Grave amenaza sobre los edificios ambientales del casco hist¨®rico
iOjal¨¢ que el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia de Madrid se agote todos los d¨ªas del presente mes de agosto! Y nadie piense que con esta ins¨®lita proclama pretende uno fomentar en el ciudadano com¨²n el h¨¢bito o propensi¨®n a la lectura de tan ¨¢rido medio informativo, ni paliar, por v¨ªa de austero ejercicio espiritual, la actual crisis de prensa, ni proponer, tampoco, un juego estival de pura estirpe dada¨ªsta. Se trata, lisa y llanamente, de alertar al convecino acerca de la grave amenaza que pesa sobre unos cuantos elementos (edificios) oficialmente declarados en posesi¨®n de valor ambiental e insuplibles, por ello mismo, en la complexi¨®n fison¨®mica de la ciudad de Madrid. Leer a diario el Bolet¨ªn de la Provincia va a conllevar, a lo largo del c¨¢lido agosto en curso, la amarga sorpresa de ver en trance de demolici¨®n legal (?) tales valores de ambiente, y la facultad tambi¨¦n de que usted interponga, a t¨ªtulo de simple empadronado, la oportuna alegaci¨®n o recurso de cara a la correspondiente y sucesiva suspensi¨®n de licencias de derribo. ?Qu¨¦ se entiende por elementos con valor ambiental? Aquellas fincas urbanas, concretamente, que bajo tal advocaci¨®n quedan comprendidas en el Precat¨¢logo de Edificios y Conjuntos de Madrid, publicado, por acuerdo del pleno del Ayuntamiento de 30 de septiembre de 1977, en el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia de 8 de noviembre de igual a?o. Enmarcadas en la secci¨®n tercera de dicho documento oficial, no tienen a su favor una concreta norma protectora dimanada de la autoridad municipal (cual la ordenanza 11) o del Estado (la declaraci¨®n de monumento hist¨®rico-art¨ªstico), ni les adorna la cualidad de edificios singulares, con la consiguiente (y tantas veces incumplida) suspensi¨®n de la licencia de derribo, caso de haberse concedido con anterioridad a la publicaci¨®n del Precat¨¢logo. Precatalogar, en fin, tales edificios ambientales entra?aba una plausible norma de cautela que la propia autoridad municipal se empe?a (como m¨¢s adelante ha de verse) en infringir, condenando a muerte aquello mismo que parec¨ªa dispuesta a salvar.
La jerarqu¨ªa edilicia (alcalde, a la saz¨®n, el se?or Arespacochaga) propuso la confecci¨®n de un Precat¨¢logo que en su d¨ªa (?cada vez m¨¢s pr¨®ximo!) hab¨ªa de servir de base al Plan Especial de Madrid, de acuerdo con la ley del Suelo y en torno a la definici¨®n y salvaguarda del casco hist¨®rico. Se encomend¨® la tarea a Juan L¨®pez Ja¨¦n, arquitecto jefe de la Zona Hist¨®rica de la Gerencia de Urbanismo. Pese a que el proyecto naciera tocado del ala (en ¨¦l se atend¨ªa exclusivamente a edificios, no a conjuntos,), L¨®pez Ja¨¦n inici¨® y llev¨® a cabo una labor ejemplar, digna del mayor encomio. Comenz¨® por rodearse de un equipo amplio y responsable, y concluy¨®, tras minuciosa inspecci¨®n de la ciudad, por alumbrar un documento inteligent¨ªsimo en el que la sola enumeraci¨®n de los edificios (de acuerdo con la restrictiva norma municipal) se hac¨ªa del todo compatible con la verificaci¨®n del tejido y per¨ªmetro del casco hist¨®rico de Madrid, perfectamente salvable mediante la recta adecuaci¨®n del Plan Especial a las directrices del Precat¨¢logo que aqu¨ª se comenta.
Tres apartados b¨¢sicos
Consta el Precat¨¢logo de tres apartados. En la llamada Secci¨®n I se incluyen los edificios intocables, protegidos, seg¨²n qued¨® dicho, por norma anterior y superior. La Secci¨®n II ampara a aquellos otros edificios singulares que, aun no gozando de an¨¢loga protecci¨®n oficial, excluyen la provisi¨®n de licencias de derribo, y la suspensi¨®n de las ya concedidas, por el mero hecho de estar precatalogados. Un tercer apartado contempla la situaci¨®n de aquellas fincas urbanas en posesi¨®n de un probado valor ambiental, piezas en suma decisivas a la hora de mantener, estrat¨¦gicamente intercaladas entre monumentos y edificios singulares. la continuidad hist¨®rica de la ciudad y pregonar su m¨¢s genuina entidad fison¨®mica. Y son justamente estos inmuebles, de inestimable funci¨®n complementar¨ªa, los que, pese a su inclusi¨®n en el Precat¨¢logo, corren riesgo grav¨ªsimo de derribo, al socaire del masivo desalojo que en Madrid se produce a lo largo del c¨¢lido agosto. Nos tememos lo peor, conscientes como somos, y delatores como en su d¨ªa fuimos, de la demolici¨®n ilegal de unos cuantos edificios comprendidos en la Serie II y de ciertas inadmisibles propuestas en torno a la destrucci¨®n y ulterior recompostura de algunos de la Serie I (casos del edificio barroco de la Atl¨¢ntida, en la Carrera de San Jer¨®nimo. y de la Imprenta del Quijote, en Atocha, 85). En plena elaboraci¨®n del Precat¨¢logo vio los suelos la estaci¨®n de gasolina de la calle Alberto Aguilera, incluida en la Serie II, y, tras su publicaci¨®n, lo han visto sucesivamente, y en id¨¦nticas condiciones de ilegalidad. el hospital Alerb¨¢n (enero del 78), el palacio de Talara (marzo del 78), la sede de la Caja de Ahorros, en la calle de Eloy Gonzalo (abril del 78) y la finca n¨²mero 60 de la calle de Serrano (abril del 78), en la ¨²nica manzana all¨ª subsistente del plan Castro, condenada a la misma triste suerte, con la exigencia (?valiente consuelo!) de que se reproduzcan las fachadas y el permiso de agregarles dos pisos de estilo (eso s¨ª) historicista.
