El futuro de Madrid en un r¨¦gimen auton¨®mico
La autonom¨ªa de la provincia de Madrid deber¨ªa ser una soluci¨®n seria y prioritaria a tener en cuenta a la hora de decidir su futuro. No es v¨¢lida una soluci¨®n de un territorio m¨¢s restringido como el Area Metropolitana, porque representar¨ªa un castigo y una degradaci¨®n por un protagonismo anterior y, por supuesto, contemplar solamente su per¨ªmetro urbano no es congruente con la realidad. ?Madrid y su provincia pueden resolver sus propios problemas y a nadie ilusiona la entrada a presi¨®n en un ¨¢mbito m¨¢s amplio por el rechazo cl¨¢sico e intereses m¨¢s o menos justificados y de estrecho planteamiento, pero es una realidad a tener en cuenta. Tambi¨¦n es real que la influencia de Madrid dentro del espacio central seguir¨¢ su directriz por unos a?os, aunque se ponga de inmediato remedio a este problema y las acciones deben ir coordinadas con las provincias lim¨ªtrofes, por muy marginada que se quiera dejar a Madrid y su provincia.
Delegado del Gobierno en el Area Metropolitana
Decimoquinta corrida de feria. Toros de Victorino Mart¨ªn, cuyo juego excelente supuso un triunfo de apoteosis al ganadero. Muy bien presentados, con casta, bravos y nobles; al segundo se le premi¨® con vuelta al ruedo. D¨¢maso G¨®mez: media estocada delantera y descabello (divisi¨®n de opiniones y saludos). Pinchazo, estocada corta delantera y ca¨ªda, rueda de peones, aviso con medio minuto de retraso y tres descabellos (m¨¢s protestas que aplausos y sale a saludar). Miguel M¨¢rquez: bajonazo al encuentro y rueda de peones (escasa petici¨®n y vuelta con algunas protestas). Dos pinchazos bajos, media delantera y descabello (silencio). Ruiz Miguel: buena estocada y descabello (oreja). Gran estocada (oreja y clamorosa petici¨®n de otra). Fueron ovacionados en banderrillas Pepe Ortiz y Curro Alvarez. Victoriano Mart¨ªn y Ruiz Miguel salieron a hombros por la puerta grande.Presidi¨®, en general con acierto, el comisario Pajares. Hubo lleno de ?no hay billetes?.
Expansi¨®n
Para no cometer errores irreversibles, es necesario tener en cuenta la evoluci¨®n de la capital y su provincia. El proceso de expansi¨®n demogr¨¢fica del espacio central, acelerado en los treinta ¨²ltimos a?os, ha supuesto un aumento de m¨¢s de 100.000 personas por a?o.
Mientras las otras provincias permanecen igual, Madrid ha ganado m¨¢s de tres millones de habitantes entre 1900 y 1975. Solamente Madrid en los ¨²ltimos diez a?os ha aumentado 130.000 habitantes cada a?o en tanto que el resto del espacio central experimenta una evoluci¨®n demogr¨¢fica regresiva. El peso de Madrid dentro de este espacio es de un 80% en 1975, datos a considerar muy seriamente en un an¨¢lisis de comportamiento futuro.
Madrid crece a costa de la regi¨®n circundante; el 50%,de la inmigraci¨®n procede de las cinco provincias lim¨ªtrofes. El desequilibrio de la poblaci¨®n es evidente, creciendo Madrid a costa de la regi¨®n que le rodea, y este fen¨®meno a corto plazo no se puede evitar sin p¨¦rdida de las libertades del individuo.
Otra peculiaridad a tener en cuenta es su actividad econ¨®mica.
La desigualdad entre la provincia de Madrid y el resto del espacio central en los niveles de renta es creciente.
Son notables las diferencias de ingresos medios por persona e inversi¨®n p¨²blica. Madrid y su provincia generan el 90% del producto terciario y el 87% del industrial y solamente el 17% del agrario, respecto al conjunto del espacio central.
El sistema de regad¨ªos formado por los r¨ªos Jarama-Henares-Taju?a-Tajo, de abastecimiento a .Madrid, en productos horto-frut¨ªcolas, puesto que no se puede contar con el corredor Madrid-Guadalajara para este cometido, debido al hormigonado de los mejores terrenos de vega, la regi¨®n de Chinch¨®n-Navalcarnero, con su pincelada castellano manchega y la personalidad de Aranjuez, ofrecen una variedad de comarcas que tienen, sin duda, gran influencia en la vida de la capital.
Para aclarar conceptos es necesario analizar el Ayuntamiento de Madrid como ¨®rgano municipal gestor de una infinidad de diversos problemas y porque dentro del contexto provincial su influencia es decisiva. Tendr¨ªamos que plantear cu¨¢l es el n¨²mero de habitantes, para que la gesti¨®n de un municipio sea de la m¨¢xima eficacia.
