Andretti, Peterson y Lotus, imbatibles

Una vez m¨¢s, los Lotus 79 de Andretti y Peterson se mostraron imbatibles. Desde que se presentaron en el Gran Premio de B¨¦lgica, hace ahora cuatro carreras, en tres ocasiones consiguieron el doblete, con Andretti y Peterson ocupando los primeros lugares. Pero en el Gran Premio de Francia, disputado en el circuito de Paul Ricard, con buen tiempo, m¨¢s de 150.000 espectadores han podido ver c¨®mo un sensacional James Hunt, sobre un McLaren escasamente competitivo, ha estado a punto de estropear el triunfo de los coches negros de Colin Chapman.

El precioso circuito franc¨¦s tiene un trazado eminentemente r¨¢pido. Dos largas rectas, que suman casi dos kil¨®metros, enlazan la parte virada, compuesta en su mayor parte por curvas muy r¨¢pidas. De esta forma, el promedio que se alcanza supera los doscientos kil¨®metros por hora.En estas condiciones, los coches m¨¢s potentes son los que tienen mayor ventaja. Tal es el caso de los Brabham y los Ferrari, que, con sus motores de doce cilindros, logran alcanzar potencias de m¨¢s de 540 caballos, frente a los 480 de la mayor¨ªa de los motores Ford Cosworth, que equipan a la casi totalidad de los monoplazas, aun a costa de un peso superior.

Se esperaba, pues, que estos dos equipos, lo mismo que el Renault -al que la turboalimentaci¨®n le convierte especialmente competitivo en circuitos r¨¢pidos, mientras que baja mucho el rendimiento en los tortuosos-, tuviesen actuaciones destacables. Sin embargo, no ha sido as¨ª. El Renault ha tenido siempre problemas con el turbo, lo que le ha obligado al abandono en los primeros compases de la carrera. Los Ferrari, con graves problemas de neum¨¢ticos -Michelin est¨¢ perdiendo, una tras otra, las ¨²ltimas batallas en su lucha contra Goodyear-, tampoco han podido dar mucho de s¨ª. Adem¨¢s, la pobre actuaci¨®n de sus pilotos -aunque, tras la prematura parada en boxes para cambiar neum¨¢ticos, Villeneuve rodar¨ªa mucho mejor que Reutemann- ha acrecentado, a¨²n m¨¢s, la pobre actuaci¨®n de la marca italiana, de la que se esperan dr¨¢sticos cambios de cara a la pr¨®xima temporada.

Por lo que respecta a Brabinam, tampoco ¨¦stos han respondido a lo que se esperaba de ellos. Pese a que el coche de Lauda era el m¨¢s r¨¢pido en las rectas, donde se le cronometraban 290 kil¨®metros por hora -algo m¨¢s r¨¢pido que su compa?ero de equipo, Watson, m¨¢s a¨²n que los Lotus y mucho m¨¢s que Hunt, que escasamente superaba los 275-, ni en los entrenamientos ni en la carrera estuvo nunca en primer lugar. En los entrenamientos, era Watson el que ocupaba el puesto de honor, mientras que en carrera Lauda, que lleg¨® a ir dunante un corto espacio en segundo lugar, quedaba pr¨¢cticamente in¨¦dito, al tener que retirarse, con el motor reventado, en las primeras vueltas.

La carrera tuvo un dominador en Marlo Andretti. Con una salida fulgurante -de la que el italo-amencano es un aut¨¦ntico especialista-, Andretti se puso en cabeza desde el,primer momento, lugar que ya no abandon¨® hasta llegar a la meta.

Sin embargo, en esta ocasi¨®n, deber¨ªa haber sido el sueco Peterson el que venciese. En un d¨ªa mucho m¨¢s inspirado que el de su compa?ero de equipo, Peterson, que hab¨ªa salido mal -tambi¨¦n como es su costumbre-, recuper¨® pronto posiciones, hasta anular la desventaja que ten¨ªa respecto al l¨ªder -m¨¢s de seis segundos- en s¨®lo unas vueltas. A partir de ese momento, Ronnie Pete¨ªson se lirrut¨® a cubrir las espaldas de sujefe de filas, cumpliendo a rajatabla su contrato con Lotus, en el que se especifica que debe dejar ganar siempre a Andretti, sin intentar siquiera acosarle.

Pero la aut¨¦ntica sorpresa correr¨ªa i cargo del brit¨¢nico -James Hunt. Con un McLaren M-26, que dista mucho de estar a la altura de los Lotus -los problemas de estabilidad en el tren delantero son evidentes, y haci¨¦ndolo todo ¨¦l, Hunt ser¨ªa mantenido toda la carrera a rueda de los dos Lotus. Las diferencias no han llegado a ser nunca lo suficientes como para que en un error de cualquiera de ellos, por m¨ªnimo que fuera, el brit¨¢nico no se hubiera aprovechado para colocarse en cabeza. El ser capaz de esto, con un coche netamente infenor, s¨®lo est¨¢ reservado a ciertos privilegiados, entre los que se enwentra J ames Hunt.

Al final de la carrera el brit¨¢nico estaba pr¨¢cticamente desfallecido. Tuvo que ser sacado materialmente del monoplaza y ayudado con ox¨ªgeno, Su esfuerzo Por mantenerse en la lucha por la victoria hab¨ªa sicio tremendo, lo que, unido a que su preparaci¨®n fisica no es la ¨®ptima -le gustan demasiado las fiestas y las mujeres-, terminaba por agotarle. Pero su gesta hab¨ªa merecido la pena. En un momento en el que se hab¨ªa llegado a dudar de su eficacia, en el que incluso se comentaba su posible expulsi¨®n del equipo a final de temporada -sin tener en cuenta que es posible que pase a encabezar el equipo Ferrari-, James Hunt ha demostrado a los que no tienen suficientes conocimientos que sigue siendo uno de los rnejores, de los pocos elegidos.

A destacar, asimismo, la buena actuaci¨®n de Watson, quien, en un momento en el que se da como segura su baja en el equipo de cara al pr¨®ximo ano, supo mantener perfectamente su cuarto puesto.

Tras esta prueba, en la que se puso en evidencia, una vez m¨¢s, el actual dominio de Lotus y Goodyear -la marca americana llev¨® a Francia m¨¢s de mil neum¨¢ticos de quince tipos diferentes-, Andretti se destaca netarnente en el Mundial, con 45 puntos, seguido por su compafiero de equipo, Peterson, con 36, Y Lauda, ya muy rezagado, con 25.