La llave de la derecha
Esa peque?a historia de amores y enfados que ellos se traen, deber¨ªa ser expuesta en el tabl¨®n de anuncios de la entrada con un parte diario que reflejara el nivel de la bilis, la curva de la ternura mutua o el grado de inflamaci¨®n del consenso. Eso facilitar¨ªa las cosas. Llegar¨ªa uno al Congreso, echar¨ªa la mirada a la cartelera m¨¦dica y coger¨ªa al instante la clave del d¨ªa. Hoy se aman. O al rev¨¦s. Ellos en este momento se odian. Esta trama de amor colegial escrita en la corteza del chopo entre la UCD y el PSOE puede cambiar varias veces durante la jornada, como una fiebre terciana. De pronto, te los ves con el hocico fruncido y cuando est¨¢s tomando caf¨¦ en el bar pensando en el mal ag¨¹ero de la patria alguien llega con la nueva de que acaban de ser vistos d¨¢ndose el pico del trato en un rinc¨®n. El consenso va y viene con un coqueteo de pel¨ªcula bien alfombrada. Pero en la sesi¨®n de ayer, se discut¨ªa un problema serio, de esos que anidan m¨¢s abajo de toda sonrisa. Y los diputados constituyentes se plantaron.Esa grave cuesti¨®n, que ha roto una vez m¨¢s el b¨²caro est¨¢ planteada en el art¨ªculo 63, en el que se dice que los diputados del Congreso ser¨¢n elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto. A simple vista est¨¢n todos los adjetivos. Pero la izquierda ha defendido una enmienda para que la Constituci¨®n recogiera otro m¨¢s: el que de una manera directa o indirecta estableciera el sentido de que ese sufragio debe ser proporcional a la poblaci¨®n, aunque s¨®lo sea con una palabra que sirva de garant¨ªa de una representaci¨®n democr¨¢tica. Pero no ha habido forma, porque la derecha tiene un olfato de insecto para detectar d¨®nde est¨¢n los resortes del poder y sabe que este art¨ªculo esconde la clave para manipular los palos del tinglado electoral. Tampoco hay que olvidar que el sistema parlamentario es una creaci¨®n de la derecha, que sabe a la perfecci¨®n sus puntos d¨¦biles, las grietas por donde pueden colarse los enanitos, y conoce todos los trucos para corregir hoy las v¨ªas de agua de pasado ma?ana.
Hubo tratos, naturalmente. Parece que el recado para llegar a un punto literario ambiguo que diera contento a todos ha hecho viaje de ?da y vuelta a la Moncloa. Y cuando la cosa estaba preparada para un consenso intermedio se ha interpuesto Alianza Popular, que ha jugado fuerte en este tema vendiendo cara su colaboraci¨®n futura con UCD. Todo eso se ha tramado en cocinas durante la ma?ana. Despu¨¦s, en la sesi¨®n constituyente de la tarde, salieron los argumentos de la c¨¢tedra. Fraga, con una lecci¨®n te¨®rica, que ha arrancado desde los griegos, como siempre pasa. Tierno, que se ha varado en Rouseau y ha descubierto las malas intenciones de la derecha al eludir el sistema proporcional en la Constituci¨®n. Oscar Alzaga ha repetido la receta que UCD tiene para estos casos: dos pasadas t¨¦cnicas y una promesa de portarse bien. Las cosas iban as¨ª, hablando todos muy bien, muy elocuentes y muy divididos en dos bandos. Y Letamend¨ªa, con ese sabor fresco y salvaje como los limones del Caribe, que incluso ha pedido su proporci¨®n para los homosexuales y prostitutas. Pero el adjetivo proporcional, el verdadero, ha quedado en el tejado. Es una palabra. que esconde una llave maestra para manipular el poder. Y eso no est¨¢ para consensos.
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