La Constituci¨®n, apta para un Gobierno UCD o PSOE
El pacto parlamentario sobre un bloque de veinticinco art¨ªculos delanteproyecto de Constituci¨®n ha significado la omisi¨®n del debate parlamentario sobre importantes temas doctrinales, del que los electores habr¨ªan obtenido, sin duda, orientaciones clarificadoras sobre las posiciones de los partidos pol¨ªticos, as¨ª como la voluntad del legislador constituyente habr¨ªa quedado expresada a trav¨¦s del Diario de sesiones. En cambio, como contrapartida pol¨ªtica para los principales autores del pacto, el consenso obtenido sobre los puntos en conflicto facilitar¨¢ que el texto constitucional no sea obst¨¢culo para la llegada al poder de las opciones principales del abanico parlamentario. De modo particular, tanto UCD como el PSOE podr¨ªan gobernar con la regulaci¨®n aprobada.
Las caracter¨ªsticas especiales del prop¨®sito asumido por las fuerzas pol¨ªticas de llegar a una Constituci¨®n de consenso, no impuesta por ning¨²n partido sobre los dem¨¢s hacen quebradiza su realizaci¨®n pr¨¢ctica, como se ha puesto de manifiesto a lo largo de los nueve meses de gestaci¨®n del anteproyecto constitucional.La marcha del representante socialista de la ponencia que elabor¨® el anteproyecto, y el evidente paso atr¨¢s dado por UCD desde el texto del 5 de enero hasta el del 17 de abril -redactado este ¨²ltimo teniendo en cuenta las enmiendas presentadas y las reacciones sociales e institucionales suscitadas por el progresista texto inicial- hac¨ªan dif¨ªcil la obtenci¨®n del consenso en los delicados puntos a debate entre el art¨ªculo 25 y 50.
Las enmiendas de UCD no acogidas en el texto de la ponencia del 17 de abril, permit¨ªan augurar que el sentido regresivo del partido del Gobierno podr¨ªa acentuarse. A este hecho se un¨ªa la matem¨¢tica de las votaciones, que permit¨ªa a UCD, con el apoyo de AP, sacar adelante el anteproyecto, precisamente en los aspectos pol¨ªticamente contestados por la izquierda y los partidos nacionalistas. De ah¨ª que la voluntad de consenso deba predicarse preferentemente de UCD, que con una actitud de pol¨ªtica de Estado, ha optado por una Constituci¨®n v¨¢lida tanto desde su propia perspectiva como desde la ¨®ptica de la Oposici¨®n.
El an¨¢lisis detallado que ofrecemos en estas p¨¢ginas muestra suficientes ejemplos de esta afirmaci¨®n, as¨ª como tambi¨¦n pone de manifiesto que la izquierda y la Minor¨ªa Catalana -m¨¢s la primera que la segunda- tambi¨¦n han tenido que ceder sobre sus planteamientos ¨®ptimos. La diferencia estriba en que los grupos parlamentarios distintos de UCD no ten¨ªan en todo caso, posibilidad material de imponer sus criterios, por lo que sus cesiones ofrecen un vaor m¨¢s pragm¨¢tico y menos generoso.
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