Condenada una ginec¨®loga italiana por cobrar un aborto
Italia se acaba de dictar la primera condena por violaci¨®n a las normas de la nueva ley del Aborto. Tras un juicio sumar¨ªsimo, la famosa ginec¨®loga de Ancona Eithel di Gregorio ha sido condenada a veinte meses de c¨¢rcel, sin libertad provisional, por haber aceptado, aunque no la lleg¨® a realizar, una operaci¨®n para abortar por el precio de 300.000 liras (unas 127.000 pesetas) Su hermana Liliana fue tambi¨¦n condenada a un a?o de prisi¨®n por ?haber colaborado con la doctora?.
Se trata de un verdadero triunfo de los movimientos feministas italianos, los cuales, por vez primera, han sido admitidos por la Magistratura como ?acusadores privados?.El caso, que se ha resuelto -cosa incre¨ªble en Italia- en menos de quince d¨ªas, ha sido todo obra de las feministas de Ancona. Sab¨ªan que la ginec¨®loga Di Gregono, que vive en un chalet de gran lujo, era la primera ?cucharilla de oro? de la ciudad, pero que al mismo tiempo se hab¨ªa inscrito en las listas del hospital regional de Ancona, el ¨²nico lugar legalizado para poder abortar gratuitamente.
Un enfermera en escena
Con la ayuda de una enfermera feminista que deseaba realizar un aborto, los diversos grupos de mujeres progresistas de la ciudad organizaron una emboscada a la rica ginec¨®loga, expert¨ªsima en abortos clandestinos y bien pagados. Se present¨® en su casa para fijar una fecha para eI aborto. La doctora cay¨® en la trampa y la cit¨® para el 25 de agosto. La enfermera, Angela Manconi, madre de dos hijos peque?os y embarazada de dos meses, se present¨® a la cita despu¨¦s de haber contado todo al fiscal Umberto Zampelli, el cual puso a su disposici¨®n todo lo necesario para la emboscada. Angela se present¨® con un carabinero vestido de civil diciendo que era su hermano. Los billetes de las 300.000 liras hab¨ªan sido controlados por la polic¨ªa. La ginec¨®loga, siguiendo su costumbre habitual, le pidi¨® el dinero ?anticipadamente?.- El susto se lo llev¨® cuando, despu¨¦s de haberle puesto la primera inyecci¨®n preparatoria, el polic¨ªa sustituy¨® la jeringa por las esposas.Sus abogados hicieron todo lo posible para prorrogar el juicio hasta despu¨¦s del verano, pero las feministas lucharon hasta conseguir que el juicio se hiciera por la v¨ªa de apremio. El hecho de que por primera vez en la historia judicial italiana los grupos feministas hayan sido admitidos como ?acusadores privados?, y, por tanto, como parte ?lesionada en sus derechos?, es la demostraci¨®n mayor de la fuerza, incluso legal, que esta vanguardia nueva est¨¢ adquiriendo en este pa¨ªs.
La diputada socialista Magna, ni Noya declar¨® durante el juicio que esta acci¨®n de las feministas no hab¨ªa sido un ?deseo de venganza?, sino un ?testimonio? de lucha pol¨ªtica, porque, a?adi¨® la l¨ªder socialista, de nada servir¨ªa que existieran las leyes si despu¨¦s no luchamos para que se ?pongan en pr¨¢ctica inmediatamente?. Angela Manconi, feminista y activista de izquierdas, dijo a su vez que no se sent¨ªa ninguna hero¨ªna, sino una ?compa?era y una mujer que no renuncia a luchar?. Esta ma?ana abortar¨ª en el hospital regional, con todos los requisitos legales y, por supuesto, gratuitamerite.
Al juicio asistieron m¨¢s de trescientas feministas de la ciudad. En los ambientes feministas de toda Italia ha sido como una gran fiesta colectiva, pero que seguramente habr¨¢ quitado el sue?o a m¨¢s de un m¨¦dico de los que no se resignan a continuar enriqueci¨¦ndose con la tragedia de las mujeres, angustiadas por motivos que nadie debe juzgar, a renunciar al fruto de sus entra?as.
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