"Madrid no acaba en la Cuesta de las Perdices o en Villaverde"
Desde la cama, Ram¨®n Tamames recuerda, despacio y en voz alta, los datos de su curriculum. ? Doctor en Derecho y Ciencias Pol¨ªticas, diploniado por el Instituto de Estudios Pol¨ªticos en Ciencias de la Administraci¨®n y Sociolog¨ªa -"tuvo cursos muy buenos en los tiempos de Javier Conde"-, diplomado en ingl¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n por el Alto Estado Mayor del Ej¨¦rcito -con las m¨¢s altas calificaciones que se dan a los civiles-, catedr¨¢tico de Estructura Econ¨®mica desde el 75, y desde el 78 titular de la c¨¢tedra en la Aut¨®noma.?Hace una peque?a pausa para hurgar de nuevo en la memoria y a?ade: ?Durante doce a?os trabaj¨¦ como t¨¦cnico comercial del Estado en el Ministerio de Comercio. Recuerdo que, cuando tomamos posesi¨®n, dijo Ullastres que esa era la mejor atalaya para conocer la econom¨ªa de Espa?a, y es verdad.?
Ram¨®n Tamames se inici¨® en pol¨ªtica en 1951, cuando. como estudiante, siente las primeras inquietudes de este tipo.
Luego, en 1953, ?estas inquietudes se activan con los movimientos estudiantiles de la posguerra, y en el 56 se intenta montar un congreso libre de estudiantes que nos cost¨® el primer enfrentamiento serio: nos metieron en Carabanchel, y al salir me afili¨¦ al partido. M¨¢s tarde fui nombrado para el comit¨¦ ejecutivo y el central. Particip¨¦ en la Junta Democr¨¢tica de Madrid, en la plana mayor, y en la nacional. La junta es uno de mis mejores recuerdos pol¨ªticos, porque fue una experiencia muy fruct¨ªfera: llev¨® a mucha gente a participar en pol¨ªtica sin necesidad de estar vinculada a ning¨²n partido. Tambi¨¦n me sirvi¨® para renovar y ampliar mis conocimientos sobre Madrid, que, posteriormente, quedaron plasmados en el libro Madrid para la democracia, en el que colabor¨¦ con Leira, Castell, Palac¨ªn, Soto... Ahora soy secretario del Grupo parlarnentarlo Comunista y diputado por Madrid?.
EL PA?S.?Es usted comunista o eurocomunista?
RAMON TAMAMES. Comunista. Lo que pasa es que nuestra concepci¨®n en un pa¨ªs como Espa?a, industrial y desarrollado, hace que nuestra acci¨®n adquiera esa otra denominaci¨®n, porque las coordenadas en las que se enmarca hacen que tengan relevancia la maquinaria democr¨¢tica y las libertades p¨²blicas, y que la lucha de clases no sea una lucha salvaje, sino dentro de unos mecanismos legales. Tampoco la Iglesia y el Ej¨¦rcito son ya los defensores a ultranza de las oligarqu¨ªas. Es decir, el marco ha cambiado: ya no son los tiempos de la autocracia del zar, cuando escrib¨ªa Lenin, ni del kaiser, cuando escrib¨ªa Marx.
'Un continuo urbano llamado Guadmatol'
P. Aunque sea de forma simplificadora, se dice que Amsterdam es la ciudad del erotismo. Londres un modelo de urbanismo: Las Vegas se asocia al juego y Harlem hace temblar por su violencia y miseria. ?Y Madrid?
R. Antes se dec¨ªa que era una villa manchega. Ya no es ni eso ni capital administrativa. Hoy es algo m¨¢s complejo: es la capital del capital, el segundo conglomerado industrial. despu¨¦s del ¨¢rea de Barcelona, uno de los centros culturales del pa¨ªs, as¨ª como el arca urbana de m¨¢s r¨¢pido crecimiento de Espa?a. En esa forma, m¨¢s o menos simplificadora, podr¨ªa decirse que Madrid es el centro redistribuidor en el interior de Espa?a.
P. Prefiere enfocar el an¨¢lisis de Madrid de forma global o partiendo de cuestiones parcia les?
R. Madrid no es un islote. Est¨¢ en un municipio y en un ¨¢rea metropolitana y en un conjunto que desborda los l¨ªmites provin ciales. y que va desde Guadalajara a Toledo. Hay que actuar globalmente y buscar el equilibrio de ese continuo urbano.
Ese equilibrio de lo que yo llamo Guadmatol, como en Estados Unidos, por ejemplo, se habla de San-San, al referirse al continuo urbano de San Francisco y San Diego. s¨®lo se consigue en la regi¨®n. que, en este caso, es la de Castilla-La Mancha. Hay que conseguir que el ¨¢rea metropoli tana tenga un creel miento racional y potenciar las provincias de la meseta Sur, casi despobladas a excepci¨®n de media docena de puntos urbanos. No s¨®lo hay que pensar, por tanto. en medidas a corto plazo, sino de medio y largo. Algo muy a tener en cuenta en idea general es la cuesti¨®n ecol¨®gica. Que no se olvide que Madrid no acaba en la cuesta de las Perdices ni en Villaverde.
P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s insoportable de Madrid?