Y vamos con los edificios ambientales, advirtiendo de entrada que la sola cuenta de las licencias de demolici¨®n solicitadas en los meses de junio y julio son s¨ªntoma alarmante de lo que va a ocurrir en el de agosto. Las licencias cursadas en el mes de junio afectan a los siguientes edificios: tres casas sitas en la Ciudad Lineal (calles de Aleixandre, Eladio L¨®pez Vilches y Julia Balenchana), la finca n¨²mero 16 de la calle Juan de Urbieta, la n¨²mero 109 de la calle Serrano, la n¨²mero 18 de la calle Villanueva, la n¨²mero 14 de la calle Juli¨¢n Hern¨¢ndez y la n¨²mero 5 de la calle Emeterio Casta?os. Las del mes de julio conciernen a estas otras casas: n¨²meros 9 y 9 bis de la calle Recoletos, n¨²mero 45 de Don Ram¨®n de la Cruz, n¨²mero 18 de Mel¨¦ndez Vald¨¦s, n¨²meros 109 y 111 de Serrano y n¨²mero 42-A de la Colonia de Bellas Vistas.
Tejido y per¨ªmetro urbano
Inclu¨ªdas ayer en el Precat¨¢logo que el propio Ayuntamiento orden¨® redactar y hoy corroboradas por el que el Colegio de Arquitectos acaba de dar a la luz, estas y otros cientos de casas merecen un respeto absoluto por su intr¨ªnseco valor ambiental y porque s¨®lo en su suma y sucesi¨®n se hace posible la salvaguarda del tejido urbano y se conforma, mediante su estrat¨¦gica inserci¨®n entre monumentos y edificios singulares, el per¨ªmetro efectivo de nuestro casco hist¨®rico. Demoler, por ejemplo, edificios en la Ciudad Lineal supone, al margen de su valoraci¨®n arquitect¨®nica, privarla del rigor urban¨ªstico y de la idea de conjunto con que fue trazada, al igual que el derribo de las antedichas fincas de la calle de Serrano implica la desmembraci¨®n de otro conjunto en el que se intercalan, entre los condenados a muerte, nada menos que cuatro edificios de los clasificados en la Serie II, as¨ª como la Inicial privaci¨®n de uno de sus inmuebles abre el camino a la desaparici¨®n de toda la colonia de Bellas Vistas. Razones de espacio me impiden abundar en una casu¨ªstica de f¨¢cil entendimiento, conform¨¢ndome por ahora con la formulaci¨®n de un par de preguntas. ?Para qu¨¦ orden¨® el Ayuntamiento la confecci¨®n del Precat¨¢logo? Si iba a ser la base del Plan Especial concerniente al casco hist¨®rico de Madrid, ?por qu¨¦ se excluye de ¨¦l a quien, con probada solvencia, lo hizo (el arquitecto L¨®pez Ja¨¦n, jefe de la Zona Hist¨®rica de la Gerencia de Urbanismo) y se le conf¨ªa a tina empresa privada, UIASA, de cuya competencia no parece infundada la duda o su razonable presunci¨®n? Alegar¨¢ la Gerencia de Urbanismo que no es legal ni vinculante la secci¨®n tercera del Precat¨¢logo. ?Por qu¨¦ entonces lo son la primera y la segunda? Y si no lo es, o queda a merced de libre interpretaci¨®n del lado de la autoridad municipal, ?por qu¨¦ ¨¦sta se empe?a en interpretarla a favor de los particulares, en vez de aplicarla en beneficio de los intereses generales que le competen y representa?
Faltan voces de denuncia, y mas van a faltar a lo largo del c¨¢lido agosto en marcha, ¨¦poca ya proverbial o tradicionalmente propicia al desmantelamiento urbano. Las alegaciones contra las licencias de derribo arriba mencionadas proceden de ADELPHA (Asociaci¨®n de Defensa Ecol¨®gica y del Patrimonio Hist¨®rico-Art¨ªstico), con el respaldo, a veces, del COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid) y sin el apoyo deseable, y ojal¨¢ que masivo, de asociaciones c¨ªvicas y simples ciudadanos interesados en la salvaci¨®n de su ciudad. S¨®lo una implacable acci¨®n conjunta podr¨ªa evitar la amenaza de ruina que sobre nuestro casco hist¨®rico se cierne desde comienzos del est¨ªo. Harto elemental es el procedimiento. Adquiera usted el Bolet¨ªn de la Provincia (?y quiera Dios que la demanda colectiva lleve a agotar su diaria edici¨®n!), subraye en ¨¦l las solicitudes de licencia atentatorias contras los edificios precatalogados como elementos con valor ambiental y eleve la correspondiente alegaci¨®n, para lo que, con un mes de plazo, tiene sobrada facultad en su sola y amable condici¨®n de convecino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.