Situaci¨®n econ¨®mica y financiera
Jefe del Departamento T¨¦cnico-Econ¨®mico de UNESA Dada la situaci¨®n actual de precio de venta de la energ¨ªa el¨¦ctrica por debajo de los costes reales, est¨¢ claro que los precios se convierten en un factor de descapitalizaci¨®n. Baste para ello observar que, por ejemplo, un incremento del orden del 10% en las tarifas el¨¦ctricas, que supondr¨ªa alrededor de treinta c¨¦ntimos por kWh suministrado, representa una cifra global de ingresos superior a todos los dividendos repartidos en un a?o por el conjunto de las empresas el¨¦ctricas.En cuanto a la pol¨ªtica Financiera no puede decirse, ante la crisis total de la Bolsa, que la causa del descenso en las cotizaciones de las empresas el¨¦ctricas se deba a las operaciones de regularizaci¨®n de balances. En primer lugar porque ello no puede justificar el que los t¨ªtulos se coticen actualmente muy por debajo de su valor, incluso seg¨²n cifras contables sin actualizar y, en segundo lugar, porque con dicho argumento ser¨ªa imposible explicar el que algunas grandes empresas concretas hayan experimentado un descenso en sus cotizaciones m¨¢s importante que otras que, sin embargo, han capitalizado en mayor medida sus cuentas de regularizaci¨®n.
Tampoco por esa v¨ªa, y puesto que se hace referencia a ella, podr¨ªa explicarse por ejemplo la situaci¨®n actual de las cotizaciones de la Compa?¨ªa Telef¨®nica.
La pol¨ªtica financiera de las empresas hay que situarla en el marco global de la crisis econ¨®mica y posiblemente sea m¨¢s ilustrativo del hecho, la desconfianza sentida hacia el sector por los rumores crecientes de estatificaci¨®n de mayor o menor alcance, capaz de justificar en parte los descensos en sus cotizaciones. Baste observar en las ¨²ltimas semanas las reacciones coyunturales alcistas al conocerse el paso a las Cortes del Plan Energ¨¦tico sin propuesta de nacionalizaci¨®n del sector.
El mayor endeudamiento a que efectivamente est¨¢n sometidas las empresas en los ¨²ltimos ejercicios, puede explicarse en buena parte por diversas razones a las que ha debido acoplarse la pol¨ªtica financiera reciente de las empresas y que en sus aspectos principales, tanto favorables como desfavorables, pueden concretarse en los siguientes:
-Una escasez de recursos autogenerados, como consecuencia de la inexistente dotaci¨®n a autofinanciaci¨®n mediante resultados retenidos y la escasa dotaci¨®n a amortizaciones en funci¨®n del coste real del suministro por el bajo nivel de las tarifas, a causa de su inadecuada evoluci¨®n.
- Graves dificultades del mercado de capitales para la colocaci¨®n de ampliaciones de capital ante la crisis general burs¨¢til y, en parte, por las circunstancias antes indicadas.
-Facilidades crediticias en cuanto a la liquidez en el mercado internacional para el endeudamiento a trav¨¦s de pr¨¦stamos puros o ligados a la importaci¨®n de componentes de equipos no fabricados en Espa?a.
-Situaci¨®n creciente de liquidez para la colocaci¨®n de empr¨¦stitos en el mercado nacional, a¨²n a coste m¨¢s elevado por tipos de inter¨¦s que el internacional, como consecuencia de la aton¨ªa general inversora del pa¨ªs.
-Necesidad de grandes recursos para financiaci¨®n de obras en curso y, por tanto, de inmovilizado todav¨ªa no en producci¨®n, como consecuencia del plan de instalaciones a poner en servicio pr¨®ximamente, entre ellas las nucleares que llevan varios a?os de instalaci¨®n y cuyo mayor esfuerzo relativo inversor est¨¢ hecho, puesto que con la entrada en servicio de las actualmente en construcci¨®n avanzada, la integraci¨®n en el sistema de las futuras previstas supondr¨¢ un menor esfuerzo anual relativo si no se producen retrasos anormales en la construcci¨®n a partir del a?o 1980.
En funci¨®n de lo indicado, la pol¨ªtica financiera de las empresas se ha debido adaptar a corto plazo a estas circunstancias que influyen en los pa¨ªses con grandes instalaciones en curso, aunque con distinto efecto seg¨²n los niveles de recursos generados y facilidades crediticias. Todo ello ha ocasionado, en la generalidad de las empresas ,el¨¦ctricas europeas, una mayor tendencia al endeudamiento en la relaci¨®n capitales propios/capitales ajenos a lo que tambi¨¦n ha contribuido en buena medida la disminuci¨®n de la vida media de los pr¨¦stamos y empr¨¦stitos obtenidos.
