Parece clara la necesidad de un mayor control de la Administraci¨®n en el sector el¨¦ctrico
ASISTENTES AL DEBATEJavier Solana. Diputado del PSOE. Expertoen temas energ¨¦ticos.
Eugenio Triana. Experto del PCE en temas energ¨¦ticos.
Roberto Centono. Director general de CAMPSA. Miembro del ?Grupo de Trabajo?.
V¨ªctor P¨¦rez Pita, Ingeniero industrial de ENDESA. Asesor del ?Grupo de Trabajo?.
Jos¨¦ Rodr¨ªguez de Pablo. Economista. Experto energ¨¦tico del Ministerio de Comercio.
Antonio Caretti. Ingeniero industrial. Presta sus servicios en una empresa de ingenier¨ªa.
Pedro Costa. Ingeniero t¨¦cnico industrial. Caracterizado dirigente ecologista.
ELPAIS. ?El representante de la empresa p¨²blica podr¨ªa definir la importancia de la red de alta tensi¨®n y los efectos que tendr¨ªa de estar en manos del sector p¨²blico?
P¨¦rez Pita. La creaci¨®n de una empresa 100% o mayoritaria del Estado, para controlar y gestionar la red de alta tensi¨®n no es, en mi opini¨®n, otra cosa que un sistema eficaz de control del sector el¨¦ctrico; es decir, de racionalizar la producci¨®n de acuerdo con las existencias de materias primas, optimizar el transporte evitando grandes trasvases de electricidad, etc¨¦tera. En definitiva, se dar¨ªa el primer paso importante para la desaparici¨®n de las famosas ?zonas? en que UNESA tiene dividido el mercado.
El grupo de trabajo encargado de reelaborar el PEN de Oliart ya propon¨ªa, este sistema y Enrique Fuentes opt¨® por ¨¦l, por considerar que era el m¨¢s viable y econ¨®mico de cuantos m¨¦todos se ofrec¨ªan para racionalizar el sector el¨¦ctrico, hoy en manos privadas. Esta f¨®rmula se ha adoptado en numerosos pa¨ªses del mundo y no puede sostenerse que sea una medida que se sale de lo que es la pr¨¢ctica com¨²n a otros pa¨ªses con similares reg¨ªmenes pol¨ªticos al nuestro.
Por otra parte, contrariamente a lo que se ha dicho sobre este asunto, la sociedad que se propon¨ªa crear no entra?a problema operativo alguno en cuanto al funcionamiento del sistema integral. No hay
que olvidarse, adem¨¢s, que la prerrogativa de esta nueva sociedad en cuanto a la compra y venta de energ¨ªa se refiere, colocar¨ªa al Estado en una situaci¨®n inmejorable para afrontar los problemas que indudablemente se avecinan, al entrar en juego las entidades auton¨®micas, permitiendo establecer precios diferenciados y mantener al tiempo una planificaci¨®n a nivel estatal.
EL PAIS. ?Qu¨¦ argumentos se pueden ofrecer en la actualidad para decir que el actual RECA no funciona, y en qu¨¦ se basan los juicios positivos o negativos sobre la operatividad de la red de alta tensi¨®n?
Caretti. M¨¢s que responder a esta pregunta lo que quiero es lanzar otra interrogante. ?Tiene la Administraci¨®n en la actualidad suficientes medios legales a su alcance para poner orden en todos los tem¨¢s abordados anteriormente? En mi opini¨®n, todo parece indicar que si se ejercieran los medios de que se disponen, ¨¦stos podr¨ªan ser uficientes para controlar el sistema. Sin embargo, y a la vista de la actual situaci¨®n, no parece que la Administraci¨®n ejerza de una forma plena este control. Yo no s¨¦ si los presentes est¨¢n de acuerdo con que actualmente hay medios suficientes para que la Administraci¨®n controle el sistema el¨¦ctrico cuestionando la necesidad de crear una nueva sociedad como la que se prev¨¦ con un contenido que a?ade muy poco a los medios ya existentes, que indudablemente vendr¨ªa a complicar a¨²n m¨¢s el panorama sin resolver el problema de fondo que es el control de los criterios de explotaci¨®n del sistema.
Centeno. El RECA es un instrumento necesario, pero, desde luego, no es suficiente. La experiencia ha demostrado que no ha podido garantizar el que en cada momento haya estado en funcionamiento la central m¨¢s econ¨®mica del pa¨ªs. No es cierto, c¨®mo afirma el slogan de UNESA, que el sistema funcione, como si una sola empresa produjera, transportara y distribuyera toda la energ¨ªa el¨¦ctrica del pa¨ªs. El funcionamiento real es la suma de decisiones individuales, parcialmente controladas y coordinadas por la Administraci¨®n; lo que produce un empleo no optimizado de la capacidad productiva.
