Madrid recupera esta tarde la escultura de Eduardo Chillida

Esta tarde, seis a?os despu¨¦s de que un pleno municipal presidido por Carlos Arias Navarro diese su veto a la Sirena varada, la escultura de Eduardo Chillida ser¨¢ repuesta en el lugar para el que fue creada: el paso elevado de Juan Bravo, sobre la Castellana.

La raz¨®n que constantemente se ha esgrimido para mantener alejada del museo al aire libre de la Castellana la escultura es que, dado su peso, de aproximadamente ocho toneladas, podr¨ªa representar un peligro para la estructura del puente, de cuyas pilastras deber¨ªa ir suspendida la obra. Los informes t¨¦cnicos desfavorables alegados entonces fueron definitivos durante cinco a?os. La pol¨¦mica sobre Lugar de encuentros, nombre original de la obra, o la Sirena varada, como se la conoce vulgarmente, se reaviv¨® en los ¨²ltimos meses de mandato de Juan de Arespacochaga al frente de la alcald¨ªa de Madrid. El se?or De Arespacochaga dijo entonces que si los informes t¨¦cnicos solicitados nuevamente eran favorables, no habr¨ªa inconveniente en colgarla. Sin embargo, los informes t¨¦cnicos se demoraron largamente.Cuando el se?or Alvarez tom¨® posesi¨®n de la alcald¨ªa de Madrid el pasado d¨ªa 3 de marzo, la pol¨¦mica sobre la exactitud de los informes emitidos por el equipo t¨¦cnico del se?or Arias estaba en pleno apogeo, toda vez que los proyectistas del puente, se?ores Mart¨ªnez Calz¨®n y Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, manten¨ªan desde siempre la teor¨ªa de que el puente aguantaba perfectamente el peso. Jos¨¦ Luis Alvarez, a preguntas de EL PAIS poco despu¨¦s de su nombramiento, asegur¨® que har¨ªa todo lo posible para que la Sirena varada fuera repuesta, siempre que los informes t¨¦cnicos (solicitados al Instituto Torroja) fueran favorables.

Durante seis a?os la opini¨®n de Eduardo Chillida ha permanecido inalterable. El pasado d¨ªa 5 de agosto declar¨® a EL PAIS que, caso de que no se respetasen ahora las exigencias t¨¦cnicas y est¨¦ticas de la obra, ¨¦sta no ser¨ªa colgada. De esta premisa depende tambi¨¦n el que Joan Mir¨® done una escultura al museo.

Otra obra de Mir¨®

Lluis Bosch, adjunto a la direcci¨®n de la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, inform¨® ayer,a, EL PAIS que, ? indudablemente, con la marcha de la escultura de Chillida esta instituci¨®n ha quedado un poco despojada. Los barceloneses se hab¨ªan acostumbrado ya a este Airku Lecu, Lloc de Trobades o Lugar de encuentros, que fue el nombre con el que el autor bautiz¨® a su escultura, aunque luego se aceptase el nombre de Sirena varada, sugerido por el cr¨ªtico Josep Meli¨¢. Nos quedamos un poco despojados pero tenemos la promesa formal de que Chillida nos ceder¨¢ otra obra, cuyas caracter¨ªsticas y nombre desconocemos por el momento, pero que, seguramente, ser¨¢ instalada en el interior del edificio de esta instituci¨®n y no delante de ella, como estuvo la Sirena varada?.?Conozco tambi¨¦n -a?ade el senor Bosch- la promesa que hizo Joan Mir¨® de regalar una obra personal al museo de la Castellana, aunque carezco de m¨¢s datos sobre el tema. ?

Ayer por la ma?ana EL PAIS se puso en contacto con el ¨¢rtista catal¨¢n en su residencia de Palma de Mallorca y, aunque personalmente no pudo atender la llamada, ya que convalece de una ca¨ªda, a trav¨¦s de su esposa, Pilar, comunic¨® que ?mantiene su promesa de regalar una escultura al museo de Madrid. En breve se ver¨¢ con el se?or Farreras, director de la galer¨ªa barcelonesa Maeght, para escogerla. Mantiene -me insiste- la promesa en los mismos t¨¦rminos que la hizo?.

Jos¨¦ Luis Alvarez: la oportunidad

Si cualquiera de los tres alcaldes anteriores al actual (Arias Navarro, Garc¨ªa Lomas y De Arespacochaga) hubiera considerado razonablemente los informes t¨¦cnicos de los propios proyectistas del puenteja escultura de Chillida no se hubieta movido de la Castellana. Sin embargo, ha sido un alcalde de UCD, Jos¨¦ Luis Alvarez, quien, en un momento oportuno, cuando casi todos los madrile?os est¨¢n de vuelta en la ciudad, ha decidido reponer la Sirena varada.Jos¨¦ Luis Alvarez declar¨® ayer a EL PAIS: ?En la decisi¨®n de devolver la Sirena varada a Madrid no han influido motivos est¨¦ticos ni pol¨ªticos. A m¨ª, como a cualquier ciudadano, puede gustarme o no esta obra concreta, pero la escultura es de Madrid, obra de un escultor de primera categor¨ªa, y no representa problema t¨¦cnico el suspenderla bajo el puente de Juan Bravo. Mis conversaciones con Eduardo Chillida, y esto tengo que reconoc¨¦rselo al escultor, jam¨¢s han incidido en aspectos pol¨ªticos. Insisto en que esta acci¨®n no puede suponer una ofensa pol¨ªtica para nadie. Lo que m¨¢s me agradar¨ªa en este momento es que con la llegada de la obra de Chillida y, posteriormente, la de Mir¨® se potenciase la vida de este museo y pensemos seriamente en la ampliaci¨®n.?