A. Moya: ?Seamos justos y magn¨¢nimos?

?Hace falta, pues, ser fuertes, pero hace falta, sobre todo. ser prudentes -la simple t¨¢ctica no tiene nada que ver con la prudencia-, y hace falta, c¨®mo no, ser justos y magn¨¢nimos, ya que sin justicia el orden pol¨ªtico se trastorna y fracasa toda posibilidad de buen gobierno, y de otro lado, sin grandeza y elevaci¨®n de ¨¢nimo se genera el raquitismo social. Los padres fundadores de la gran Rep¨²blica norteamericana consignaron en El Federalista que el fin del Gobierno es la Justicia. Nada m¨¢s exacto. Recogieron as¨ª una constante del pensamiento cl¨¢sico, enriquecida por la dimensi¨®n espec¨ªtica del cristianismo, y que tuvo vigencia durante siglos en todo el Occidente, Por ello, rescatar en toda su plenitud esa concepci¨®n profunda de la vida p¨²blica constituye un deber personal y colectivo. Hora es, pues, de reflexionar en profundidad, hay que mirar al futuro con la vista puesta en la b¨²squeda y defensa de una nueva conciencia generacional, que permita encontrar con autenticidad la dimensi¨®n hist¨®rica que ennoblece.?