"La inform¨¢tica equivale a la revoluci¨®n industrial del siglo XIX"
?Todos los pa¨ªses han comprendido que en la etapa hist¨®rica que vivimos el desarrollo pasa por la inform¨¢tica. Esto es algo que, como no pod¨ªa ser menos, se est¨¢ poniendo de manifiesto en esta conferencia Mundial de Torremolinos que sin duda alguna representar¨¢ todo un hito en la historia de la inform¨¢tica. A partir de ahora, en inform¨¢tica se tendr¨¢ que hablar de antes y despu¨¦s del Congreso de Torremolinos?, declar¨® ayer a EL PAIS Ferm¨ªn Bernasconi, director general de IBI (Oficina Intergubernamental para la Inform¨¢tica).Desarrollando una de las ideas centrales se?alada por ¨¦l mismo en el discurso que pronunciara en la apertura de la conferencia, el director general de IBI agreg¨® que igual que los pa¨ªses subdesarrollados de hoy son los que en su momento no hicieron la revoluci¨®n industrial, los pa¨ªses subdesarrollados del futuro ser¨¢n los que no hagan frente al reto actual de la inform¨¢tica. ?Un elemento com¨²n en todos los pa¨ªses desarrollados y que les falta a todos los subdesarrollados es la existencia de una infraestructura t¨¦cnica suficiente para la organizaci¨®n administrativa. Sin esta infraestructura no se pueden abordar proyectos ambiciosos de desarrollo. Por ello los pa¨ªses del Tercer Mundo, en sus intervenciones en la conferencia, insisten en la necesidad de que los organismos internacionales colaboren m¨¢s de lo que lo est¨¢n haciendo en la tarea de dotar a todas las naciones del mundo de la necesaria infraestructura en materia de inform¨¢tica.?
Para el director general de IBI Espa?a est¨¢ ?lanzada? en este proceso. ?Puedo afirmar que su pa¨ªs no va a perder el tren de la revoluci¨®n inform¨¢tica como perdiera el de la industrial. Es algo que conoc¨ªa ya de antes, pero que he podido constatar una vez m¨¢s en el curso de esta conferencia. Las autoridades espa?olas, los pol¨ªticos espa?oles, el Rey -con quien tuve la oportunidad de intercambiar impresiones el pasado lunes- y el ministro se?or Otero, que desde su cargo de presidente esta llevando maravillosamente la conferencia, entienden el tema a la perfecci¨®n. Se puede decir que Espa?a est¨¢ muy bien situada en este tema entre todos los pa¨ªses del mundo.?
Una prueba m¨¢s del inter¨¦s de Espa?a por la inform¨¢tica es, seg¨²n el se?or Bernasconi, el hecho de que en la Constituci¨®n que se discute estos d¨ªas en el Senado se haya incluido un art¨ªculo demandando protecci¨®n para el individuo frente a los riesgos de la inform¨¢tica. ?Es un caso ¨²nico en el mundo. S¨®lo la constituci¨®n de Argelia tiene un apartado semejante.? El se?or Bernasconi, sin embargo, agreg¨®, sonriendo, que si ¨¦l hubiese sido el redactor del art¨ªculo habr¨ªa pedido una protecci¨®n a¨²n mayor. ?Y es que conozco bien, por mis conocimientos y por mi cargo, hasta d¨®nde puede llegar el peligro para el individuo, de una inform¨¢tica mal empleada.?
Para el director general de IBI, la inform¨¢tica se encuentra actualmente en un momento de crisis de cambio r¨¢pido, de transformaci¨®n acelerada. Hasta ahora se pod¨ªa predecir qu¨¦ iba a pasar en el futuro, pero ahora no sirve de nada otear el horizonte. ?Usted puede comprar ahora un microcomputador de s¨®lo unos cent¨ªmetros por s¨®lo quinientos d¨®lares -y puede comprarlo a plazos- que tiene mayor capacidad de trabajo, m¨¢s memoria y m¨¢s posibilidades que las grandes computadoras antiguas. ? Las comunicaciones por sat¨¦lite contribuyen, asimismo, a revolucionar la ciencia de una manera insospechada. ?Esta nueva inform¨¢tica puede y debe ser generalizada y puesta al alcance de todos los pa¨ªses, de todos los hombres, pues la relaci¨®n es de m¨¢quina-hombre com¨²n, sin unos conocimientos especiales. Esto -explica el se?or Bernasconi- tiene unas incidencias tremendas en el mundo cultural social y no digamos pol¨ªtico. Con esta inform¨¢tica generalizada se puede llegar f¨¢cilmente a una democracia directa. Se le puede preguntar al hombre de la calle, a todos los ciudadanos de hoy, qu¨¦ piensan, por ejemplo, de un determinado art¨ªculo de la Constituci¨®n. Cualquier decisi¨®n pol¨ªtica puede ser consultada de inmediato a los ciudadanos de un pa¨ªs, con la seguridad de que las respuestas estar¨¢n listas en unas horas. Como es f¨¢cil comprender que estamos ante una aut¨¦ntica revoluci¨®n.?
Pero lo anterior puede ser quiz¨¢ una visi¨®n id¨ªlica de la nueva inform¨¢tica. ?Y los riesgos? ?El riesgo principal es la concentraci¨®n de datos a gran nivel. Lo malo es utilizar la m¨¢quina de una forma unidireccional, dejando a un lado al hombre y posibilitando que la inform¨¢tica est¨¦ monopolizada por varias empresas multinacionales. Toda la tecnolog¨ªa que existe en la actualidad est¨¢ desarrollada por Estados Unidos. Los dem¨¢s pa¨ªses, sin excepci¨®n, se han inspirado en la tecnolog¨ªa norteamericana, lo que -en palabras del se?or Bernasconi- ha dado lugar a una estructura comercial que deja en manos de unas pocas compa?¨ªas un poder enorme. Los dos tercios de los pa¨ªses de todo el mundo tiene un producto nacional bruto inferior a la cifra de negocios de una sola de estas compa?¨ªas que se ocupan de la inform¨¢tica. ?Ante esta situaci¨®n -agreg¨® el director general de IBI- hay que establecer las condiciones necesarias para un justo di¨¢logo entre los pa¨ªses subdesarrollados y las grandes compa?¨ªas.?
Este es precisamente uno de los objetivos del organismo intergubernamental que dirige el, se?or Bernasconi. Otros objetivos son el de fomentar el desarrollo de las disciplinas inform¨¢ticas, promover el intercambio de experiencias, suministrar la asistencia que solicitan los Gobiernos y, en todo caso, el de asesorar y recomendar la adopci¨®n de pol¨ªticas determinadas de mejores m¨¦todos de administraci¨®n y, en general, de mejorar la ense?anza y los programas de investigaci¨®n, de estudio y de desarrollo en el campo inform¨¢tico.
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