"Si me env¨ªan la lista de la gente que trabaja en la embajada de EEUU les dir¨¦ qui¨¦nes son de la CIA"
Recientemente, Agee y varios miembros del Convert-Action permanecieron en La Habana, invitados por el Gobierno cubano para participar en las sesiones del Tribunal Internacional La juventud acusa al imperialismo, constituido a ra¨ªz de la celebraci¨®n del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, con el fin de revelar las diversas formas de intervencionismo que Estados Unidos practica en diversos pa¨ªses, y en especial el papel de la CIA en este proceso. ?Hace ya diez a?os que no trabajo para la CIA -se?ala Ph?llip Agee- y nunca trabaj¨¦ en asuntos de Espa?a. Pero siempre que me preguntan por los GRAPO y otros grupos de extrema izquierda europeos contest¨® que, a trav¨¦s de mi experiencia en la CIA, nunca conoc¨ª organizaciones de derecha que se hicieran pasar por extrema izquierda, as¨ª como tampoco conozco ning¨²n caso de grupos terroristas de izquierda creados o inspirados por la CIA.?
Phillip Agee se hab¨ªa expresado en t¨¦rminos id¨¦nticos en el transcurso de una rueda de prensa celebrada en La Habana el pasado 28 de julio de 1978. Sin embargo, y de forma inexplicable, sus declaraciones fueron recogidas por las agencias de noticias en t¨¦rminos totalmente opuestos a lo manifestado por el ex agente de la CIA. Ello provoc¨® que la mayor parte de medios de comunicaci¨®n espa?oles presentaran a los GRAPO como un grupo terrorista inspirado por la CIA, poniendo en boca de Agee algo que nunca dijo.
?De la misma manera -a?ade-, siempre he cre¨ªdo la versi¨®n que se?ala a ETA como responsable de la muerte de Carrero Blanco; nunca tuve argumento para creer lo contrario.?
Tambi¨¦n en La Habana, el agente de los Servicios de Seguridad de Cuba Nicol¨¢s Alberto Sirgado Ros, infiltrado en la CIA por espacio de diez a?os, denunci¨® los nombres de varios agentes de la CIA que trabajaron o trabajan en Espa?a: Allan G. Morris, Francis Sherry III y Joseph Cybulski. A ellos hay que a?adir el nombre de Alberto Rodr¨ªguez Gallego, director en Madrid de la academia de idiomas Berlitz, asimismo denunciado como agente CIA en las sesiones del Tribunal Internacional La juventud acusa al imperialismo. Phillip Agee cree tambi¨¦n que Espa?a es, actualmente, un punto de especial atenci¨®n para la CIA.
?Si me proporcionan -dice- una lista de todo el personal acreditado por la embajada americana en Madrid ante el Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores, se la puedo devolver con una se?al junto a los nombres de aquellos que pertenecen a la CIA. Hace dos a?os, en un an¨¢lisis que hice sobre el personal americano destacado en Madrid, encontr¨¦ a veintinueve o treinta agentes de la CIA, doce de los cuales eran oficiales de la agencia.
Acerca del actual embajador Todinann -contin¨²a Agee-, no creo que sea un agente permanente de la CIA, aunque siempre hay una coordinaci¨®n entre la gente del departamento de Estado, y sobre todo el embajador, con las estaciones de la CIA. Estas estaciones son parte del personal del embajador y ¨¦ste es el jefe de toda la misi¨®n diplom¨¢tica...?
Una de las ¨²ltimas actuaciones de la CIA en Espa?a, seg¨²n Agee, habr¨ªa sido la actividad dirigida a impedir la asistencia de la delegaci¨®n espa?ola al festival de la juventud que ha tenido lugar en Cuba. Estas actividades habr¨ªan sido llevadas a cabo por un miembro de la embajada USA en Madrid, llamado Ray CaldweIl. ?Un amigo espa?ol -apunta el ex agente de la CIA- me inform¨® de que CaldweIl hab¨ªa intentado disuadir a varias personas que ten¨ªan algo que ver con las organizaciones juveniles que componen la delegaci¨®n para que ¨¦stas no acudieran al festival, o en el caso de que vinieran causar disensiones en su seno.?
Hay que se?alar que cuando Agee hizo estas manifestaciones a EL PA?S desconoc¨ªa que, efectivamente, estas disensiones existieron (v¨¦ase EL PAIS de 2 de agosto de 1978). Las mismas tuvieron su concreci¨®n m¨¢s evidente en el acto inaugural del festival y en los enfrentamientos que motiv¨® la discusi¨®n sobre la bandera que deb¨ªa presidir el desfile de la delegaci¨®n espa?ola.
