La dimisi¨®n de Mart¨ªnez Barrio
Ha llegado a mis manos el n¨²mero del 18 de julio, con el art¨ªculo del se?or Alonso Ba?o sobre el Gobierno Mart¨ªnez Barrio, del 18-19 dejullo de 1936. Espero me permita, como autor de un libro sobre el Ej¨¦rcito republicano en la guerra civil, hacer ciertas observaciones sobre el trabajo del se?or Alonso.La intenci¨®n del articulista parece ser demostrar que Mart¨ªnez Barrio no dimiti¨® porque el general Mola se negara a aceptar la mano extendida de la paz, sino porque Largo Caballero y Carrillo se opusieron a la pol¨ªtica de la paz e insistieron en formar milicias, incitando a las turbas contra el Gobierno nuevamente formado.
Para demostrar que este Gobierno hubiera llegado a ?buen puerto?, el se?or Alonso aduce que la mayor¨ªa de los altos mandos se mantuvieron leales.
Ahora bien; sin ¨¢nimo de herir, pero con un esfuerzo de pesar posibilidades, pregunto lo siguiente:
1. ?C¨®mo sabe el se?or Alonso porqu¨¦ dimiti¨® Mart¨ªnez Barrio? De lo que escribe, se supone que ¨¦l no estuvo all¨ª. Entonces se lo habr¨¢ contado alguien. ?Fue el mismo Mart¨ªnez Barrio? A menudo el historiador se encuentra con declaraciones contradictorias que emanan de personas de igual solvencia. Puede ser que la dimisi¨®n se debiera a la presi¨®n caballerista, pero es tambi¨¦n verdad que Mola no acept¨® la oferta de la paz, y para, esto fue por lo que el Gobierno se hab¨ªa formado.
2. No creo que, seg¨²n dice el articulista sin ellos (Caballero y Carrillo) la sublevaci¨®n no se hubiera extendido? porque la sublevaci¨®n ya estaba preparada y en camino. ?Cree el se?or Alonso que si Mola hubiera accedido a los ruegos de Mart¨ªnez Barrios, si no se hubiera empezado a armar a las milicias, que no hubieran ocurrido las sublevaciones de Barcelona, Madrid, Castilla la Vieja, Valencia, Mallorca, etc¨¦tera, sin contar las que ya hab¨ªan ocurrido en Marruecos y Andaluc¨ªa? No. Si Mola hubiera dicho ?s¨ª?, si no se hubiera armado las milicias, en Pamplona hubiera habido un fusilado m¨¢s, con las estrellas de general de Brigada, y las milicias no hubieran defendido a Toledo lo suficiente como para detener a Franco y salvar a Madrid.
3. Que diecisiete generales con alto mando no se sublevaron es ya una perogrullada. Todos los que tienen alg¨²n serio inter¨¦s lo saben desde los d¨ªas cuando la historia de la Cruzada les motejaba de ?vendidos a la conspiraci¨®n judalca-marxista-comunista?. Adem¨¢s, su fidelidad no es de extra?ar. Ten¨ªan mando precisamente por ser de fiar. Los nombramientos a altos cargos militares siempre ten¨ªan motivos pol¨ªticos adem¨¢s de militares. M¨¢s es de extra?ar que se sublevaran Queipo y Cabanellas, lo cual cogi¨® a la Rep¨²blica de sorpresa. Pero el hecho de la fidelidad ,de esos mandos no es Pertinente. La sublevaci¨®n fue cosa de coroneles para abajo. M¨¢s pertinente ser¨ªa preguntar: de la guarnici¨®n de Barcelona, ?cu¨¢ntos comandantes, incluso de los que no se sublevaron, eran leales a la Rep¨²blica tendr¨ªan que atacar a sus compa?eros sublevados?
Es corriente decir que el armar al pueblo y la disoluci¨®n del Ej¨¦rcito extendi¨® la guerra. Cierto que se puede arg¨¹ir que se deb¨ªa haber empleado los restos del Ej¨¦rcito. Pero es ¨¦ste un argumento que ignora no s¨®lo el menor n¨²mero de unidades (especialmente de infanter¨ªa) en la zona gubernamental, el hecho de que los sublevados eran precisamente las tropas m¨¢s aguerridas, la Legi¨®n y los Regulares, sino tambi¨¦n el estado desastroso de cualquier batafl¨®n en zona republicana, confuso, fraccionado, sin saber de cu¨¢les de sus oficiales pod¨ªa fiarse, en comparaci¨®n con unidades con toda su plantilla de oficiales, lo cual era t¨ªpico en zona nacional.
Echar la culpa de la extensi¨®n del conflicto sobre las espaldas de Largo Caballero es, me parece, irreal. Visto el historia? del Ej¨¦rcito en sus encontronazos con las fuerzas revolucionarias, y vista la negativa de Mola a deponer las armas, el insistir en disolver el Ej¨¦rcito fue l¨®gico..No podemos saber si fue una decisi¨®n correcta, pero desde luego no fue equivocada.
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