La primera medida que hay que adoptar con respecto al RECA es que est¨¦ bajo un estricto control de la Administraci¨®n, tal como contempla el Plan Energ¨¦tico Nacional, para lo cual hay que dar al Ministerio de Industria medios de los que actualmente carece. Es decir, hay un problema de medios que es fundamental: sin medios todo lo dem¨¢s sobra.
Ahora bien, incluso aunque el RECA estuviera totalmente controlado por el Ministerio de Industria, ello no ser¨ªa suficiente para garantizar un funcionamiento correcto del sistema. Ci?¨¦ndome exclusivamente a los aspectos operativos, ya que la falta de coordinaci¨®n ha originado problemas m¨¢s importantes aun en la fase constructiva, existe una deficiente interconexi¨®n entre los diversos subsistemas el¨¦ctricos. El esquema de la red de transporte el¨¦ctrico en Espa?a est¨¢ dise?ado sobre la base de las zonas de influencia de cada empresa. Cada sociedad tiene sus zonas de producci¨®n y de consumo, que est¨¢n conectadas evidentemente entre s¨ª, pero las interconexiones interzonales son d¨¦biles.
Las empresas el¨¦ctricas tienen un inter¨¦s claro de utilizar sus propios medios de generaci¨®n, ya que procuran maximizar sus beneficios individuales, y no van a tomar energ¨ªa del vecino si la pueden producir ellas. Esto produce situaciones como la puesta de manifiesto en una reciente sentencia del Tribunal Supremo, en la que se reflejaba la actuaci¨®n de una gran sociedad el¨¦ctrica, manteniendo sus equipos t¨¦rmicos en funcionamiento cuando hab¨ªa excedentes hidr¨¢ulicos en su zona.
Adem¨¢s, en este tema de las interconexiones, el problema tiende a agravarse, porque en el momento que entren en funcionamiento las unidades nucleares de gran potencia, que producir¨¢n una enorme cantidad de energ¨ªa de base, va a ser necesario incrementar de una manera considerable los trasvases interzonales. Es decir, para utilizar toda esta energ¨ªa de base se hace precisa una mayor interconexi¨®n.
En definitiva, la necesidad de un control efectivo por parte de la Administraci¨®n resulta imprescindible para garantizar un funcionamiento del sistema el¨¦ctrico conforme al inter¨¦s general. Para ello, el control del RECA no es suficiente, necesita adem¨¢s la efectiva realizaci¨®n de una red de transporte aut¨¦nticamente nacional y el control de la misma y de los nudos de conexi¨®n por la Administraci¨®n. Y eso, en mi opini¨®n, la manera m¨¢s eficaz de hacerlo es mediante una empresa mayoritariamente p¨²blica que, garantizando un nivel t¨¦cnico suficiente, subordine los intereses particulares al inter¨¦s general, aunque no pretendo que sea esta la ¨²nica soluci¨®n posible.
Triana. En este tema se pone de manifiesto una de tantas contradicciones del PEN, ya que ¨¦ste dice que trata de conseguir unos determinados consumos de combustible y que trata de adecuar las tarifas el¨¦ctricas a los costes, lo cual significa conocer los costos y actuar de manera coordinada sobre el funcionamiento de las centrales.
Todos estos objetivos y otros a los que alude el PEN son imposibles de cumplir con una sociedad que sea la suma de las empresas el¨¦ctricas privadas y han funcionado y est¨¢n en funcionamiento con las caracter¨ªsticas ya apuntadas por Roberto Centeno. Es decir, que adem¨¢s de que es un hecho clar¨ªsimo que un delegado del Gobierno es un sistema laxo de control, vemos c¨®mo pr¨¢cticamente en la actividad diaria va a tener muy poca incidencia. Con el sistema elegido no hay garant¨ªa ninguna de que se consiga ajustar la potencia instalada a la energ¨ªa genrada, problema este que es importante en un sistema el¨¦ctrico. Resumiendo, todos los objetivos que marca el PEN y que resultan obvios son imposibles de garantizar con un sistema de explotaci¨®n del RECA y de la red de alta tensi¨®n, tal y como se ha concebido. Por tanto, es absolutamente inevitable que el sector p¨²blico controle la red y el RECA, ya que es la ¨²nica manera de que se comience a conocer cu¨¢les son los costos de explotaci¨®n de las empresas el¨¦ctricas y los costes de operaci¨®n de las centrales. Estos datos son importantes porque el PEN est¨¢ diciendo a lo largo de sus p¨¢ginas que las tarifas tienen que recoger los costos reales, y nadie sabe cu¨¢les son estos costos.
