Detenidos nueve de los dieciocho presuntos secuestradores de Moro
El cuerpo de carabineros, dirigido por el general Carlo Alberto Dalla Chiesa, a quien el Gobierno Andreotti confiri¨® especiales poderes en la lucha contra el terrorismo, ha dado un buen golpe a la organizaci¨®n de las Brigadas Rojas. Adem¨¢s de la captura del brigadista Antonio Savino, durante un tiroteo en plena calle, se supo ayer, despu¨¦s de casi veinticuatro horas de silencio informativo, que han sido detenidos en Mil¨¢n otros ocho terroristas, descubiertos otros tres refugios de la organizaci¨®n y una imprenta dedicada exclusivamente a usos de los terroristas.Entre los detenidos figuran Nadia Mantovani, la compa?era de Renato Curcio, Lauro Azzolini y Francesco Bonisoli. Todos ellos, junto con el herido Antonio Savino, figuran en la lista de los dieciocho brigadistas acusados del secuestro y asesinato de Aldo Moro y
de su escolta. En la lista dada por la polic¨ªa no figura el famoso Mario Moretti; jefe de la organizaci¨®n romana, que ya otra vez se les escap¨® por un pelo a las fuerzas del orden.
Los observadores daban por cierto desde la tarde del lunes que esta vez el famoso terrorista hab¨ªa ca¨ªdo en manos de Dalla Chiesa.
Se barajan dos hip¨®tesis: o se les escap¨® de nuevo en el ¨²ltimo momento o bien no quieren a¨²n revelar la noticia de su captura.
En los cuatro refugios descubiertos los carabineros han encontrado de todo: arsenales de armas y municiones de todo tipo, uniformes, m¨¢quinas modern¨ªsimas para falsificar documentos y aparatos electr¨®nicos muy costosos para espiar a la polic¨ªa. Aunque no fue confirmado oficialmente, se dice que en una de estas habitaciones se ha encontrado una pare de los escritos del juicio hecho a Moro en la c¨¢rcel del pueblo y algunas cintas grabadas por el estadista asesinado.
Lo cierto es que esta operaci¨®n del general Dalla Chiesa ha sido recibida en el pa¨ªs con aplauso, aunque se considera una bofetada a la polic¨ªa, que est¨¢ considerada m¨¢s bien poco experta en la caza a los terroristas. Este hombre, que podr¨ªa presentarse como la Providencia, en realidad es un duro, con pocos escr¨²pulos, m¨¢s bien de la escuela alemana que, come dice Giorgio Bocea, ?busca la destrucci¨®n f¨ªsica y psicol¨®gica de los terroristas a trav¨¦s de las c¨¢rceles especiales?.
Un general duro
El general Carlo Alberto Dalla Chiesa es un noble piamont¨¦s, hermano de un general de carabineros e hijo de otro general de carabineros. Dicen que es antip¨¢tico, pero que cualquier Estado desearla tenerlo entre sus servidores, porque es fiel y eficaz. El movimiento de la extrema izquierda dice que es un fascista, pero es tambi¨¦n verdad que algunos grupos de la nueva izquierda se alegraron cuando el Gobierno le dio poderes especiales contra el terrorismo, porque estaban seguros que este general pod¨ªa descubrir muchas cosas que podr¨ªan de manifiesto que el terrorismo es un fen¨®meno que no tiene nada que ver con las fuerzas innovadoras del nuevo socialismo.Dalla Chiesa es ciertamente un duro. Desde 1946 a 1948 dirigi¨® la compa?¨ªa especial de Casoria contra el brigantismo. Desde 1971 meti¨® en la c¨¢rcel 86 jefes mafiosos. En los momentos cruciales no tiene escr¨²pulos: cuando el 9 de mayo pasado se desencaden¨® una rebeli¨®n en la c¨¢rcel de Alejandr¨ªa, el fiscal general de Tur¨ªn pidi¨® a Dalla Chiesa que domara la rebeli¨®n. Y lo hizo, pero con un balance pesado: siete muertos (cinco de los rehenes) y catorce heridos.
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