Eanes critica la falta de colaboraci¨®n de los partidos portugueses

(Viene de la primera p¨¢gina)Es el presidente Eanes quien traz¨®, en t¨¦rminos en¨¦rgicos, el cuadro y los objetivos de la acci¨®n del nuevo ejecutivo. Diagnosticados los grandes males de la econom¨ªa portuguesa -d¨¦ficit de la balanza comercial y de pagos, crecimiento de la deuda exterior, inflaci¨®n, paro directo o encubierto-, los remedios se?alados por el jefe del Estado salen en l¨ªnea recta de la m¨¢s pura ortodoxia economicista: austeridad reforzada, sobre todo en relaci¨®n a los gastos sociales, ya que hay que estimular las inversiones reproductivas, p¨²blicas y privadas. Los trabajadores son invitados a postergar sus ?justas aspiraciones? en beneficio de la reactivaci¨®n econ¨®mica?.

Pero el general Eanes dedic¨® la otra mitad de su intervenci¨®n a nuevas cr¨ªticas y nuevas llamadas a los partidos. Cr¨ªticas directas a la negativa de los partidos en colaborar a la formaci¨®n del nuevo Gobierno- e indirectas: ?A pesar de la crisis econ¨®mica y de la inestabilidad pol¨ªtica, el comportamiento del pueblo portugu¨¦s es la prueba de que no es a ¨¦l que se deben nuestras carencias y nuestras dificultades?, dijo el general Eanes, dejando claramente entender que las causas tienen que ser buscadas del lado de los Gobiernos, y por extensi¨®n, de los partidos.

Las llamadas a los partidos, tantas veces reiteradas en las ¨²ltimas semanas, suenan a exigencias: la ¨²nica manera de asegurar la estabilidad es la coalici¨®n de partidos y, para ello, estos deben dialogar y ponerse de acuerdo. Si no lo hacen, la inestabilidad pol¨ªtica llevar¨¢ al descalabro de la vida democr¨¢tica, y si no quieren gobernar, que dejen a Nobre da Costa resolver los problemas, porque de lo contrario, son las ?transformaciones cualitativas? que Portugal ha conocido las que estar¨¢n en peligro en la pr¨®xima revisi¨®n de la Constituci¨®n.

En lo que se refiere a la separaci¨®n de poderes entre la presidencia y el Parlamento, Eanes ha sido tajante: la confianza del presidente es indispensable para que el Gobierno gobierne, pero la confianza del Parlamento no es absolutamente imprescindible. Basta que los diputados ?omitan? expresar su desconfianza. La confianza del presidente pasa pues, claramente a ser ?condici¨®n esencial? para gobernar.

Socialistas y dem¨®cratas cristianos han manifestado, de varia maneras, en la propia ceremonia su negativa en apoyar la ?mala soluci¨®n? escogida por Eanes. El Gobierno cesante no asisti¨®, como es habitual, a la transmisi¨®n de poderes. Mario Soares, cuya presencia estaba prevista, falt¨® a la ceremonia, por motivos de salud. Socialdem¨®cratas, comunistas y socialistas estaban representados por figuras de segundo plano y los dem¨®cratas cristianos estuvieron totalmente ausentes. Se dec¨ªa en los corredores que el CDS hab¨ªa quedado particularmente herido por una declaraci¨®n de Nobre da Costa a Le Monde acusando a partidos pol¨ªticos de adoptar dos lenguajes completamente distintos, dependiendo de si conversaban con ¨¦l en privado o hac¨ªan declaraciones p¨²blicas.

En el final de su discurso el presidente Eanes rindi¨® homenaje a la actividad de Mario Soares, a su capacidad pol¨ªtica y a su ?fe inquebrantable en la democracia?. Una frase, sin embargo, sorprendi¨®: ?La Historia mostrar¨¢ la importancia de la contribuci¨®n (de Mario Soares) para la estabilizaci¨®n del r¨¦gimen democr¨¢tico nacido el 25 de abril de 1974, dijo el general Eanes, frase que suena un tanto a despedida, cuando nada permite prever que el joven secretario general del mayor partido portugu¨¦s est¨¦ dispuesto a abandonar tan pronto la vida pol¨ªtica portuguesa.