J.M.Areilza: El fuero, una parte viva de la libertad
?-?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre las ¨²ltimas jornadas de la Constituci¨®n en el Congreso, aqu¨¦llas en las que se debat¨ªa el concepto foral?-Pues mi opini¨®n es que, independientemente de lo debatido en la forma, lo que en el fondo se estaba dilucidando era una concepci¨®n del Estado: la "filosof¨ªa del Estado".
Quiero dejar bien claro que yo no soy nacionalista. Sentada esta premisa dir¨¦ que los planteamientos hechos para obtener una menci¨®n espec¨ªfica al sistema foral en la Constituci¨®n son importantes y nada desde?ables. A saber: planteado el tema foral ha habido quienes han calificado tales pretensiones como de "arcaismos hist¨®ricos", de "vuelta al esp¨ªritu medieval", de "privilegios inaceptables", todo ello en un aire y tono peyorativos, modernistas, de desd¨¦n hacia algo que podr¨ªa suponer, seg¨²n algunos cr¨ªticos, casi una "resurrecci¨®n arqueol¨®gica del pasado".
A mi juicio no se puede valorar as¨ª tal proposici¨®n. Considero esta cr¨ªtica -la "modernista", por calificarla de alguna manera- como un error de planteamiento y un s¨ªntoma de que el problema de fondo no es conocido.
-?Cu¨¢l es el problema de fondo?
-La participaci¨®n del ciudadano en la vida p¨²blica moderna es tanto m¨¢s eficaz cuanto m¨¢s cerca est¨¢ de la comunidad a la que pertenece. Esta apreciaci¨®n, traducida a los tiempos en los que vivimos, me induce a pensar que nuestra legalidad deber¨ªa respetar dos tipos de principios: aquellos que hacen referencia al pasado hist¨®rico de un pueblo, como punto de partida de una construcci¨®n jur¨ªdica, y aquellos otros que contemplan la convivencia de estructurar un Estado moderno sobre un conjunto de unidades de gobierno relativamente peque?as para que en esas unidades se lleve a cabo, con eficacia, el sistema de participaci¨®n democr¨¢tica.
-?Traducido todo ello a la raz¨®n f¨®ral...?
-El fuero era, en su tiempo, lo que hoy denominar¨ªamos, de una parte, las libertades civiles o los derechos humanos, que se materializaban generalmente en un sistema de protecciones procesales. Por otro, articulaba un esquema de representaci¨®n local.
Y no creo que se pueda calificar, a todo esto, "poso" de arcaismo hist¨®rico. Es un concepto de las libertades de Espa?a tan vivo y tan aut¨¦ntico como pueda serlo cualquier otro que haga referencia a nuestro pasado.
-?Incluye en este tema el pol¨¦mico Pacto de la Corona?
-Naturalmente. Es hist¨®rico que exist¨ªa un Pacto de la Corona con Ios pueblo que se reg¨ªan por el sistema foral. Recientemente ha habido quien se ha rasgado las vestiduras cu¨¢ndo se ha planteado el asunto, pero..., ?vamos!, gente tan poco "sospechosa" como Balmes, Donoso Cort¨¦s y V¨¢zquez de Mella defendieron en su d¨ªa la idea de que el Rey ten¨ªa que pactar con su pueblo y que en ese pacto estaba representada la idea de la foralidad.
En definitiva: es v¨¢lido acentuar el prop¨®sito de una reintegraci¨®n foral. Y es algo v¨¢lido porque constituye un punto de partida, un derecho que subsiste inherente a los pueblos, y que no ha sido otorgado ni obtenido a trav¨¦s de un Parlamento democr¨¢tico.
-?Qu¨¦ le separa a usted, entonces, del genuino nacionalismo vasco?
-Bien; yo creo que el nacionalismo tiene un aspecto muy positivo: su respeto al principio foral y su apreciaci¨®n de la representaci¨®n popular. Estoy en desacuerdo, no obstante, con la din¨¢mica nacionalista que reclama la independencia, el derecho a la independencia o a la autodeterminaci¨®n.
-Estamos hablando de problemas, pol¨ªticos de ¨ªndole popular con reflejo parlamentario. Sin embargo, las organizaciones revolucionarias armadas y extraparlamentarias tienen un peso espec¨ªfico, y aqu¨ª con particular intensidad. ?Qu¨¦ es, a su juicio, ETA? ?Una organizaci¨®n armada revolucionaria? ?Unas bandas armadas. ?Un engranaje m¨¢s de un su puesto terrorismo internacional?
-Existe un terrorismo internacional propiciado, seg¨²n mi criterio, por muchos factores comunes y coincidentes como, por ejemplo, la marginaci¨®n de las generaciones j¨®venes y la apelaci¨®n a la violencia como evasi¨®n para los marginados... Pero no creo en una internacional terrorista organizada estructural y operativamente hablando. Tampoco creo que ETA pueda ser denominada como una "banda armada".
Lo que yo creo de ETA es que se trata de una insolidaridad violenta de una parte importante de la opini¨®n vasca respecto a su futuro viable. No es un "c¨¢ncer" que deba ser extirpado, como se ha dicho recientemente, sino un problema pol¨ªtico de primera magnitud.?
13 agosto
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