Gran Breta?a celebra el cincuenta aniversario del sufragio femenino
Con numerosos desfiles, ¨ªnanifestaciones, exposiciones conmernorativas y reuniones p¨²blicas, Gran Breta?a est¨¢ celebrando estos d¨ªas, sin escatimar un genereso despliegue de medios, el cincuenta aniversario de la fecha en que las mujeres de este pais consiguieron el derecho de voto. Es un aniversario que dice mueho del coraje de aquel grupo de sufragistas que, contra los vientos y mareas que se encargaron de levantar tanto el recalcitrante ?macho ingl¨¦s? de aquellos tiempos, como muchas de sus propias compatriotas, vencieron este gran paso en lucha secular por la igualdad de los sexos. ?Es muy dif¨ªcil que la gente ioven de ahora?, nos ha dicho Margery Corbett Ashby, de 96 a?os de edad, destacada miembro del Partido Liberal y veterana luchadora contra la discriminaci¨®n de la mujer, ?se pueda hacer cargo de lo violenta y ardua que fue nuestra campa?a, de lo dif¨ªcil que fue alcanzar la victoria?.
Cincuenta a?os son un dilatado per¨ªodo de tiempo como para poder hacer un balance aproximado de lo alcanzado desde entonces. Tras el oropel de las exposiciones y de los documentos acreditativos de pasadas luchas, y despu¨¦s de expurgar las declaraciones y las deliciosas y entra?ables -patriarcales- palabras de cari?o y solidaridad hacia la emancipaci¨®n feminista que prodigan estos d¨ªas los directivos de los principales partidos pol¨ªticos brit¨¢nicos (poco m¨¢s del 50% del electorado nacional son mujeres), el fr¨ªo an¨¢lisis de las cifras reduce en muchos enteros los resultados efectivos del gran triunfo que la vanguardia de las mujeres brit¨¢nicas alcanzaron hace ahora cincuenta a?os.
Si consideramos la vida p¨²blica -la profesi¨®n pol¨ªtica- como la m¨¢xima expresi¨®n del reconocimiento del derecho de igualdad, nos encontramos con el hecho decepcionante de que nunca las mujeres fueron m¨¢s del 4,3% de los diputados en el Parlamento. Y ello -repetimos- a pesar de que m¨¢s del 50% del electorado son mujeres.
Para completar este negativo panorama, nos limitamos a decir que s¨®lo el 1,7% de los profesores universitarios, poco menos del 2% de los miembros del Institute of Directors, y poco m¨¢s del 6% de los profesionales liberales son mujeres. Por su parte, la vida econ¨®mica, los centros rectores de la vida financiera, a todas las escalas, las direcciones de las empresas y las profesiones que permiten un cierto grado de autonom¨ªa, de gesti¨®n ejecutiva, de independencia, est¨¢n en manos del hombre, y ello con porcentajes aplastantes.
Pol¨ªticos, soci¨®logos y psiquiatras est¨¢n, en general, de acuerdo en que no s¨®lo el tradicional chauvinismo machista es el responsable de esta situaci¨®n. Las propias mujeres inglesas son las que, en gran parte, deben sufrir las culpas: por recurrir. a la c¨®moda actitud de dejar que sea el hombre el encargado de opinar, de decidir, de cargar con las principales responsabilidades de la vida familiar, de la vida social. Resulta curioso confirmar, por ejemplo, que la mayor¨ªa de las mujeres prefieren confiarsuvoto a candidatos masculinos.
En l¨ªneas generales, las mujeres brit¨¢nicas no sienten demasiada atracci¨®n por los temas pol¨ªticos. De las veintisiete mujeres que figuran actualmente en la C¨¢mara de los Comunes, d¨ªecis¨¦is proceden de familias directamente vinculadas a la vida pol¨ªtica nacional.
Esta falta de vocaci¨®n pol¨ªtica podr¨ªa explicarse por la escasa. formaci¨®n intelectual de las mujeres, por su condici¨®n de principales responsables del cuidado de los hijos y del trabajo de casa, y por las especiales condiciones de la maquinaria pol¨ªtica inglesa y el sisterna de elecci¨®n de candidatos y de votaciones.
Por todo ello, resultar¨ªa desenfocado lanzar las campanas al vuelo ante fen¨®menos aislados y poco representativos, como los que constituyen la carrera pol¨ªtica de la se?ora Margaret Thatcher, dirigente del Partido Conservador brit¨¢nico y primera m¨¢xima responsable de un gran partido pol¨ªtico en los pa¨ªses de Europa occidental, o de Shirley Williams, titular laborista de la cartera de Educaci¨®n y Ciencia.
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