La CEE prepara su zona de estabilidad monetaria
El gran tema de la rentr¨¦e comunitaria entre los nueve Estados que integran el Mercado Com¨²n es la preparaci¨®n de la futura zona de estabilidad monetaria, decidida, como objetivo prioritario para la CEE, durante la ¨²ltima cumbre europea celebrada en Bremen. La futura Uni¨®n Monetaria Europea asociar¨¢ ambi¨¦n, en una primera etapa, a las tres divisas de los pa¨ªses candidatos, la peseta entre ellas.
El Comit¨¦ Monetario de la Comisi¨®n Europea y los gobernadores de los bancos centrales de la CEE han preparado un detallado y voluminoso informe t¨¦cnico-jur¨ªdico sobre la zona de estabilidad monetaria. El primer debate pol¨ªtico se realizar¨¢ en el curso del pr¨®ximo Consejo de Ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la CEE, el 18 de este mes, en Bruselas.A pesar del compromiso comunitario logrado en la cumbre de Bremen sobre temas monetarios, persisten ciertas discrepancias entre Estados miembros. Durante estos d¨ªas se multiplican en Europa los contactos bilaterales al m¨¢s alto nivel. para pulir diferencias. Para antes de la reuni¨®n del Consejo de Econom¨ªa y Finanas est¨¢ previsto el encuentro entre los dos patrocinadores del proyecto, el canciller alem¨¢n, Helmut Schmidt, y el presidente franc¨¦s, Valery Giscard-d'Estaing, que se encontrar¨¢n el jueves y viernes en la ciudad germana de Aix-la-Chapelle, en el curso de su tradicional encuentro bianual franco-alem¨¢n.
La reuni¨®n Giscard-Schmidt centra hoy la atenci¨®n de los observadores. Sobre todo porque los responsables pol¨ªticos y econ¨®micos de Bonn son m¨¢s prudentes que sus colegas comunitarios en d tar de importantes reservas (50.000 millones de d¨®lares) al futuro Fondo Monetario Europeo, en el que, a partir de enero de 1979, deber¨¢ fundarse la zona de estabilidad monetaria europea y regirse su nueva unidad liberada en ECU, denominaci¨®n que recibir¨¢ la unidad monetaria que origine la aportaci¨®n conjunta de todas las divisas de la CEE que participen en el acuerdo monetario.
Otra discrepancia de talla es la negativa de los brit¨¢nicos de entrar en el nuevo sistema. Londres se mueve entre la presi¨®n de las pr¨®ximas elecciones legislativas (con sus electores anti-Mercado Com¨²n) y la prudencia de participar en un grupo monetario europeo que, para algunos, se interpreta como un eventual frente com¨²n europeo contra el d¨®lar. Los irlandeses amenazan incluso con separarse de sus compromisos monetarios con Gran Breta?a, entre la libra esterlina y la libra irlandesa, para tener las manos libres y formar parte del programa comunitario de zona de estabilidad monetaria.
Franceses e italianos, cuyas delicadas situaciones econ¨®micas y altos ¨ªndices de inflaci¨®n aconsejan una estrategia com¨²n ante la Zona marco (que re¨²ne, adem¨¢s de la propia RF de Alemania, a las divisas del Benelux y Dinamarca) multiplican tambi¨¦n sus contactos cara a la nueva estrategia monetaria de la CEE.
Cronol¨®gicamente las previsiones pretenden concluir el grueso del proyecto antes del 31 de octubre. Ser¨ªa durante la cumbre comunitaria del 5 y 6 de diciembre, en Bruselas, cuando los nueve jefes de Estado o de Gobierno de la CEE (a excepci¨®n, quiz¨¢, de Gran Breta?a) aprobar¨ªan los mecanismos monetarios que ser¨ªan operacionales a partir de enero de 1979. Al mismo tiempo, en el curso de dicha cumbre, se invitar¨ªa oficialmente a los tres Estados candidatos (Grecia, Espa?a y Portugal) a asociar sus pol¨ªticas monetarias a la zona europea de estabilidad monetaria a la espera de que, una vez miembros de pleno derecho, asuman las ventajas y las responsabilidades de la Uni¨®n Monetaria de las Comunidades Europeas.
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