Eje Bonn-Tokio para la pr¨®xima "cumbre" de pa¨ªses ricos
En puertas de la cumbre de los siete grandes pa¨ªses industriales de todo el mundo, que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo fin de semana, en Bonn, se observa en la capital alemana, cada vez con mayor nitidez, el intento de crear un eje econ¨®mico entre Bonn y Tokio orientado a hacer saltar barreras aduaneras en el resto de los pa¨ªses.
En este sentido, los japoneses son a¨²n m¨¢s claros en su posici¨®n que los alemanes. El embajador de Tokio, Bunroku Yoshino, ha dicho taxativamente que ?para garantizar el ¨¦xito de: la conferencia solamente hay un medio: Jap¨®n y Alemania deben asumir en comandita la iniciativa de la reuni¨®n?. El ministro de Econom¨ªa alem¨¢n, Lambsdorff, ha comentado: ?Jap¨®n y Alemania tienen intereses comunes, y yo creo que ambos pa¨ªses deben tratar de conseguir el que los dem¨¢s participantes en la conferencia entiendan y acepten estos intereses comunes.?A nadie escapan, efectivamente, las semejanzas de las dos ?potencias intermedias?: su pasado hist¨®rico m¨¢s inmediato (derrota en una misma guerra, reconstrucci¨®n en base a un ?milagro econ¨®mico?, escasez de materias primas en su suelo, moneda fuerte, gran dependencia respecto de sus exportaciones) parece predestinar a ambos pa¨ªses a una cooperaci¨®n mayor en el futuro. En este sentido, el canciller Schmidt ve m¨¢s posibilidades en convertir a la RFA y Jap¨®n en ?estabilizadores? de la situaci¨®n econ¨®mica, sin necesidad de aspiraciones a la funci¨®n de ?locomotoras? o de ?m¨¦dicos? de la econom¨ªa mundial. Tokio concreta a¨²n m¨¢s esta. nueva entente se?alando que ambos pa¨ªses pueden lograr ?una estrategia conjunta para fijar una cooperaci¨®n con Estados Unidos?.
La aproximaci¨®n entre Bonn y Tokio es muy reciente, y ha ido creciendo a medida que han aumentado las diferencias entre la RFA y Estados Unidos. El inter¨¦s alem¨¢n por Jap¨®n comenz¨® a manifestarse tras la airosa superaci¨®n por Tokio de la crisis energ¨¦tica de 1973. Recientemente, en abril, visitaron Jap¨®n el presidente Scheel y el ministro de Asuntos Exteriores, Genscher. Este mismo a?o se trasladar¨¢n a Tokio el canciller Schmidt y el ministro de Econom¨ªa, Lambsdorff. ?Ha quedado atr¨¢s la impresi¨®n de vendedor de transistores que dej¨® en De Gaulle, hace quince a?os, un jefe de Gobierno Japon¨¦s?, ha comentado a este respecto un funcionario diplom¨¢tico japon¨¦s en Bonn.
Washington, con las manos vac¨ªas
Como contraste, los medios de informaci¨®n y los pol¨ªticos presentan a Washington como el gran proteccionista que, adem¨¢s, se presentar¨¢ en Bonn con las manos vac¨ªas. El ministro de Agricultura alem¨¢n, Ertl, se ha concentrado en una acusaci¨®n de extremado proteccionismo norteamericano en materia agraria. Indirectamente, el ministro invita a un replanteamiento de la actitud receptiva de la CEF- respecto de estos productos americanos. Al igual que en puertas de la cumbre de Bremen, tampoco se espera ahora que en Bonn se llegue a resultados espectaculares sobre problemas mundiales, como los del crecimiento econ¨®mico, paro, inflaci¨®n, debilidad del d¨®lar... Der Spiegel anticipa esta semana un resultado entre comillas: ?Bancarrota del mundo industrializado.? El que los siete pa¨ªses participantes en la reuni¨®n de Bonn totalicen el 54 % del producto social mundial y el 52 % de las exportaciones es s¨®lo un factor para valorar la importancia de la cumbre de Bonn y su posible fracaso. La raz¨®n clave de este posible fracaso es la de que ninguno de los participantes acude en condiciones ¨®ptimas, por razones pol¨ªticas interiores. Carter y Fukuda padecen en estos momentos el m¨¢s bajo ¨ªndice de popularidad en la historia moderna de sus respectivos pa¨ªses. Andreotti, de Italia, vuelve a Alemania hipotecado. Schmidt debe hacer frente a una actitud de cerrojo del Consejo de las Regiones (mayoritariamente democristiano y contrario a ?importar? inflaci¨®n a cambio de ayuda a otros pa¨ªses). Trudeau tiene en puertas un refer¨¦ndum sobre el futuro de la provincia separatista de Quebec y debe hacer frente, por a?adidura, a una inflaci¨®n del 8,4 %, un paro del 9,7 % y un crecimiento econ¨®mico de s¨®lo el 3,5 %. Como ¨²nica excepci¨®n, Giscard podr¨ªa permitirse una mayor capacidad de maniobra, pero terne un oto?o caliente si su flexibilidad en Bonn significase incrementar el ¨ªndice de inflaci¨®n en Francia. Callaghan posee ?la fuerza de un hombre que no tiene nada que perder? (Times), que se encuentra en v¨ªsperas electorales y que se ve amenazado por los pron¨®sticos de un aumento de la inflaci¨®n (hasta el 12 %) y del paro (hasta 1,5 millones de desocupados).
Estos condicionamientos llevan a los medios pol¨ªticos y econ¨®micos de la RFA a mirar con escepticismo hacia esta reuni¨®n del palacio Schaumburg, de la capital federal, y a aventurar que quiz¨¢ el ¨²nico resultado palpable sea un cierto consenso sobre revitalizaci¨®n del d¨®lar en los mercados internacionales.
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