Espa?a debut¨® con una derrota
Espa?a no fue capaz de ganar ni a Austria. Hab¨ªa un ma?ana estomagante escrito para la selecci¨®n espa?ola en el Mundial argentino. En la primera confrontaci¨®n, el mal presagio se ha cumplido. Espa?a no ha sido capaz de ganar ni siquiera a Austria, selecci¨®n tenida por la inferior de las cuatro que componen el grupo. Austria ha sabido derrotar a Espa?a en buena lid. Espa?a no ha sabido ganar cuando la ocasi¨®n le ha sido propicia. El debut ha sido decepcionante. El futuro, como siempre, es negro, y como siempre, depende no s¨®lo de lo que pueda hacer nuestra propia selecci¨®n, sino tambi¨¦n de las carambolas a tres bandas.La selecci¨®n que ha alineado Kubala ha invertido todas sus virtudes en el primer per¨ªodo y no ha sabido aprovechar las ocasiones de gol quiz¨¢ en pura justicia, porque ¨¦stas se han producido m¨¢s atropellando la raz¨®n que en funci¨®n de un juego bien planteado y bien desarrollado.
En el primer per¨ªodo han asomado r¨¢pidamente los fallos fundamentales del equipo. La defensa dejaba huecos por los que cab¨ªa presumir que acabar¨ªan col¨¢ndose los peligrosos hombres-punta de Austria. Con todo, el defecto fundamental de esta selecci¨®n, apuntado en estas p¨¢ginas casi con reiteraci¨®n, ha sido la ausencia de un hombre capaz de imponer orden en el equipo y, sobre todo, de pensar en los momentos en que m¨¢s necesario se hac¨ªa usar la raz¨®n.
En el primer tiempo, la falta de ese director de orquesta ha quedado suplida, o m¨¢s bien disimulada, por el coraje y la velocidad de los hombres del centro del campo espa?ol. No obstante, los resultados pr¨¢cticos que se iban produciendo demostraban bien a las claras que de no resolver el partido en dos circunstancias propicias, los austr¨ªacos iban a acabar por tomar la medida al equipo hispano.
Solamente durante unos minutos se ha abierto el juego por las alas, ¨²nica manera que existe en f¨²tbol para desconcertar a la defensa adversaria y propiciar remates en condiciones id¨®neas dentro del ¨¢rea. El equipo espa?ol ha jugado la mayor parte de los noventa minutos apelotonado en el centro del terreno y ni siquiera los cambios de la segunda parte han mostrado alguna ventaja con respecto a lo que se hab¨ªa producido con anterioridad. Ni Leal ha mejorado la actuaci¨®n de Carde?osa, ni Quini ha superado a Rexach. El catal¨¢n, aunque fr¨ªo, como es habliual en ¨¦l, ha sido uno de los pocos que ha actuado inteligentemente, y era de esperar que por su facilidad en el tiro a puerta, un golpe de fortuna le colocara en situaci¨®n de mejorar el marcador para Espa?a.
Han pasado noventa minutos y todav¨ªa no acierto a explicarme cu¨¢l ha sido la misi¨®n encomendada a San Jos¨¦. Han pasado noventa minutos sin que los espectadores pudi¨¦ramos alcanzar a comprender las razones que impulsaron a Kubala a seleccionar a De la Cruz y dejar en Espa?a a otros defensas de brillante trayectoria. Durante la mayor parte del encuentro Marcelino ha ca¨ªdo en la trampa de perseguir al ex valencianista Jara que desde una posici¨®n retrasada serv¨ªa de enlace entre defensores y atacantes en los contragolpes de su equipo. La defensa ha fallado en exceso, la media ha sido incapaz de actuar con el m¨ªnimo orden, y la delantera apenas ha podido lucir sus habilidades, y cuando lo ha hecho, tampoco ha tenido la fortuna necesaria.
Austria ha montado un dispositivo eminentemente defensivo y tan s¨®lo ha dejado en punta al extremo Schachner y al delantero centro Krankl. Bien cerrado atr¨¢s el equipo austr¨ªaco ha contado con hombres seguros en la defensa y con un centrocampista sensacional en el juego y en la entrega, que ha sido Prohaska. Los austr¨ªacos han jugado al contraataque con gran habilidad y han acabado por demostrar mejores condiciones t¨¦cnicas que Espa?a. Austria ha logrado en este segundo tiempo jugar al ritmo que al parecer le resulta m¨¢s c¨®modo, y ello le ha permitido el triunfo. En m¨¢s de una ocasi¨®n han sido los defensas los que se han ido hacia adelante y han pillado desprevenidas las alas espa?olas, cuyo marcaje ¨²nicamente se ha mantenido r¨ªgido durante el primer cuarto de hora.
Austria ha jugado mejor que Espa?a y, por tanto, su triunfo es indiscutible, salvo que se tomen en cuenta las tres ocasiones claras de gol que ha tenido Espa?a en el primer tiempo y que hubieran podido ser decisorias. Ayer, los tres equipos que marcaron en primer lugar perdieron sus encuentros. Hasta en esto para Espa?a se rompen las rachas.
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