El Consejo General de la Abogac¨ªa denuncia el juicio de Argel
El Consejo General de la Abogac¨ªa, m¨¢ximo organismo rector de los abogados espa?oles, denunci¨® ayer, en una rueda de prensa celebrada en su sede de Madrid, las condiciones del juicio celebrado en los primeros d¨ªas del presente mes de mayo en Argelia contra los ciudadanos espa?oles Juan Antonio Alfonso Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Luis Espinosa y Jos¨¦ Luis Cort¨¦s, los dos primeros condenados a muerte (el segundo de ellos en rebeld¨ªa) y el tercero, a veinte a?os, por su presunta participaci¨®n en el atentado perpetrado un mes antes en Argel contra Antonio Cubillo, l¨ªder del MPAIAC
Seg¨²n manifest¨® el presidente del Consejo General de la Abogac¨ªa, Antonio Pedrol, y el observador de dicho Consejo en el juicio celebrado en Argelia, Jaime Miralles, las lamentables condiciones de dicho juicio obligan al m¨¢ximo organismo rector de la abogac¨ªa espa?ola a ?denunciar ante la opini¨®n p¨²blica mundial el escarnio que para la Justicia representa tal proceso, el desprecio demostrado hacia los derechos humanos y la dram¨¢tica indefensi¨®n de los acusados, por lo que pedir¨¢ la intervenci¨®n en el caso de aquellos organismos internacionales que han demostrado su preocupaci¨®n por los derechos humanos?.La ejecuci¨®n de la sentencia, seg¨²n los c¨¢lculos del tiempo necesario para la tramitaci¨®n del recurso contra la misma, podr¨ªa producirse en el mes de julio, fecha en que est¨¢ prevista la celebraci¨®n de la Conferencia de Jartum.
El se?or Miralles, que lleg¨® a Medea, ciudad donde se celebr¨® el juicio, a unos 120 kil¨®metros de Argel, el segundo d¨ªa de la vista, detall¨® ante los periodistas sus esfuerzos fallidos para ponerse en contacto tanto con los inculpados como con el se?or Cubillo. Respecto a los primeros, las autoridades argelinas exigieron al abogado espa?ol un escrito de la embajada espa?ola en Argel, en el que se manifestase que el Gobierno espa?ol no ve¨ªa ning¨²n inconveniente para tales contactos. El abogado espa?ol manifest¨® la imposibilidad de cumplir tal condici¨®n, ?dada la absoluta independencia de la misi¨®n que estaba cumpliendo en Argelia por exclusivo encargo del Consejo General de la Abogac¨ªa?.
Respecto a los contactos con el se?or Cubillo, su mujer manifest¨®, a trav¨¦s de terceros, al se?or Miralles, que no pod¨ªa verle por prescripci¨®n facultativa, mientras que una entrevista con ella no -ten¨ªa objeto, pues carec¨ªa de los datos que pudieran interesarle.
De los datos recogidos en el informe del se?or Miralles destacan los siguientes: 1) Desde que Juan Antonio Gonz¨¢lez hoy condenado a muerte, fue llevado ante el juez instructor denunci¨® las torturas a las que fue sometido por la polic¨ªa argelina, denuncia que reiter¨¦ ante el tribunal en el momento del juicio. 2) Resultaron fallidos los intentos de la representaci¨®n espa?ola en Argelia para que los acusados pudieran contar con defensores libremente elegidos. En definitiva, fue el propio tribunal quien design¨® a los defensores de oficio. 3) Ni antes del juicio, ni durante el mismo, los defensores cambiaron impresiones con sus defendidos. 4) El tribunal que conoci¨® el juicio, denominado Tribunal de Seguridad del Estado, es un tribunal de excepci¨®n compuesto por tres magistrados y dos militares, designados por el Gobierno. 5) El proceso de desarroll¨® en ¨¢rabe, idioma completamente desconocido para los encausados. Se les proporcionaron dos llamados int¨¦rpretes, cuyo pobre conocimiento del castellano tuvo ocasi¨®n de comprobar el se?or Miralles. 6) Terminado el juicio, el tribunal ley¨® en ¨¢rabe una sentencia por la que se condenaba a muerte a Juan Antonio Alfonso Gonz¨¢lez y a veinte a?os de prisi¨®n a Jos¨¦ Luis Cort¨¦s Rodr¨ªguez. La sentencia no fue traducida al castellano, ni los condenados recibieron copia de la misma. 7) Transcurrido ya todo el t¨¦rmino fijado por la ley como plazo fatal para interponer el recurso, el condenado a muerte, Juan Antonio Alfonso Gonz¨¢lez, segu¨ªa sin haber recibido en la prisi¨®n la visita de su defensor para instruirle de sus derechos a recurrir y para decidir sobre la interposici¨®n del recurso. No se sabe todav¨ªa en estos momentos si el recurso ha llegado a interponerse.
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