Espa?a apoya las iniciativas de paz mauritanas
El Gobierno espa?ol apoya las iniciativas pol¨ªticas de Mauritania encaminadas a la b¨²squeda de una soluci¨®n pac¨ªfica de la crisis del Sahara. Este es el primer resultado de las conversaciones que los ministros de Asuntos Exteriores de ambos pa¨ªses mantuvieron en Madrid a lo largo de dos d¨ªas y en las que el titular mauritano, Chiekhna Mohamed Lalhdaf, solicit¨® a su colega espa?ol, Marcelino Oreja, apoyo pol¨ªtico y econ¨®mico para el nuevo r¨¦gimen de Mauritania que preside el coronel Salek.Sobre el resultado de estas conversacicines, el se?or Oreja declar¨® ayer a EL PAIS que ?el Gobierno espa?ol ve con simpat¨ªa las iniciativas del Gobierno de Nuakchott para buscar una soluci¨®n justa, pac¨ªfica, duradera y aceptable para todas las partes implicadas en el conflicto del Sahara?. El ministro espa?ol, que se declara satisfecho de las conversaciones en las que el se?or Laghdaf le inform¨® sobre la pol¨ªtica mauritana ante la situaci¨®n pol¨ªtica y militar sahariana, a?adi¨® que ?el Gobierno espa?ol har¨¢ cuanto est¨¦ en su mano para contribuir positivamente a los prop¨®sitos de paz y que considera que la estabilidad de la regi¨®n, y en primer t¨¦rmino la de la propia Mauritania, constituye un factor primordial entre los objetivos de su pol¨ªtica en el ¨¢rea?.
Sobre el contenido exacto del plan de paz que Mauritania tiene en cartera y sobre la f¨®rmula de organizar la negociaci¨®n ambas partes guardan un silencio absoluto, aunque algunas fuentes confirman la idea de que la b¨²squeda de una soluci¨®n federada o confederada al problema saharaui parece ser objetivo inequ¨ªvoco del Gobierno de Nuakchott, que parece estar dispuesto a renunciar al norte de su territorio en favor de la instalaci¨®n de la comunidad saharaui, comunidad cuyo censo definitivo est¨¢ en discusi¨®n y que el Gobierno de Nuakchott estima en unas 70.000 personas.
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Espa?a quiere la estabilidad de Mauritania
(Viene de primera p¨¢gina)Sobre la negociaci¨®n propiamente dicha, en medios diplom¨¢ticos se estima que el proceso a¨²n ser¨¢ largo y que los contactos bilaterales marcar¨¢n el ritmo, por encima de las iniciativas de paz de las organizaciones internacionales OUA y ONU, aunque sin menosprecio de los esfuerzos de ambos organismos. La clave de la negociaci¨®n permanece dependiente, en gran manera, de la actitud de Marruecos, hasta ahora intransigente, como lo demostr¨® el ¨²ltimo discurso del rey Hassan II, quien mantiene en Mauritania unos 10.000 hombres capaces de disuadir, por la fuerza y por su presencia, la opci¨®n negociadora.
Mauritania ha pedido a Espa?a que presione sobre Rabat en favor de la negociaci¨®n y de la no injerencia marroqu¨ª, y en ello se inscribe la declaraci¨®n del ministro espa?ol sobre ?la necesidad de la estabilidad de la regi¨®n y de la propia Maurit¨¢nia?. Estabilidades ambas que, al parecer, tambi¨¦n considera importantes Francia, pa¨ªs que tambi¨¦n puede forzar a Rabat a sentarse en la mesa negociadora.
El segundo punto dif¨ªcil de la negociaci¨®n est¨¢ en la representaci¨®n en la misma del pueblo saharaui y, m¨¢s concretamente, del Frente Polisario. En este aspecto a¨²n no hubo grandes progresos y no se excluye una presencia del Polisario en el seno de una delegaci¨®n de Argelia, en un primer momento, o de las Naciones Unidas.
Sobre las relaciones bilaterales hispano-mauritanas, hay que destacar la petici¨®n de Nuakchott de ayuda financiera y de mejora de la balanza comercial mauritana, que ha reducido sensiblemente en los ¨²ltimos meses su super¨¢vit de unos setecientos millones de pesetas frente a Espa?a por la crisis de los precios del hierro y de la producci¨®n de este mineral en Mauritania. Tambi¨¦n el acuerdo pesquero, en el que Espa?a tiene facilidades, es argumento utilizado por la parte mauritana, para pedir ayuda econ¨®mica.
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