romp¨ªa su cohesi¨®n en la noche del viernes: chilenos y mexicanos se rebelaron p¨²blicamente contra Arias, portavoz del grupo, y se pasaron a las tesis de Amerasinghe en favor de reanudar las sesiones en agosto.
El grupo latinoamericano se hab¨ªa enfrentado ya directamente con Amerasinghe desde el comienzo de este per¨ªodo de sesiones, el 28 de marzo pasado. Entonces, los latinoamericanos argumentaron que Amerasinghe no podr¨ªa ser reelegido por haberle retirado su pa¨ªs, Sri Lanka, las credenciales oficiales. Pero el 5 de abril, Amerasinghe forz¨® una votaci¨®n en la que, con ayuda del grupo africano y asi¨¢tico, result¨® elegido. Fue su primera victoria frente a la oposici¨®n de los latinoamericanos, victoria revalidada de nuevo el viernes con una segunda votaci¨®n.
El per¨ªodo de sesiones que finaliz¨® el viernes no arroj¨® resultados dignos de especial menci¨®n: como el propio Amerasinghe reconoci¨® en conferencia de prensa, no se logr¨® el objetivo de dar a luz un texto oficioso revisado que completar¨¢ el actual texto integrado oficioso salido del quinto per¨ªodo de reuniones.
Ello significa, impl¨ªcitamente, que siguen los desacuerdos sobre plataforma marina y explotaci¨®n del subsuelo marino. Significa, tambi¨¦n, que los 53 pa¨ªses sin litoral y geogr¨¢ficamente desaventajados (entre los que, parad¨®jicamente, se encuentran algunos superdesarrollados, como Alemania o Suecia) mantienen sus exigencias: acceso ilimitado a los recursos vivos de los pa¨ªses costeros.
El clima de total desuni¨®n, los problemas subyacentes pendientes, hacen concebir muy pocas esperanzas en los resultados del pr¨®ximo per¨ªodo de sesiones, en agosto.
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