Algo cambia

Algo cambia en el deporte espa?ol. Felizmente, hasta en el tradicional mes de agosto en el que nunca pasaba nada, las turbias aguas han empezado a clarearse esta vez. No ha sido s¨®lo que el baloncesto junior, los pirag¨¹istas, el tirador Azkue o alg¨²n atleta y regatista hayan salvado el trance del ?medallismo?. Por primera vez los futbolistas, deportistas m¨¢s ?sonados? que el resto, ni m¨¢s ni menos por aquello de que todav¨ªa es un acontecimiento en este pa¨ªs que hoy y ma?ana empiece la liga, han planteado m¨¢s seriamente que nunca sus reivindicaciones. Y, adem¨¢s, las han llevado adelante.Al comenzar una nueva temporada de trabajo es aleccionador comprobar que no todo sigue igual. No importa tanto que los torneos veraniegos hayan supuesto m¨¢s p¨¦rdidas una vez m¨¢s; que los malos modos enjugadores y p¨²blico contin¨²en; que a¨²n queden muchos problemas en el f¨²tbol y en los dem¨¢s deportes por solucionar. Lasjustas reivindicaciones de la Asociaci¨®n de Futbolistas, inteligentes por lo moderadas, suponen un loable avance hacia algo que ya hace mucho tiempo debi¨® conseguirse: el estatuto del jugador profesional, t¨ªtere -algunas veces, bien pocas, de lujo- en el marem¨¢gnum del bal¨®n redondo.

Tiempo habr¨¢ de la disecci¨®n particular, o de comentar la mejor soluci¨®n deportivo-profesional de Tercera, pero por muchas notas y palabras de los organismos oficiales, ya era hora que el verdadero protagonista -aunque a codazos legales- est¨¦ en disposici¨®n de, dialogar. Casi nada.