Vallecas: realojamiento o expulsi¨®n / y 2
Miembros del equipo LURLas condiciones ofrecidas por la Administraci¨®n son resultado, en buena medida de la negociaci¨®n ?en fr¨ªo? (escasa participaci¨®n vecinal, ausencia de movilizaciones, papel preponderante de los t¨¦cnicos de los vecinos), llevada por la Coordinadora de Asociaciones.
-En una primera fase, la amenaza de expulsi¨®n provoca una movilizaci¨®n y organizaci¨®n ascendente de los vecinos, que culmina en una manifestaci¨®n de 20.000 personas en julio de 1976. El movimiento tiene un car¨¢cter defensivo: los vecinos se movilizan por unos derechos m¨ªnimos: permanecer en el barrio, vivienda por vivienda para propietarios, vivienda al 10% del salario para inquilinos, local por local para comercio y talleres. Ante la presi¨®n, la Administraci¨®n suspende las licencias de construcci¨®n por un a?o.
Se produce un cambio sustancial; la v¨ªa directa (planteamiento de necesidades -respuesta de la Administraci¨®n- estudio y cr¨ªtica por los vecinos) se sustituye reduciendo el problema a una dimensi¨®n t¨¦cnica en precario: estudio de posibles soluciones por los t¨¦cnicos de los vecinos -informaci¨®n y discusi¨®n t¨¦cnica con los vecinos- propuesta a la Administraci¨®n. Al tener que ajustarse los t¨¦cnicos a una legislaci¨®n que no recoge los problemas de los vecinos, llegan incluso a darse contradicciones entre reivindicaciones vecinales y propuestas. Se propugnan juntas de compensaci¨®n, o bien, escritura por escritura y vivienda de bajo alquiler se transforman en las propuestas en viviendas nuevas que deben ser pagadas, pagando m¨¢s los que menos tienen, destruyendo pr¨¢cticamente la plataforma unitaria de propietarios-inquilinos, como en el ejemplo siguiente, en un ?estudio? de financiaci¨®n: ?En todo caso, el valor del terreno aportado por cada propietario habr¨¢ de tenerse en cuenta reduciendo el importe del precio aplazado del piso que se reciba, a costa de aumentar la deuda de los actuales inquilinos, con lo que el resultado ser¨¢ que ¨¦stos pagar¨¢n mensualidades m¨¢s altas que aqu¨¦llos para amortizar sus cr¨¦ditos hipotecarios.?
Esta segunda fase finalizar¨¢ con una Asamblea General (la ¨²nica del per¨ªodo) en abril de 1977. En su preparaci¨®n se reflejan los temores de las asociaciones al tener que dirigirse al movimiento sin haber dado un paso adelante. El tomar las decisiones en c¨ªrculos reducidos (juntas directivas o coordinadora) ha supuesto la desaparici¨®n de la organizaci¨®n de la base. As¨ª, como ¨²nico objetivo de la asamblea se fija el pronunciamiento de los vecinos sobre el derecho de realojamiento en el barrio, sin fijar condiciones.
En mayo de 1977 la Coplaco acuerda que ?se deber¨¢ procurar como fin primordial y prioritario el realojamiento en las zonas afectadas o perif¨¦ricas de los actuales residentes en la misma?. La iniciativa de la Administraci¨®n se encamina a revisar los sistemas de actuaci¨®n para delimitar los pol¨ªgonos de expropiaci¨®n en el terreno de los peque?os propietarios para edificar Viviendas sociales (de las que por entonces no hay ninguna en construcci¨®n por falta de terreno barato. pese a estar previstas 150.000 para ese a?o). D¨ªas antes el terreno p¨²blico de Vallecas ha sido cedido a Visomsa, a la que se cita en el acuerdo. haciendo referencia como medio de realojamiento en las viviendas sociales.
La Administraci¨®n ya tiene una base de negociaci¨®n. y la Coordinadora algo que ofrecer a los vecinos: ?lo importante es que se hagan viviendas, ll¨¢mense como se llamen, despu¨¦s ya discutiremos las condiciones?. De este modo no se pondr¨¢n en conocimiento de los vecinos los precios, superficies y dem¨¢s condiciones fijadas en el BOE, excepto en Palomeras Centro (la asamblea rechaza en¨¦rgicamente las viviendas sociales), los Huertos y Cerro del T¨ªo P¨ªo. As¨ª se da la aceptaci¨®n t¨¢cita de la entrada en juego de Visomsa, pese a que los vecinos siempre han pedido la promoci¨®n directa por el Ministerio.
El 8 de julio se acuerda por Coplaco llevar a cabo una actuaci¨®n que engloba al ¨¢rea de los tres planes, quedando todos los terrenos sometidos al sistema de expropiaci¨®n, responsabiliz¨¢ndose de la misma el INV, INUR, Coplaco y Gerencia, y donde nuevamente se cita a Visomsa como beneficiaria.
