La guerra de los sexos
Hoy que, seg¨²n parece, la familia anda en crisis, Marco Ferreri analiza el porvenir de la pareja. La historia en esta ocasi¨®n no es demasiado complicada, ni siquiera nueva en la saga que, desde Ad¨¢n a hoy, nos cuenta las batallas libradas entre hombres y mujeres por la supremac¨ªa en la secreta guerra de los sexos.La pareja tradicional admitida, reconocida, perpetuada hasta ahora, no sirve, viene a dec¨ªrsenos, sobrevive como mal menor a la espera de una nueva soluci¨®n de recambio que satisfaga por igual a las, dos partes: a los hombres anclados en su patriarcado confortable y a las mujeres que tantas veces confunden la felicidad con las delicias secretas del macho.
Esta f¨¢bula triste, o m¨¢s bien desesperada, en la que ambos, hombre y mujer, se buscan sin encontrarse en torno a un ni?o que se disputan cada cual con sus armas peculiares, no se presenta sin embargo como un dilema claro aunque la historia resulte elemental, Puesto que los autores reparten por igual las culpas con ayuda de s¨ªmbolos que unas veces nos llegan y otras apenas rozan a los espectadores.
La ¨²ltima mujer
Gui¨®n de Marco Ferreri y Rafael Azcona. Direcci¨®n: Marco Ferreri. Int¨¦rpretes: Gerard Depardieu, Ornella Mutti, Michel Piccol¨ª, Renato Salvatori, Giuliana Calandra, Zou Zou. M¨²sica: Phillipe Sarde Francia-Italia. Dram¨¢tico. Local de estreno: cine Alexandra.
A medio camino entre el esc¨¢ndalo y la oportunidad, Ferreri nos coloca una vez m¨¢s en el ojo de su hurac¨¢n particular all¨ª donde la sangre o la autocastraci¨®n sustituye al banquete, la gula o el excremento de La grand bouffe. En este caso lo horrible o lo espectacular, su no va m¨¢s viene dado como en sordina, a ritmo demasiado lento, servido por una bella fotograf¨ªa, arropado en su exterior por un Par¨ªs muy cerca de la literatura de anticipaci¨®n, con fuentes y supermercados, escaleras mec¨¢nicas y apartamentos repetidos a escala de edificio donde el protagonista se refugia cuando abandona por unos d¨ªas su f¨¢brica a la que quiere y respeta con amor casi filial, como a una madre a la vez cari?osa y protectora.
No tan claro como sus filmes anteriores a pesar de su an¨¦cdota y menos corrosivo aunque as¨ª lo parezca, este cap¨ªtulo reciente de la guerra entre la mujer y el hombre, en el que ambos pierden la raz¨®n principal que les separa y une, se presenta, quiz¨¢s por sus tiempos no operantes, m¨¢s como aun ejercicio cinematogr¨¢fico para alumnos de sociolog¨ªa o psicoan¨¢lisis que para simples voyeurs o aficionados cinematogr¨¢ficos. Gerard Depardieu cumple tan bien desnudo como vestido. En realidad el filme es ¨¦l acompa?ado por una Ornella Mutti con unos cuantos quilates de m¨¢s en su interpretaci¨®n y unos kilos de menos en el cuerpo. Piccoli y Zou Zou colaboran muy acertadamente aunque al final el ni?o sea quien acapara la atenci¨®n de todos, director incluido, colaborando muy acertadamente en las secuencias mejores.
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