El campo de minas
Ayer, a las doce en punto, el presidente, Emilio Attard, concedi¨® media hora de descanso con la excusa de tomar caf¨¦. Era el tiempo que hab¨ªa solicitado Fraga, en un ¨²ltimo intento de parlamentar con los suyos, al pie del Sina¨ª, para tratar de mostrarles el lado amable de las cosas antes de entrar en el grueso de las autonom¨ªas, por si era posible todav¨ªa unirse al pelot¨®n con el parche o la cataplasma de ¨²ltima hora. Los suyos negaron con la cabeza y volvieron a la bre?a. Resulta que Fraga, a pesar de todo, es un liberal si se le compara con la retaguardia de su propio partido. El s¨®lo es un artillero dial¨¦ctico que se sienta en primera fila, encargado de disparar con una cadencia t¨¢ctica ese ca?¨®n de gran retroceso que le ceban a veces en la trastienda m¨¢s trabucalre de Alianza Popular.Fraga es, antes que nada, un profesor, y sus odios son m¨¢s bien filos¨®ficos, rabietas de escuela, orgullo de cresta intelectual que se traba all¨ª, en el primer banco, con Peces-Barba, Sol¨¦ Tur¨¢, Roca Junyent y Cisneros, que son los representantes de otras sectas. Fraga ha participado con ellos en la ponencia, y este proyecto de Constituci¨®n tambi¨¦n es obra suya. Y aunque trate de disimularlo piafando enmiendas, se le nota un amor de padre de la criatura que se debate en la duda de arrojar el feto al cubo de la basura o bautizarlo con el consenso. Fraga, ayer, agot¨® las ¨²ltimas posibilidades de ablandar la parte m¨¢s ¨®sea de su partido frente al tema de las autonom¨ªas. Alianza Popular se estuvo balanceando en el alero entre la duda de arrojarse al vac¨ªo en plan n¨²mero vistoso, fin de fiesta, como Tarz¨¢n de los monos, para hacer una sonada, o seguir en la labor humilde, exasperante y tenaz de defender todas las enmiendas hasta el final para ver si esta paciencia hace saltar los muelles. Ellos han elegido este camino. Pero a Fraga se le nota el cierto cansancio, un punto fallido en la conviccion de su ira. Los suyos est¨¢n sentados en el vestuario mientras este luchador de largas facultades se quema diariamente en la zarza ardiente de la pura nada. Demasiado lujo.
Ayer, en la Comisi¨®n Constitucional hab¨ªa esa tensi¨®n que se establece en un pelot¨®n cuando va a cruzar un campo de minas. El terreno minado comienza en el art¨ªculo 136 y termina en el 151. Este es el ¨²nico espacio hist¨®rico, conflictivo y contradictorio de esta Constituci¨®n. El tema de las autonomias ata?e a los profundos intereses ideol¨®gicos, sentimentales y monetarios de hoy, y puede, finalmente, desbaratar ese trenzado pol¨ªtico de agujas. Alianza Popular condiciona la aceptaci¨®n de todo el texto constitucional a lo que resulte de este cap¨ªtulo. El Partido Nacionalista Vasco presiona para que el Rey jure los fueros de su pueblo y que el articulo 141 deje un camino abierto a la futura autodeterminaci¨®n a cambio de apoyar el refer¨¦ndum. Los catalanes quieren la autonom¨ªa con dinero. De pronto, aquel salmo m¨ªstico de la unidad de los hombres y tierras de Espa?a, aquel verso gangoso, ha estallado, y su fuerza centr¨ªfuga, con gran baile de minor¨ªas, amenaza con aventarle los papeles al presidente Attard. El cap¨ªtulo de las autonom¨ªas es el ¨²ltimo tramo emotivo de este relato de pasiones, amor y lujo. Si el chico se salva de ¨¦sta, seguro que se casa con ella.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Manuel Fraga Iribarne
- Opini¨®n
- Constituci¨®n Espa?ola
- Pol¨ªtica nacional
- Cortes Constituyentes
- Legislaci¨®n auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Comisiones parlamentarias
- PP
- Congreso Diputados
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica municipal
- Parlamento
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Legislaci¨®n
- Administraci¨®n p¨²blica
- Justicia