Seis mil guineanos viven marginados en Espa?a
La mayor¨ªa de los aproximadamente 6.000 guineanos ecuatoriales que viven en Espa?a se encuentran en serias dificultades derivadas de su situaci¨®n como indocumentados o ap¨¢tridas que sufren desde que un decreto del presidente guineano, Mac¨ªas Nguema, les priv¨® de su nacionalidad o les vet¨® el derecho a conseguir pasaporte de su embajada en Madrid. Sobre su actual situaci¨®n de marginabilidad laboral, social y humana en Espa?a, donde el ¨¦xodo se yergue como alternativa aparentemente ¨²nica, escribe Rafael Fraguas.
El principal n¨²cleo se encuentra en Barcelona y el resto se halla esparcido entre Madrid y otras ciudades de la Pen¨ªnsula. La tercera parte de la cifra total est¨¢ compuesta por mujeres y hay un n¨²mero creciente de ni?os, aunque la mayor¨ªa de los ecuatoguineanos naci¨® cuando su pa¨ªs de origen pertenec¨ªa a Espa?a como provincia de ultramar.Los problemas m¨¢s importantes por los que atraviesan se sit¨²an en la esfera laboral, dadas las enormes dificultades con las que tropiezan a la hora de encontrar trabajo, pese a que muchos de ellos poseen cualificaci¨®n laboral. La singularidad de su situaci¨®n legal como indocumentados, desde el decreto de Mac¨ªas de agosto de 1972 y la retirada de la documentaci¨®n espa?ola tras la independencia, que ha llevado a algunos de ellos al status de ap¨¢tridas, frena sus posibilidades de colocaci¨®n profesional y determina sus p¨¦simas condiciones de vida.
Adem¨¢s, esta desinserci¨®n laboral les obliga a llevar una vida plenamente an¨®mala, con un nivel de ingresos realmente exiguo que se encuentra mayoritariamente estancad y sin esperanza alguna de crecimiento. Se dan muchos casos de alcohol¨ªsmo, de desasistencia sanitaria ante la enfermedad y crece paulatinamente el n¨²mero de suicidios entre ellos. Cuando mueren son enterrados en fosa com¨²n, seg¨²n denuncia un comunicado recientemente emitido por entidades ecuatoguineanas en Espana, y no reciben ning¨²n tipo de ayuda de las autoridades espa?olas. de cuyos organismos de cooperaci¨®n -como los destinados a Suram¨¦rica, del tipo de Cultura Hisp¨¢nica, hoy Centro Iberoamericano de Cooperaci¨®n- se encuentran absolutamente excluidos.
"Apartheid" espa?ol
Se da el caso de que en estas entidades se recogen iniciativas y apoyos a estudiantes o nacionales de Filipinas, donde la vinculaci¨®n hisp¨¢nica ha menguado notoriamente en los ¨²ltimos a?os. mientras que los guineanos. mucho m¨¢s conectados a Espa?a cultural y sociol¨®gicamente. se ven del todo desatendidos. Muchos de los residentes actuales acudieron en su d¨ªa a Espa?a a realizar el servicio militar. tras cuya licencia siguieron cursos de formaci¨®n profesional o de especializaci¨®n. Una franja de ellos sigui¨® estudios en las academias militares. y otro porcentaje desarroll¨® actividades administrativas en ministerios civiles y organismos oficiales. Entre estos ¨²ltimos no han existido apenas dificultades para conseguir su asimilaci¨®n a Espa?a a trav¨¦s de la nacionalidad plena. objetivo realmente dif¨ªcil de lograr para el resto de ecuatoguineanos que habitan en nuestro pa¨ªs.De la totalidad de ecuatoguineanos que residen en Espa?a. un grupo plenamente asimilado, y ya con la nacionalidad, procede de la antigua figura del emancipado pleno, verdadera expresi¨®n del apartheid que Espa?a ejerci¨® sobre Guinea Ecuatorial durante m¨¢s de 150 a?os hasta 1959. Esta extra?a figura jur¨ªdica y sociol¨®gica igualaba los derechos de los nativos a los de los colonos. Se conced¨ªa de un modo absolutamente selectivo y en un n¨²mero reducid¨ªsimo de casos. La posesi¨®n de esta distinci¨®n autorizaba al guineano a alternar en bares. restaurantes, clubs y otros lugares reservados para los colonos espa?oles. Permit¨ªa al titular comprar escopetas de caza, compra prohibida al resto de los africanos. Autorizaba tambi¨¦n a la compra de aceite de oliva y otros productos vedados al conjunto de nativos. Asimismo. facultaba el acceso al pasaporte espa?ol con visado exclusivo para Espa?a. Es de destacar. adem¨¢s. que la totalidad de los nativos, salvo los emancipados. carec¨ªa de documentaci¨®n de ning¨²n tipo y para