R. Para un viajero, como el otro d¨ªa dec¨ªa Cohn-Bendit en EL PA?S. Madrid es una ciudad muy ruidosa. Para los que la sufren y los que la hemos estudiado, es una larga lista de problemas de urbanismo, vivienda, escolarizaci¨®n, asunto este, por cierto, en el que estoy en desacuerdo con el actual alcalde, porque creo que las obligaciones del Ayuntamiento no se pueden acabar en poner las aulas y ser meros caseros del Ministerio de Educaci¨®n, sino que debe ocuparse de lo que pasa en esas aulas; en fin, problemas sanitarios, pues es una de las ciudades peor atendidas en Europa occidental, etc¨¦tera.
Respecto al tr¨¢fico y los transportes, como en otros temas, entendemos que la soluci¨®n no pasa s¨®lo por asuntos de inversi¨®n, sino de organizaci¨®n. En este sentido, nuestro intento ir¨ªa a crear una alta autoridad metropolitana que coordinara la EMT, el Metro, las cercan¨ªas de Renfe y los autobuses perif¨¦ricos.
'?tica ciudadana'
P.?Qu¨¦ ser¨ªa lo primero que har¨ªa si llegase a ser alcalde?
R. Fomentar la ¨¦tica ciudadana. Que la gente se convenza de que los problemas pueden resolverse con su colaboraci¨®n. Que ya no va a ser un negocio para unos pocos ni dominio de unos cuantos concejales. Decir que el primer problema es el del chabolismo o el de los pensionistas, o el de los parques, y que eso ser¨ªa, lo primero a resolver, me parece demag¨®gico. Todos son primeros problemas. Pero la base es la convivencia ciudadana. Que la gente participe en las soluciones.
P. ?Cu¨¢les son los principales enemigos del Ayuntamiento y c¨®mo se puede cortar su influencia?
R. El principal enemigo es el capital urbano latifundista, ahora como en el pasado. Los Ban¨²s, los Vallehermoso, SA. los Somosaguas, SA. los Explosivos R¨ªo Tinto, los Ardid, el conde de Romanones, los grandes propietarios del suelo edificable y los que cambian las ordenanzas en su beneficio, los que han metido mano en Gerencia de Urbanismo, los que est¨¢n acabando con el barrio de Salamanca imponiendo excesivas alturas o con Malasa?a y Chamber¨ª, los que han cambiado el tejido de la ciudad originando sus actuales males. Y todo eso se acaba con la ley del Suelo del 75, con lo que poco a poco va imponiendo el MOPU basado en los pactos de la Moncloa y con vigilancia. Eso se acaba en tres meses. Por eso las prisas del urbanismo concertado en los ¨²ltimos tiempos franquistas para consolidar legalmente importantes tajadas.
P. ?Cu¨¢les son las l¨ªneas maestras que basar¨¢n su campa?a electoral?
R. Queremos que se derogue la ley Especial de Madrid. Es una dictadura dentro de otra. Por cierto que UCD parece que quiere mantenerla pues todav¨ªa no se ha definido claramente en esto.
Y queremos una Carta de Madrid que contemplar¨ªa las relaciones entre gobernantes y gobernados, as¨ª como una reforma fiscal cuyo estudio presentaremos pronto. Esta ref¨®rnia se centra en una reordenaci¨®n de las relaciones entre el Estado y el Municipio y la potenciaci¨®n de tres impuestos fundamentales: el de plusval¨ªa, que hoy sirve para que muchos escamoteen; el de circulaci¨®n, que ser¨ªa la base de la reordenaci¨®n del tr¨¢fico; y el de radicaci¨®n, por el que el Estado contribuya.
Tambi¨¦n es importante la idea de descentralizar la ciudad en juntas de distritos y hasta de barrios. Un solo concejo, aunque tenga sesenta miembros, carece de la sensibilidad suficiente para detectar todos los problemas, y adem¨¢s as¨ª se permite la verdadera participaci¨®n de la gente. El programa general est¨¢ muy avanzado y lo presentaremos en octubre.
En otro orden, la lista de candidatura, que todav¨ªa no est¨¢ aprobada, incluir¨¢ personas independientes, con lo cual demostraremos que estamos en una postura democr¨¢tica y progresista. Nadie podr¨¢ decir lo contrario pues incluso le propusimos al PSOE ir juntos incluyendo a independientes, pero los socialistas no acogieron la idea.
P. ?Qu¨¦ significado hist¨®rico-pol¨ªtico tendr¨ªa la elecci¨®n de un alcalde comunista, hoy?
R. La racionalidad pol¨ªtica. Que la gente ya no se gu¨ªa por instintos ni atavismos pol¨ªticos, ni por campa?as bipolarizadas sobre marxismo/antimarxismo, como ha cultivado el franquismo, sino que tiene una madurez ciudadana.
Hay muchas posibilidades de que el alcalde de Madrid sea comunista porque vamos a sacar muchos concejales. Hay mucha gente desenga?ada del voto del 15 de junio y nuestros votos crecen. Est¨¢n hartos de promesas, quieren participar. Y, adem¨¢s, gentes de derechas votar¨¢n comunista porque saben que la gesti¨®n del Partido Comunista en la Administraci¨®n local es eficaz, aunque esas mismas personas nunca te votar¨ªan para el Congreso.
P. ?C¨®mo deber¨ªa ser el pr¨®ximo alcalde de Madrid?
R. Un hombre de ciencias sociales, economista, jurista y soci¨®logo, fundamentalmente humanista y en permanente contacto con la gente, qud se dedique a ello y que no conciba el puesto como un trampol¨ªn, como el resultado de una r¨¢pida carrera pol¨ªtica o como el de una conjunci¨®n de oportunidades franquistas.
Y Tamames sonr¨ªe de nuevo.
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