Tras el verano, la mayor¨ªa de las asociaciones relega la consecuci¨®n de las reivindicaciones inmediatas a la constituci¨®n de una sociedad an¨®nima administraci¨®n-asociaciones. Los objetivos unitarios (cita dos) se marginan, centrando las discusiones en el articulado de los estatutos de la sociedad. As¨ª se lleva a los vecinos a un terreno de discusi¨®n complejo y se plantea la cuesti¨®n de la unidad de forma in correcta: no se plantea sobre los objetivos comunes, y la presi¨®n sobre dichos objetivos, sino sobre los instrumentos de la administraci¨®n, sobre la entrada en la sociedad. La presentaci¨®n que se hace de la misma llega incluso a ser falsa: ?El ¨²nico propietario de terrenos es el Estado, la sociedad va a controlar y llevar adelante toda la actuaci¨®n en Vallecas...?. Siete asociaciones deciden entrar en la misma. No lo hacen Centro y Cerro; lo que en las octavillas se presentar¨¢ como ?la soluci¨®n real al Plan Parcial? es una gestora sin poder ejecutivo que no vincula a ninguno de los agentes privados, ni organismos p¨²blicos:
Este tipo de negociaci¨®n no permite responder a las agresiones que se van produciendo: cuando en noviembre de 1977 el Ministerio dice que la expropiaci¨®n de grandes propietarios es inviable, s¨®lo una asociaci¨®n se moviliza encerr¨¢ndose en una iglesia: Centro. Cuando en los primeros meses del 78 algunos vecinos reciben respuesta a su solicitud de vivienda, les ofrecen viviendas sociales en Madrid o pueblos de la provincia, y se enteran que las viviendas de Fontarr¨®n se ofrecen a otros barrios, Cerro, Centro y Huertos ocupan simb¨®licamente los solares. La mayor¨ªa de la Coordinadora se conforma con respuestas en el aire.
El mapa pol¨ªtico
La ORT ha protagonizado esta v¨ªa de negociaci¨®n. Su postura cambiante y confusa, a menudo, ha tenido una influencia capital en la desorientaci¨®n actual. En sus declaraciones. la ORT rechaza las viviendas sociales, pero las acepta en su pr¨¢ctica: su mayor esfuerzo en la ¨²ltima temporada se ha centrado en ser reconocida por parte de la Administraci¨®n como interlocutor principal en Vallecas.
El PCE, que ha aceptado la pol¨ªtica de vivienda del se?or Garrigues a cambio de unas contrapartidas en el aire, que no ha criticado, m en el Parlamento ni fuera, los intereses privados que mueven esta pol¨ªtica, se ha limitado a estar en la Coordinadora esperando jugar su baza tras las municipales. Para el PCE, reivindicar vivienda por vivienda es demagogia, expropiar a los grandes propietarios, robo inviable; no aceptar las viviendas sociales, es utop¨ªa, t¨¦rminos del mitin reciente de este partido en Palomeras Centro.
De las organizaciones con menor peso pol¨ªtico en la zona, la LCR, aunque preconiza una v¨ªa de negociaci¨®n en directo y, por tanto, con una incidencia importante en las pocas movilizaciones que han agrupado a una franja del movimiento en los ¨²ltimos meses, no ha sido capaz de centrar su intervenci¨®n ni capitalizar la presi¨®n, ejercida para desbloquear el marco cerrado de la Coordinadora.
Comit¨¦s Obreros no pasa de reivindicar las viviendas en las condiciones de siempre, sin dar respuesta a los pasos intermedios. En Cerro son, en parte, responsables, junto con el PCE (que adem¨¢s abandon¨® la asociaci¨®n), de enfrentamientos que han provocado una fuerte crisis en la asociaci¨®n.
Sin embargo, para un conflicto que, como en Vallecas, contrapone los derechos de 12.000 familias por un cuadro de vida digno, y el modelo de ciudad capitalista, lograr el ¨¦xito exige una organizaci¨®n de base que englobe a todos los afectados, una centralizaci¨®n democr¨¢tica de las decisiones de cada barrio y un frente de organizaciones obreras que elabore un programa unitario y lo lleve adelante.
Hoy no existe pol¨ªtica de vivienda barata, ni hay previstas medidas financieras o de gesti¨®n que respondan a las necesidades de los trabajadores.
Ante esta situaci¨®n, las alternativas deber¨ªan articular medidas concretas en respuesta a las necesidades y que para Vallecas podr¨ªan ser:
- Reconocimiento de las plusval¨ªas creadas por los vecinos. Abolici¨®n de los sistemas de actuaci¨®n en base a la propiedad del suelo y establecimiento de f¨®rmulas, de permuta considerando a la vivienda como un bien indispensable.
- Compromiso por el Estado de promoci¨®n directa sin intermediarios, responsabiliz¨¢ndose el ministerio. Sobran Visomsa y Orevasa.
- Aprobaci¨®n de la legislaci¨®n de promoci¨®n directa que recoja expresamente los problemas de los parados, jubilados, inquilinos...
Parece que las condiciones probables de construcci¨®n directa, pueden ser:
-Posibilidad de subvenci¨®n hasta el 30%.
Cr¨¦ditos a 35 a?os, el 75% sin inter¨¦s, el 25% con el 5% de inter¨¦s.
Deducci¨®n del valor de la vivienda y del terreno actual.
- Medidas contra el paro en la construcci¨®n en Vallecas: fondos urgentes para la edificaci¨®n y urbanizaci¨®n.
- Plan de realojamiento a cargo de la Administraci¨®n, en el que la primera etapa ser¨ªa Fontarr¨®n; la segunda, Palomeras sureste, y la tercera, los terrenos libres de los grandes propietarios. Con los terrenos cedidos por los vecinos se amortizar¨ªa el capital p¨²blico inicial.
- Censo para establecer un plan de prioridades por ¨¢reas o familias.
- Medidas contra los solares retenidos con fines especulativos: expropiaci¨®n seg¨²n los ¨ªndices de contribuci¨®n territorial, y constituci¨®n de un patrimonio p¨²blico de suelo.
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