Herido de bala al negarse a entregar dinero a un atracador
La polic¨ªa explicaba ayer, en un lac¨®nico parte, que ?J. Z. E., de veintitr¨¦s a?os, fue encontrado inconsciente en la plaza del Dos de Mayo, con un disparo en el hemit¨®rax izquierdo. Seg¨²n, declaraciones del herido, un maleante intent¨® atracarle y, al resistirse, dispar¨® contra ¨¦l?.
La nota policial no detalla ning¨²n aspecto m¨¢s del suceso que, junto a otro registrado en la calle San Justo, donde otro hombre fue herido de bala, componen la tarjeta de visita de un fin de semana m¨¢s.Sin embargo, el caso var¨ªa totalmente en sus sugerencias si conocemos la versi¨®n de un testigo presencial. Dice el estudiante de periodismo G. C. M. que ?regresaba a mi casa a la 1.30 de la ma?ana y, al pasar por la plaza del Dos de Mayo, o¨ª un disparo y volv¨ª la cabeza a tiempo para ver c¨®mo ca¨ªa sobre un banco un muchacho de unos veintid¨®s a?os. Inerme. La detonaci¨®n hab¨ªa hecho desaparecer a todos los que estaban en la plaza en un instante, as¨ª que pens¨¦ que el chico habr¨ªa intentado suicidarse. En principio tuve miedo de acercarme, pero luego lo hice y coincid¨ª con otros seis o siete j¨®venes que tambi¨¦n decidieron socorrer al herido?.
?Cuando llegamos hasta ¨¦l, comprobamos que ten¨ªa un peque?o orificio de bala en la tetilla izquierda, a la altura aproximada del coraz¨®n, pero estaba vivo y hablaba. Se tapaba la herida con las manos no sangraba mucho y parec¨ªa tener mucho miedo. Decidimos llamar a la polic¨ªa y pedir una ambulancia. ?
?La polic¨ªa lleg¨® unos quince minutos despu¨¦s en un coche patrulla, cuyos ocupantes no hicieron ninguna gesti¨®n visible a fin de recabar datos sobre el caso; simplemente permanecieron all¨ª. Unos veinte minutos despu¨¦s de que el muchacho fuera herido, lleg¨® un enfermero que portaba una camilla de ruedas. Todos ten¨ªamos serias dudas sobre la conveniencia de mover a un herido de bala, aunque finalmente le dispusimos en la camilla. Inmediatamente, el enfermero comenz¨® a empujarla calle adelante. Cre¨ª notar que apenas era capaz de controlarla, por lo que, ante el temor de que el muchacho pudiera caerse, me prest¨¦ a acompa?arle hasta la casa de socorro. Me cog¨ªa los brazos con mucha energ¨ªa, me ped¨ªa que le ayudara porque no pod¨ªa respirar, y se quejaba cuando el carricoche pasaba sobre alg¨²n peque?o bache. En el recorrido hasta el centro m¨¦dico, dos polic¨ªas nos daban escolta. Pocos despu¨¦s hac¨ªan la primera cura al herido, que segu¨ªa quej¨¢ndose de que le faltaba aire. ?
?Luego volv¨ª a la plaza del Dos de Mayo. All¨ª me comentaron que el chico se llamaba Juan. Al parecer, y seg¨²n los paseantes, que eran el ¨²nico vestigio de movimiento, se le hab¨ªan acercado tres chorizos, le hab¨ªan pedido dinero y, como ¨¦l se neg¨® a darlo, le dispararon a bocajarro. Me comentaron que los polic¨ªas s¨®lo hab¨ªan detenido a uno de los presentes que les hab¨ªa insultado cuando hicieron acto de presencia.?
?Alg¨²n tiempo despu¨¦s telefone¨¦ a la casa de socorro. Me dijeron que el chico hab¨ªa sido trasladado a la residencia Francisco Franco. All¨ª me confirmar¨ªan, en otra llamada, que hab¨ªa tenido suerte: la bala le hab¨ªa pasado limpiamente cerca del coraz¨®n, entre dos costillas, y que hab¨ªa salido entre otras dos, por la espalda. A pesar de todo no pude dormir, porque yo suelo utilizar el banco en el que cay¨®.?
Roban m¨¢s de dos millones al recaudador de tres bingos
El recaudador de los fondos obtenidos durante la noche del domingo en los bingos instalados en las casas regionales de Valencia y Burgos y en el existente en las dependencias de la Liga Naval Espa?ola fue atracado ayer, a las doce de la ma?ana, cuando era portador de 2.300.000 pesetas, que se dispon¨ªa a ingresar en una entidad bancaria.Al llegara la altura del n¨²mero 34 de la calle del Doctor Castelo, donde el recaudador, Manuel de la Torre, ten¨ªa estacionado su coche, fue asaltado por dos j¨®venes con barba, que, a punta de pistola, le conminaron a entregarles la cartera que conten¨ªa el dinero.
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