Solana. Cuando se habla de nacionalizar la distribuci¨®n, entiendo que lo que se pretende es cumplir una exigencia m¨ªnima de aprovechamiento racional de un recurso como es la energ¨ªa, que pertenece w la colectividad. Por tanto, lo que importa recalcar una y mil veces es la idea de control p¨²blico. Si para ello es necesaria la nacionalizaci¨®n del transporte, ¨¦sta se convierte en soluci¨®n meramente t¨¦cnica. Pero s¨ª t¨¦cnicamente se demostrase que no es posible a trav¨¦s del control de la red de transporte planificar la producci¨®n el¨¦ctrica m¨¢s conveniente para el pa¨ªs, habr¨ªa que ir a soluciones m¨¢s integrales.
Rodr¨ªguez de Pablo. En relaci¨®n a lo expuesto por Roberto Centeno sobre la falta de interconexiones entre zonas de producci¨®n y de consumo, tengo mis dudas que esas afirmaciones sean exactas. El intercambio entre zonas en 1977 fue de 27.000 millones de kilowatios-hora, cifra que representa el 30% de toda la energ¨ªa final disponible en ese a?o. En 1976, con una pluviometr¨ªa muy reducida el intercambio entre zonas supuso el 21%. Un sistema el¨¦ctrico que intercambia un 30% un a?o y que salta desde un 21 % el a?o anterior, dudo que se pueda decir que est¨¦ falto de redes y de interconexi¨®n.
Creo contestar a la pregunta directa que nos hace EL PAIS si afirmo que la intervenci¨®n de la Administraci¨®n en el sector el¨¦ctrico, en mi opini¨®n, no debe ser a costa de dar una mayor rigidez de los precios de la electricidad en Espa?a. La situaci¨®n actual de precios administrados en todo el sector energ¨¦tico creo que est¨¢ perjudicando a la econom¨ªa espa?ola, y la nacionalizaci¨®n de la red de alta supondr¨ªa en cualquier caso un elemento m¨¢s de formaci¨®n artificial de los precios de la electricidad. Aunque lo diga UNESA, no est¨¢ demostrado que explotar el sistema el¨¦ctrico espa?ol como si fuese una sola central sea la soluci¨®n ¨®ptima a nivel de asignaci¨®n global de recursos econ¨®micos. La descentralizaci¨®n de un sistema el¨¦ctrico nacional (bastante irregular en la producci¨®n y en el consumo) en un n¨²mero reducido de ¨¢reas o mercados con sus propios equilibrios econ¨®micos, adem¨¢s de, tener ventajas de gesti¨®n y menor riesgo, puede ser aconsejable por razones estrictamente econ¨®micas.
Creo que al contrario de lo que se insin¨²a existe una excesiva masa de electricidad intercambiada entre zonas, lo que a mi entender ha sido debido a una r¨ªgida pol¨ªtica de tarifas. Si hubiese habido una pol¨ªtica de precios flexibles -en una banda de oscilaci¨®n prefijada- en zonas excedentarias y deficitarias y, al mismo tiempo, los precios de la electricidad pagados por los grandes consumidores industriales hubiesen sido m¨¢s elevados, creo que, en ese caso, se habr¨ªa incrementado el consumo m¨¢s cerca de las centrales el¨¦ctricas. En conclusi¨®n, entiendo que lo que se pretende con una pol¨ªtica de intervenci¨®n en la red es, en gran medida, competencia de la pol¨ªtica de precios y puede resolverse con una tarificaci¨®n flexible para los grandes consumos industriales.
Costa Morata. Los problemas planteados con la red de alta, el RECA y su nacionalizaci¨®n utilizando la f¨®rmula que sea, me parece el t¨ªpico quiero y no puedo.
El sector el¨¦ctrico tiene unas caracter¨ªsticas que le permiten impedir que se le controle y de ah¨ª surge el verdadero problema, ya que para controlar el sector se necesita probablemente la nacionalizaci¨®n, tanto de la producci¨®n Como de la distribuci¨®n. Cuando se aborda este problema de la nacionalizaci¨®n, el ¨²nico problema es el de la capacidad pol¨ªtica. El querer nacionalizar s¨®lo la distribuci¨®n es un quiero y no puedo.
Pero con independencia de que tampoco ese peque?o nivel de intervenci¨®n es admisible por el sector el¨¦ctrico, creo que aunque se consiguiera estar¨ªamos en las mismas, porque si existen problemas de intercambio es porque las empresas son muy heterog¨¦neas y cuando las nucleares se hacen compartidas, por poner un ejemplo, cada empresa se hace su l¨ªnea de distribuci¨®n y as¨ª tenemos l¨ªneas de 400 kw que van paralelas al mismo sitio: caso de Almaraz-Madrid, sin ir m¨¢s lejos.
Creo que la distribuci¨®n y la administraci¨®n de la energ¨ªa es demasiado poco para conseguir adecentar el sistema el¨¦ctrico. Para m¨ª parece claro que se hace necesario eliminar la zonificaci¨®n o la famosa feudalidad, como yo la llamo, y homogeneizar toda la producci¨®n con una ