La soledad del hombre castellano
Dos hombres j¨®venes, castellanos de Avila, que sienten hondamente la problem¨¢tica de su tierra, se conocen un d¨ªa y descubren que sus poemas y su pintura tienen una misma ra¨ªz. El sufrimiento y la soledad de los hombres v tierras de Castilla. El resuitado de este encuentro entre el poeta -Caro Merino- y el pintor -D¨ªaz Castilla- es Los hombres solos, en el que expresan la vida de esos pueblos castellanos, marginados v secos. con su cente gastada, silenciosa y condenada al olvido. Los hombres solos es un libro para interpretar con dos c¨®digos distintos, pues dos son sus lecturas, ve que, afortunadamente, no es ¨¦ste el t¨ªpico caso de pintura apoyada en poemas. o poes¨ªa ilustrada con dibujos. La poes¨ªa de Caro Merino s¨®lo tiene en com¨²n con la pintura de D¨ªaz Castilla una preocupaci¨®n por la soledad del hombre universal y del castellano en particular.
Los hombres solos
Dibujos de D¨ªaz Castilla. Poes¨ªas de Caro Merino. Industrias Gr¨¢ficas de Espa?a, 1978. Edici¨®n numerada de mil ejemplares
Con sus dibujos en mancha, D¨ªaz Castilla muestra, de forma cruel a veces, la soledad del campesino, reflejo de la desesperanza y frustraci¨®n de una tierra dura, est¨¦ril y desertizada, en la que la incomunicaci¨®n es el pan nuestro de cada d¨ªa.
Sus modelos son los hombres de estos pueblos de la sierra de Avila, que el pintor conoce como pocos -naci¨® y vive en Soto de Piedrah¨ªta, un pueblo de no m¨¢s de 140 habitantes- y que ¨¦l capta en su medio natural. Son hombres que ha visto cientos de veces en la taberna, encorvados sobre la tierra o en el mercado de Piedrah¨ªta del Cebrero. Por eso, sus dibujos poseen toda la provocaci¨®n de lo natural, de lo aut¨¦nfico, y de ah¨ª esas bocas retorcidas, herm¨¦ticas, laceradas por el grito que muere en la garganta. Bocas que s¨®lo se abren para apurar un trago de vino o gritar: ?Mam¨®n, ?por qu¨¦ no me compras una vaca??, y cuyo expresionismo recuerda las pinturas negras de Goya. No en vano el aragon¨¦s hizo parte de las pinturas negras durante sus estancias en el palacio que Cayetana de Alba pose¨ªa en Piedrah¨ªta del Cebrero.
Su poes¨ªa gira hacia la soledad, la esperanza, la muerte y la incomunicaci¨®n.
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