Gran recibimiento al presidente chino en Ruman¨ªa
A pesar de que los diarios rumanos omitieron toda alusi¨®n a la visita del premier chino Hua Kuo-feng, en la misma v¨ªspera de su primer viaje a Ruman¨ªa -el segundo de un jefe de Gobierno de China a Bucarest desde 1966-, la recepci¨®n de Hua ha sido comparable a la tributada al presidente Nixon en 1969, al menos en lo que se refiere a la expectaci¨®n en las calles de la capital.
Tras un silencio oficial total, ahora se ha dado a conocer parte del programa del viaje. Hua Kuo-feng presidir¨¢, junto con Ceaucescu, un acto de masas -una reuni¨®n de amigos, seg¨²n terminolog¨ªa oficial- y visitar¨¢, a partir de ma?ana, los campos petrol¨ªferos de Ploesti y las instalaciones de Brasov (antigua Kronstadt germ¨¢nica), para terminar su estancia en Ruman¨ªa con una breve estancia en las costas rumanas del mar Negro.Independientemente del programa, lo que cuenta en la visita de Hua Kuo-feng a Ruman¨ªa es el contexto pol¨ªtico. El premier chino visita un pa¨ªs del Pacto de Varsovia que busca una equidistancia, pero que geogr¨¢ficamente limita, en una tercera parte, con la URSS.
La entrevista de Ceaucescu con Brejnev
En la v¨ªspera de la visita del jefe del Gobierno chino, el comit¨¦ ejecutivo del PC rumano hizo p¨²blico un comunicado sobre la breve reuni¨®n de Ceaucescu con Brejnev en Crimea, hace poco m¨¢s de una semana. En la declaraci¨®n se concept¨²a la visita a la residencia de verano del l¨ªder sovi¨¦tico, como una ocasi¨®n estimable de ?ampliar y multiplicar? las relaciones entre la URSS y Ruman¨ªa. En suma, esta reuni¨®n ha sido ?un ¨²til intercambio de opiniones? para la ?difusi¨®n y fortalecimiento de la cooperaci¨®n mundial al servicio de la causa del socialismo?. Estos t¨¦rminos ?compensatorios?, contando con el significado de la visita de Hua Kuo-feng, parec¨ªan obligados para neutralizar las sospechas de ?opci¨®n antisovi¨¦tica? que inevitablemente despierta la presencia del jefe del Gobierno chino en Bucarest.En Europa oriental se toleran, si se puede decir as¨ª, la postura contemporizadora de Bucarest, pero se tiene en cuenta que los tres pa¨ªses a visitar por Hua -Rumania, Yugoslavia e Ir¨¢n- podr¨ªan convertirse en un frente antisovi¨¦tico si los dos primeros decidiesen alg¨²n d¨ªa romper con su postura intermedia o mediadora, en el conflicto que representan las ?opciones? de Pek¨ªn y Mosc¨². Por lo que toca a Ir¨¢n, los chinos no dudaron, a comienzos de a?o, en aceptar que el KGB (polic¨ªa secreta sovi¨¦tica) hab¨ªa inspirado una serie de conflictos antimon¨¢rquicos y en respaldar moralmente al sha contra la amenaza que significar¨ªa la orientaci¨®n pro-sovi¨¦tica de Afganist¨¢n en la pasada primavera.
El ejemplo de Chu En-lai
Lo que m¨¢s inquieta a los rumanos partidarios de la moderaci¨®n entre las opciones chinas y sovi¨¦ticas es que Hua Kuo-feng pueda seguir el ejemplo de Chu En-lai, en su visita a Bucarest en 1966. Chu, que permaneci¨® en Ruman¨ªa nueve d¨ªas, trat¨® de convertir sus primeras intervenciones p¨²blicas en un alegato antisovi¨¦tico, y los rumanos se vieron obligados a pedirle que suavizara sus acusaciones ?revisionistas? dirigidas contra los sovi¨¦ticos. Poco antes, Brejnev hab¨ªa intentado una vez m¨¢s atraersea Ceaucescu a una fidelidad a la alianza, citando para ello incluso el acuerdo de amistad vigente entre los dos pa¨ªses.En esta ocasi¨®n, la propia delegaci¨®n china ha dado a entender que Hua Kuo-feng tratar¨¢ de eludir todo ataque directo al Kremlin, pero no por ello renunciar¨¢ a expresar la oposici¨®n de Pek¨ªn a todo tipo de hegemon¨ªa, es decir, a la ?prepotencia sovi¨¦tica?.
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