El recuerdo de Dionisio Ridruejo

Quiero felicitar a EL PAIS por la publicaci¨®n del articulo ?Dionisio Ridruejo y la salida del franquismo?; y, por supuesto, a su autor, Ignacio Sotelo. Este, cuya inteligente y animosa compa?¨ªa tanto estimaba y agradec¨ªa Dionisio, ha tenido el acierto de suscitar un tema con dos caras complementarias entre s¨ª: el ¨²ltimo servicio de Ridruejo a la vida p¨²blica espa?ola y el pen¨²ltimo de los homenajes -¨²ltimo no debiera haberlo- que nuestra sociedad puede tributarle.Como Ignacio Sotelo, muchos de los verdaderos amigos de Dionisio nos hemos preguntado por lo que ¨¦l -acaso el espa?ol m¨¢s merecedor de haber conocido y vivido nuestra democracia- sentir¨ªa, pensar¨ªa, har¨ªa y dir¨ªa hoy, si tuvi¨¦semos la fortuna d¨¦ verle todav¨ªa con nosotros. Cada cual se habr¨¢ respondido a su manera. Yo, tambi¨¦n como Ignacio Sotelo, prefiero considerar que durante los ¨²ltimos a?os de su vida Dionisio public¨® no pocas cosas v¨¢lidas y valiosas para hoy, y por tanto para el m¨¢s inmediato ma?ana. Cualesquiera que fuesen las personales dotes de Dionisio para la gesti¨®n pol¨ªtico-adininistrativa, su nobil¨ªsima alma de ?pol¨ªtico a la fuerza? posey¨® de manera egregia estas cuatro: lucidez, imaginaci¨®n, generosidad y voluntad convocatoria e integraci¨®n, sin mengua de la fidelidad de cada uno a sus personales principios. Pues bien, esas cuatro dotes se manifiestan con frecuencia en sus escritos pol¨ªticos ulteriores a 1950, y en t¨¦rminos tales, que su lectura podr¨ªa ser util¨ªsima a cuantos espa?oles de buena voluntad pretendan vivir responsablemente en 1978 y 1979. Nada m¨¢s ¨²til, pues, que recoger y comentar con m¨¦todo y sensibilidad los textos m¨¢s id¨®neos, entre los que a tal respecto Dionisio public¨®. ?Por qu¨¦ no emprende esta tarea el propio Ignacio Sotelo? Pocos con su talento, con su generosidad, con su saber.