La emigraci¨®n a Europa no es soluci¨®n para el problema de desempleo en Espa?a
La reducci¨®n de los niveles de paro existente en Espa?a presenta pocas posibilidades de disminuir significativamente por la emigraci¨®n, y aunque el Gobierno trata de negociar con la CEE una pol¨ªtica de empleo para los emigrantes espa?oles, existen dificultades para llegar a un acuerdo satisfactorio, dada la tendencia de algunos pa¨ªses de delimitar la libre circulaci¨®n de trabajadores extranjeros ante los problemas que puede causar el ingreso de nuevos miembros en la CEE, seg¨²n el noticiario econ¨®mico del Banco de Vizcaya.La emigraci¨®n ha constituido en la d¨¦cada de los sesenta y primeros a?os de la actual, una importante v¨¢lvula de escape para los excedentes de mano de obra que la econom¨ªa espa?ola no era capaz de absorber. Adem¨¢s de permitir el mantenimiento de unos reducidos niveles internos de paro, las remesas de los emigrantes ayudaron a financiar el desarrollo espa?ol de los ¨²ltimos a?os, a?ade el informe.
Pero la crisis econ¨®mica subsiguiente a la elevaci¨®n de los precios del petr¨®leo coloc¨® a la econom¨ªa europea, principal destinatario de la emigraci¨®n espa?ola, en una situaci¨®n de estancamiento, cuando no claramente depresiva. Se redujo dr¨¢sticamente la capacidad de absorci¨®n de mano de obra, no s¨®lo extranjera, sino tambi¨¦n aut¨®ctona.
Las severas medidas estabilizadoras implantadas frenaron la admisi¨®n de trabajadores for¨¢neos. Adem¨¢s, mediante el est¨ªmulo de peque?as indemnizaciones, se foment¨® su retorno. En la actualidad, tan s¨®lo Suiza mantiene un aceptable nivel de receptividad de mano de obra espa?ola. Pero con ser grave para los niveles de ocupaci¨®n, la reducci¨®n de las posibilidades de emigrar, m¨¢s lo es a¨²n el masivo retorno producido que se estima en unas 450.000 personas en el ¨²ltimo quinquenio.
La incidencia que ello ha tenido en el nivel de desempleo registrado en Espa?a es enorme. Entre 1974 y 1977 el paro estimado se increment¨® en unas 580.000 personas. En dicho per¨ªodo volvieron 340.000 emigrantes aproximadamente. Es decir, que el reflujo del movimiento migratorio supuso, pr¨¢cticamente, el 60% del aumento de los niveles de paro.
El futuro del Movimiento Migratorio espa?ol parece a¨²n m¨¢s problem¨¢tico. Los pa¨ªses europeos desarrollan medidas restrictivas de la inmigraci¨®n, en especial de trabajadores no cualificados y, a¨²n cuando la crisis econ¨®mica fuera superada, la pol¨ªtica que tienden a seguir es contraria a la acogida de traba adores extranjeros. La entrada de Espa?a en la CEE podr¨ªa significar la reanudaci¨®n del flujo migratorio continental. Sin embargo, este es precisamente uno de los dos obst¨¢culos b¨¢sicos para nuestra integraci¨®n en la Comunidad.
Parece, pues, poco probable que pueda venir por ah¨ª el alivio de los niveles de paro, al menos a corto plazo. M¨¢s halag¨¹e?as son las perspectivas de la emigraci¨®n de temporada a Francia para las faenas agr¨ªcolas que no muestra tendencia a disminuir. Sin embargo, esto s¨®lo es un respiro de escasa magnitud. Solamente queda, por tanto, la emigraci¨®n ultramarina a pa¨ªses que, como Australia, Canad¨¢ o Venezuela, tengan abundancia de recursos naturales y escasez de mano de obra.
Sin embargo, ello exige, adem¨¢s de un cambio en la mentalidad del emigrante - mientras a Europa se iba con una clara idea de regresar - el retorno de estos pa¨ªses se presenta siempre mucho m¨¢s problem¨¢tico-, un cierto grado de cualificaci¨®n. Tal es el caso de Venezuela, en cuyos planes de desarrollo se prev¨¦ la necesidad, de contar con mano de obra exterior cualificada para cubrir 300.000 puestos de trabajo en los pr¨®ximos a?os.
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