Una mujer excepcional
Sumido en una de sus crisis habituales, enfermo de cuerpo y alma, enfrentado a su viejo amigo Wagner, cuyas ideas repudia ahora, Federico Nietzsche va salvando a duras penas el sofocante verano del 82 en Messina, aliviado por las cartas de los pocos amigos que le restan. Y es una de esas amistades quien precipitar¨¢, sin propon¨¦rselo, su final al intentar buscarle compa?¨ªa.Si es verdad que matamos lo que amamos, que a veces la admiraci¨®n es mala consejera, es preciso reconocer que tal sucedi¨® cuando su buena amiga, la vieja socialista Malvida von Meysseburg le llam¨® a Roma para presentarle en sus salones a una mujer poco com¨²n: Lou Salom¨¦. Realmente no se trataba de un ser vulgar. De origen ruso y no excesivamente bella, ten¨ªa, sin embargo, a sus veinte a?os reci¨¦n cumplidos, el don de fascinar a los hombres de cualquier condici¨®n, aunque por su cultura e independencia, prefiriera a los intelectuales. Precursora de los tiempos actuales, pretend¨ªa lo que hoy llaman realizarse, vivir la vida a fondo, gozar del amor a su manera, dando forma a tales experiencias a trav¨¦s de poemas y novelas.
M¨¢s all¨¢ del bien y del mal
Gui¨®n y direcci¨®n de Liliana Cavani. Int¨¦rpretes: Dominique Sanda, Erland Josephson, Robert Powell, Virna Lisi, Philippe Leroy. Dram¨¢tica. Italia-Francia-Alemania occidental. Local de estreno: cine Amaya.
Como es f¨¢cil suponer, tal forma de pensar y vivir desat¨® en torno a ella un hurac¨¢n de admiraci¨®n y de maledicencia que ella misma se complac¨ªa en avivar con experiencias como la de vivir con Nietzsche y su amigo Paul Ree, en triple y blanco concubinato. Las consecuencias para los dos peculiares amantes se evidenciaron desastrosas a la larga, pero no para ella, que siguiendo su carrera extraordinaria, concert¨® a la postre un matrimonio, blanco tambi¨¦n, hasta que, ya pasados los treinta, un doctor joven y experimentado le explic¨® el verdadero sentido del amor, no como juego intelectual, sino seg¨²n m¨¦todos m¨¢s tradicionales.
Si a esta historia poco com¨²n le a?adimos la pasi¨®n del mismo Nietzsche por su amigo Paul, que a veces se dir¨ªa que aflora en su correspondencia, comprenderemos qu¨¦ bazas juega Liliana Cavani en este su ¨²ltimo filme, ya prohibido por tres veces en Italia. En esta apresurada biograf¨ªa del fil¨®sofo alem¨¢n su figura aparece m¨¢s bien disminuida ante la de su amante imposible, espejo interesado y tal vez verdugo- involuntario. Ya se sabe que el ingenio es el mayor enemigo del genio y aqu¨ª, en el filme, esta Lou capaz a un tiempo de la admiraci¨®n y el c¨¢lculo, muy bien encarnada por Dominique Sanda, en toda su inteligencia y su belleza espl¨¦ndida, hace suyos los momentos mejores, a pesar de la buena labor de Erland Josephson y Robert Powell. Sucede que la figura del pensador, embutida de ideas, pensamientos y an¨¦cdotas viene a ser un resumen apretado d, una vida demasiado rica y compleja.
De todos modos el Conjunto es v¨¢lido, aunque apoyado en su aventura m¨¢s espectacular, aunque a ratos se carguen demasiado las tintas en los amigos buenos y los parientes malos, aunque se d¨¦ tanta importancia al lado puramente sexual de esa vida y esa amistad con Ree, convirtiendo a ¨¦ste en poco menos que un obseso.
El amor a principios de siglo
Aunque hoy d¨ªa el cine -y m¨¢s el de la Cavani- vaya por caminos de todos conocidos, el amor a principios de siglo corr¨ªa a veces m¨¢s al comp¨¢s ambiguo de las palabras que ala sombra concreta de los hechos. Quiz¨¢ por ello en este tr¨ªo de amor no consumado, pero abundantemente tratado en su correspondencia, la figura m¨¢s cierta y viva resulte precisamente la de esta Lou ego¨ªsta, avanzada de un tiempo que nos llega ahora cargado de reivindicaciones y protestas. Porque nuestra protagonista nunca debi¨® sentirse ni atada, ni desde?ada, ni vac¨ªa. Defensora del amor libre a ultranza, mantuvo relaciones dentro y fuera del matrimonio en todo tiempo. Abandon¨® a Rilke en su lecho de muerte y lleg¨® a ser disc¨ªpula de Freud, hasta que un d¨ªa, quebrada su salud, dijo adi¨®s a la vida en los brazos de su postrer amante: un muchacho tan joven como suelen gustar a las mujeres de cierta edad en este mundo y en el otro, a los dioses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.