trasta darse por el interior del territorio de Guinea o sus islas deb¨ªa solicitar un salvoconducto. Salvo las excep ciones. los nativos ten¨ªan vetado el derecho al estudio superior por la inexistencia de universidades. Con la transformaci¨®n de los territorios del golfo de Guinea en provincia espa?ola de ultramar se identificaron las nacionalidades de modo autom¨¢tico y con plena igualdad de derechos. A Espa?a accedieron muchos ecuatoguineanos para realizar el servicio militar o iniciar estudios superiores, a cuyo t¨¦rmino acced¨ªan al ejercicio profesional en nuestro pa¨ªs o en Guinea. Poco a poco se van desarrollando algunas instituciones para acogerse en Espa?a. como un colegio mayor universitario. el de Nuestra Se?ora de Africa. que iba a ser con el tiempo escenario de rivalidades pol¨ªticas entre los distintos sectores que se disputaban la hegemon¨ªa tras el proceso de independencia que ya se vislumbraba para R¨ªo Muni y Fernando Poo, denominaciones iniciales del territorio continental e insular de Guinea Ecuatorial. El desarrollo de los acontecimientos interiores y exteriores determina el acceso al poder de Mac¨ªas Nguema en 1969, un a?o despu¨¦s del decreto-ley emitido el 27 de julio de 1968 en El Pardo, por el cual se conced¨ªa la independencia a Guinea Ecuatorial. En este a?o se desarrollaron elecciones, a las que concurrieron cuatro formaciones pol¨ªticas. De tres de ellas sus l¨ªderes pol¨ªticos van paulatinamente a ser exiliados, detenidos, encarcelados o muertos bajo el r¨¦gimen de Mac¨ªas.En estas circunstancias, tras distintas declaraciones en las cuales se advierte a los guineanos del cariz sospechoso de los nacionales que residen en el exterior, adem¨¢s del destino sufrido por algunos estudiantes o profesionales que optaron por regresar a Guinea Ecuatorial y fueron asesinados, entre los ecuatoguineanos residentes en nuestro pa¨ªs cunde el p¨¢nico al retorno. ya que se ha identificado al residente en el extranjero como una especie de enemigo pol¨ªtico.
El ¨¦xodo como alternativa
Un elevado n¨²mero de ecuatoguineanos se ve obligado a emigrar a distintos pa¨ªses europeos. como Suiza. Holanda o Suecia, donde curiosamente. y pese a su desarraigo encuentran mayor comprensi¨®n que en las autoridades espa?olas. Desde un principio tramitan y gestionan la nacionalizaci¨®n o la aplicaci¨®n del estatuto de refugiado para los reci¨¦n llegados. En estos pa¨ªses logran m¨¢s apoyo que en Espa?a, pese a su vinculaci¨®n a nuestro pa¨ªs por lazos hist¨®ricos, ling¨¹¨ªsticos, culturales o humanos. Comoquiera que la normativa laboral respecto a los no nacionales incluye contradicciones realmente grotescas en muchos casos, se da la circunstancia de que para encontrar trabajo se ven obligados a exhibir ante las autoridades espa?olas la carta de residencia, documento que no se expende si no se exhibe, a su vez, la certificaci¨®n de que se desempe?a una tarea remunerada. La adscripci¨®n al status de ap¨¢tridas supone una advertencia a los empleadores, que pu¨¦den leer en las certificaciones que tal documento no autoriza al trabajo de su titular.Sobre la base de estos problemas -donde no han faltado las prohibiciones a la realizaci¨®n de actividades culturales y sociales- se gesta un movimiento de apoyo a la causa de los ecuatoguineanos, y ya existe una plataforma reivindicativa desde la cual solicitan que se facilite la nacionalidad espa?ola a todos los ecuatoguineanos que lo deseen, la concesi¨®n del estatuto de refugiado para el resto de los ecuatoguineanos en estado de ap¨¢tridas. y recabar de las autoridades espa?olas una actitud m¨¢s comprensiva para su actual situaci¨®n. Las reivindicaciones que han sido canalizadas por el denomina do Frente anti Mac¨ªas y otras enti dades- incluyen la igualdad de oportunidades y de ayudas que se brindan a suramericanos y filipinos. la documentaci¨®n adecuada para poder residir y trabajar en Espa?a con normalidad y el indulto a todos los que por estas faltas de legalizaci¨®n de documentaci¨®n se hallan encarcelados en Espa?a, as¨ª como la creaci¨®n de un departamento que se ocupe de los asuntos hispano-africanos.
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