El ex agente Phillip Agee no cree que la CIA haya cambiado sus m¨¦todos desde que ¨¦l abandonara la organizaci¨®n. Manifiesta, no obstante, que es hora ya de que otros agentes o ex agentes hagan su aportaci¨®n ?En realidad -manifiesta-, hay varios que ya lo hacen. Ah¨ª est¨¢ el caso de John StockweIl, en la CIA hasta hace s¨®lo dos a?os, y que acaba de publicar un libro con informaciones muy buenas sobre la CIA y, en especial, sobre su actividad en Angola. Creo, adem¨¢s, que habr¨¢ nuevos casos como ¨¦ste en marcha.?
De los once a?os y medio que Agee permaneci¨® en la CIA, pas¨® seis destacado en Am¨¦rica Latina. Su primer libro relata detalladamente su actuaci¨®n en esta parte del hemisferio. Por ello es innegable el inter¨¦s que una edici¨®n castellana de Inside the Company habr¨ªa despertado. Parad¨®jicamente, esta edici¨®n no se ha llevado a cabo. Diversas informaciones se?alan un bloqueo de la misma por parte de editorial Grijalbo, propietaria de los derechos de edici¨®n del libro de Phillip Agee en castellano. Los negocios de Grijalbo en M¨¦xico y su amistad con el ex presidente de este pa¨ªs, Echevarr¨ªa -a quien en diversas ocasiones Agee ha se?alado como colaborador de la CIA-, ser¨ªan la causa de la no aparici¨®n de la obra del ex agente en lengua castellana.
?Yo no vend¨ª mis derechos a Grijalbo -se?ala Agee al respecto-; esto fue un trato directo entre mi editor en Londres, Penguin Books, y Grijalbo, en M¨¦xico. Desconozco los detalles sobre lo que ocurri¨® a la hora de publicar el libro. Ser¨ªa bueno que consultaran con Grijalbo sobre el particular. Lo interesante es que felizmente el libro aparecer¨¢ en Espa?a el pr¨®ximo mes, editado por Laia.?
Durante la conversaci¨®n surge inevitablemente la pregunta del c¨®mo y el por qu¨¦ entr¨® Phillip Agee en la CIA, su evoluci¨®n posterior y su salida de la organizaci¨®n...
?Entrar en la CIA no era una cosa muy rara en los a?os cincuenta para un joven universitario como yo. Todo fue producto del maccarthysmo, de la guerra fr¨ªa y de la educaci¨®n tradicional. Rechac¨¦, sin embargo, el primer ofrecimiento que me hicieron, a los veinti¨²n anos. Despu¨¦s, a la hora de hacer el servicio militar y al enterarme de que pod¨ªa hacerlo dentro del programa de la CIA, me pareci¨® mucho m¨¢s interesante. Me aceptaron (iba recomendado por una amiga de mis padres que era agente permanente de la CIA) y entr¨¦ en la agencia a mediados de 1957. Luego, a trav¨¦s de mi trabajo a lo largo de varios a?os, cambi¨® mi apreciaci¨®n sobre lo que era y significaba la CIA hasta llegar a rechazar lo que eran sus bases: el reformismo gradual, programas como la Alianza para el Progreso..., y decid¨ª salir de la CIA. S¨®lo "salir" de la CIA.
Luego -se?ala- comenc¨¦ a tomar notas de mis actividades y de lo que representaba la CIA. Apunt¨¦ ideas sobre un futuro libro. En ello invert¨ª casi cinco a?os. Reconstru¨ª lo que hab¨ªa sido la CIA en los pa¨ªses en que yo hab¨ªa trabajado y ello constituy¨® una reeducaci¨®n para mi.
Estar once a?os y medio en la CIA, salir de la organizaci¨®n y publicar luego sus m¨¦todos y sus planes reporta riesgos.
?Ahora -cuenta Agee-, con toda la notoriedad que ha alcanzado mi caso, no creo que haya peligro por parte de la CIA. Me refiero a violencia fisica. He sufrido varios hostigamientos, como, por ejemplo, una persecuci¨®n en diembre de 1974, en Espa?a, por parte de varios individuos equipados con material fotogr¨¢fico id¨¦ntico al que utiliz¨¢bamos en la CIA.
Explica Agee que luego estos hostigamientos se han vuelto mucho m¨¢s sutiles...
?Me veo obligado a moverme de un pa¨ªs a otro -fue expulsado de Gran Breta?a y actualmente reside en Italia de forma provisional- y esto no es una cosa que agrade a cualquiera.?
Este mismo argumento lo utiliza cuando se le insin¨²a que casos como el suyo -y el mismo grupo Convert-Action- pudieron haber sido generados por la CIA para esconder el grueso de sus actividades exponiendo p¨²blicamente una parte de sus acciones. ?Si alguien revisa el libro que sacaremos -manifiesta- el pr¨®ximo mes, Dirty Work, se dar¨¢ cuenta de lo que hemos hecho en contra de la CIA durante los ¨²ltimos tres a?os. Luego podr¨¢ juzgar si puede ser una maniobra o si es cierto y honesto nuestro trabajo.
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