Es evidente que habr¨¢ un l¨ªmite y entonces ser¨ªa necesario estudiar por separado su organizaci¨®n y tama?o. Es lo que se hace con los hospitales o con las organizaciones hoteleras, llegar al ?punto de oro?, o se a ¨¦l mayor n¨²mero de camas que se puede atender con una organizaci¨®n de base.
Los problemas urgentes y justos que reivindican los barrios, el gran n¨²mero de habitantes de cada uno y la escasez de recursos hace necesario plantearse una estructura m¨¢s eficaz y costosa, pero necesaria, que no se puede aplazar.
Otro problema a tener en cuenta es el impacto de Madrid en toda la provincia y el condicionamiento que supone para los municipios circundantes cualquier medida ur ban¨ªstica de la capital. Por eso una mancomunidad de municipios puede existir a la hora de planeamiento, cuando un organismo superior vigila el equilibrio de todos ellos con imparcialidad y sin intereses propios.
Deber¨ªamos tomar como ejemplo los modelos europeos que mejor funcionen y no inventar nuevas experiencias, porque los problemas de Madrid y su provincia no podr¨ªan superar un nuevo error.
Coplaco, Ayuntamiento de Madrid y Diputaci¨®n tienen datos y experiencia suficientes para que los parlamentarios de Madrid puedan contemplar globalmente el problema y encontrar v¨¢lidas soluciones. Marginar a estos organismos sin un conocimiento en profundidad de los datos necesarios ser¨ªa una decisi¨®n precipitada que podr¨ªa dar resultado, pero ?y si no lo da?
Coplaco
Coplaco no ha ocultado su debilidad e insuficiencia a nadie, para llevar a cabo la ingente tarea de administrar los planes anteriores y redactar un nuevo plan director y general. No,ha tenido un historial brillante, pero pqdr¨ªa explicarse a la luz p¨²blica los motivos y confusas competencias. La nueva situaci¨®n pol¨ªtica requiere, sin duda, una nueva configuraci¨®n del organismo que la sit¨²a mejor en el momento presente.
Todo ello resta credibilidad a un organismo cuya funci¨®n es fundamental y que no tiene culpa de los excesos de poder anteriores, ni del desbarajuste organizativo heredado. Sus cinco cambios de delegados y de criterio, la falta de medios e imposibilidad de gesti¨®n por causas totalmente ajenas a su competencia, han sido condicionantes. Con todas las modificaciones pertinentes la necesidad de un organismo supramunicipal es indudable y nadie debe enga?arse a este respecto.
Obrar ligeramente, abogando por su desaparici¨®n o sustituci¨®n, no seria m¨¢s que una muestra de desconocimiento del tema, culpable de sus consecuencias, y no se puede tomar en serio, si no es una broma de mal gusto.
Coplaco dispone de un importante caudal de datos y experiencias dif¨ªcil de conseguir, no s¨®lo por su documentaci¨®n, sino tambi¨¦n por ?los conocimientos almacena dos en el equipo t¨¦cnico. Su tarea es tan ardua y compleja, que es dif¨ªcil tomar en consideraci¨®n ninguna opini¨®n que no proceda de personas que hayan vivido el organismo o lo hayan estudiado sobre el terreno en profundidad.
No vamos a hablar aqu¨ª de los cientos de miles de viviendas construidas contra plan, ni de los desmanes urban¨ªsticos de otros tiempos, porque entonces tendr¨ªamos que analizar todos los organismos en su gesti¨®n y eficacia anterior y su comparaci¨®n ser¨ªa la de haber seguido la t¨®nica de los tiempos. Tenemos que mirar hacia el futuro con esp¨ªritu constructivo y aprovechar las ense?anzas del pasado, creando un organismo eficaz como existen en otros pa¨ªses. Despu¨¦s de ello, su dependencia tiene menos importancia dentro del Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo, aprovechando la oportunidad de coordinaci¨®n con ordenaci¨®n del territorio, hidr¨¢ulicas, medio ambiente, urbanismo, carreteras, pero conservando una autonom¨ªa necesaria como un gran gobierno metropolitano, pero teniendo la autoridad suficiente para poder cumplir con su amplio y duro cometido y siempre que se la dote de los medios necesarios.
Yo me atrever¨ªa a decir que si cada regi¨®n va a tener un gobierno aut¨®nomo al estilo de Catalu?a, Canarias, etc¨¦tera, no hay motivo para privar a Madrid de una organizaci¨®n similar y precisamente el urbanismo formar¨ªa un paquete que justifica suficientemente una cartera.
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