Apoyo estatal e impuestos
Por la v¨ªa de apoyo directo, las ayudas estatales suelen consistir en dotaciones o subvenciones en capital, tal y como sucede por ejemplo en Electricit¨¦ de France. La industria el¨¦ctrica espa?ola no percibe ninguna ayuda estatal en forma de subvenci¨®n o aportaciones en capital.
En forma indirecta, pueden considerarse como apoyos estatales los que hacen referencia a cr¨¦ditos oficiales, exenciones tributarias y colocaci¨®n de fondos en l¨ªneas especiales de financiaci¨®n.
En cuanto a cr¨¦ditos oficiales, a los costes fijados para este tipo de operaciones hay que considerar que al sector el¨¦ctrico llegan exclusivamente los correspondientes a trav¨¦s de la acci¨®n concertada solamente para las instalaciones de carb¨®n nacional, hidroel¨¦ctricas y la concedida al INI en las Islas Baleares y Canarias. Asimismo, hay que tener en cuenta que dichas instalaciones se realizan, aunque desde el punto de vista econ¨®mico de la inversi¨®n sean menos rentables, para favorecer la m¨¢xima utilizaci¨®n posible de los recursos nacionales seg¨²n los objetivos se?alados por la Administraci¨®n y tal y como se reconoce en las actas de concierto entre empresas y Administraci¨®n.
Tampoco puede olvidarse que en el plan de inversiones establecido las correspondientes a este tipo de centrales s¨®lo alcanza el 30% de la total inversi¨®n estimada para los pr¨®ximos diez a?os; que los pr¨¦stamos alcanzan como m¨¢ximo al 40% de los presupuestos de inversi¨®n sin actualizaci¨®n de precios ni consideraci¨®n de intereses intercalarios durante el per¨ªodo de obra en curso y que hasta el momento estos pr¨¦stamos han ido en mayor medida a las empresas el¨¦ctr¨ªcas del Estado que a las privadas, ya que aqu¨¦llas son las que poseen los principales planes de expansi¨®n en c¨¦ntrales de carb¨®n nacional. Resulta innecesario por tanto, recalcar que las centrales nucleares no pueden acogerse a este tipo de financiaci¨®n.
Por otro lado, el sistema de acciones concertadas, como es conocido, se ha aplicado con mayor extensi¨®n que al el¨¦ctrico a otros sectores industriales y agr¨ªcolas, alcanzando en estos casos mayores porcentajes de cr¨¦dito oficial y previendo, en ocasiones, la posibilidad de concesi¨®n de subvenciones a fondo perdido que, como se ha indicado, no se conceden en el caso del sector el¨¦ctrico.
Las facilidades para colocaci¨®n de empr¨¦stitos en los mercados financieros se limitan pr¨¢cticamente a la calificaci¨®n dentro del coeficiente obligatorio de inversi¨®n de las Cajas de Ahorro, pero hay que tener en cuenta que estas colocaciones se efect¨²an al coste real normal del inter¨¦s en el mercado (en estos momentos el 12%) y que dichos coeficientes obligatorios, seg¨²n las ¨²ltimas medidas monetarias, tienen una reducci¨®n del 0,25% peri¨®dica hasta que alcancen el 25% de los fondos ajenos de dichas instituciones financieras.
Por lo que respecta a las ayudas en forma de exenciones Fiscales, la fundamental en estos momentos es la que se deriva de las medidas de apoyo a la inversi¨®n, a fin de favorecer la aceleraci¨®n de las mismas y que se dictaron para la generalidad de los sectores econ¨®micos, consistente en la desgravaci¨®n del 7% de la inversi¨®n nueva efectivamente realizada.
Como conclusi¨®n y a¨²n dentro de los l¨ªmites de unos art¨ªculos como ¨¦stos parece que existen razones suficientes para considerar que los problemas a solucionar diariamente y en el futuro en las empresas el¨¦ctricas son suficientemente serios como para meditar con cuidado los cambios globales en el mismo, puesto que dichos problemas existen y existir¨¢n, tanto con empresas privadas como estatales y no puede hablarse de panaceas estatificadoras para su soluci¨®n, sino de eficacia en la gesti¨®n como medio ¨²nico de afrontarla con ¨¦xito. Las alternativas a la situaci¨®n existente deben considerar con especial cuidado ¨¦stos y otros aspectos antes de promocionar cambios, habida cuenta de la no existencia de dichas panaceas.
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