Aumento de la violencia en Italia: uno de cada cinco ciudadanos va armado
Giovanni Lattanzio, un joven de 17 a?os de los suburbios de Roma, hijo de un basurero, ha sido protagonista de algo que la gente llama, descompuesta, ?absurdo?. Muri¨® en el acto en la parada de un autob¨²s porque otro joven de la misma edad le dispar¨® un tiro en la cara.
El motivo no puede ser m¨¢s est¨²pido y banal. Giovanni, que hab¨ªa sufrido una operaci¨®n en un pie la semana pasada, subi¨® a un autob¨²s para ir a una escuela t¨¦cnica; Como siempre, iba abarrotado. Su futuro asesino le pis¨® un pie. Giovanni, a quien todos recuerdan como un joven modelo, sencillo, estudioso, tranquilo y que ayudaba a su padre despu¨¦s del colegio ?para salir adelante?, reaccion¨® enfadado, su compa?ero le pidi¨® perd¨®n con cierta sorna. Comenz¨® la ri?a: volaron algunas bofetadas y empujones: ?Baja si tienes coraje?.Ya en la acera el compa?ero de Giovanni no qued¨® satisfecho tras descargarle otra bofetada. Sac¨® de la cartera de libros del colegio una pistola y se la plant¨® en la cara. Giovanni intent¨® desarmarlo, pero todo fue in¨²til. A diez cent¨ªmetros de los ojos salt¨® la bala que penetr¨® en el cerebro. La gente escap¨® horrorizada. Una mujer que sal¨ªa de un portal limpi¨® la sangre con su mandil. Otra que ven¨ªa del mercado y tra¨ªa en la mano un manojo de claveles blancos los coloc¨® en el suelo, junto al cad¨¢ver. El joven que hab¨ªa disparado desapareci¨® entre la gente. La polic¨ªa a¨²n no lo ha detenido.
Psicosis de violencia
Los italianos se est¨¢n acostumbrando a la violencia juvenil. La v¨ªspera de este crimen cuatro j¨®venes mor¨ªan v¨ªctimas de la droga y en las calles de Roma dos muchachos estuvieron a punto de perder la vida: un fascista apaleado por extremistas de izquierdas y un comunista a quien dispararon en la cabeza los compa?eros del fascista ?para vengarse?. Todo esto en presencia de cientos de estudiantes y en un clima de confusi¨®n pol¨ªtica que ni ellos mismos acaban de entender y que la mayor¨ªa de las veces no se sabe por qui¨¦n est¨¢ maniobrada.
Soci¨®logos y psic¨®logos, adem¨¢s de los pol¨ªticos, se preguntan cada d¨ªa por las razones de este fen¨®meno que se hace cada vez m¨¢s preocupante. De cada cinco italianos uno va armado. La mayor parte con pistola. Muchos con navajas y cadenas de hierro. Pero ayer fue la primera vez que la opini¨®n p¨²blica se qued¨® helada viendo a un joven de 17 a?os sacar la pistola de su cartera de colegio y disparar en la cara a un compa?ero por una simple ri?a.
Esto ya no es pol¨ªtica. ?Qu¨¦ es? La gente tiene miedo. Se va menos al cine por la noche, se va con menos frecuencia a cenar a restaurantes se viaja en coche con la ventanillas cerradas despu¨¦s de las ocho de la noche. Es cierto que una parte es psicosis colectiva. Pero no cabe duda que este miedo existe. Conozco gente que evita lo m¨¢s posible ir al banco. Est¨¢n aumentando enormemente los perros de guardia. Se venden a personas privadas chalecos antibala.
Pero si este miedo y esta psicosis puede explicarse en los adultos, ?c¨®mo se explica en los muchachos de diecisiete a?os? Los soci¨®logos dicen que ellos no tienen miedo: desean s¨®lo ser mayores y el modelo de ?adulto? que ellos est¨¢n recibiendo es el del hombre ?violento que sabe disparar?.
L'Osservatore Romano, comentando estos hechos, escribi¨® ayer con dureza: ?Los j¨®venes deben escoger: o el amor que hace progresar la l¨ªgn¨ªanidad o el odio que hace precipitarse en la barbarie.? Pero los psic¨®logos consideran poes a posin n y poco generosa con los j¨®venes, que m¨¢s que protagonistas son las primeras v¨ªctimas de la Violencia de la sociedad.
?Ellos -dice el soci¨®logo De Masi- no tienen la posibilidad de esta elecci¨®n, se limitan a imitar los modelos de comportamiento que les ofrece una comunidad que prefiere la fuerza a la verdad, el dinero al trabajo, el privilegio a la honradez, lo privado a lo comunitario.?
Para quienes escribieron, minutos despu¨¦s del crimen, en las ediciones extraordinarias de los pe ri¨®dicos, ?este hecho es'absurdo e incre¨ªble?. Giuliano Zincone, en un art¨ªculo publicado en el Corriere della Sera titulado ?El contrapo der de los desesperados?, afirma que es absurdo s¨®lo para quien no conoce los suburbios donde viv¨ªa Giovanni Lattanzio, asesinado por su compa?ero. Porque no puede no existir violencia en un colegio mastod¨®ntico que recoge a m¨¢s de 6.000 j¨®venes del proletariado m¨¢s bajo, en barrios como el de Giovanni, con una ensalada de chabolas, casas viejas y hormigueros populares. Seg¨²n Zincone, estos barrios, que han crecido como un c¨¢ncer al margen de la ciudad, son el mejor mercado y el mejor cultivo de la delincuencia.
Un sacerdote obrero de Roma, comentando el articulo de L'Osservatore Romano, dijo: ?Estos j¨®venes ya han escogido. Son los hijos de nuestra violencia. Saben que estudian para desocupados porque son hijos de nadie. Somos nosotros quienes debemos tener el coraje de escoger entre un modelo de sociedad del privilegio o de sociedad participada por todos en el bien y en el mal, en las ventajas y en los sacrificios. ?
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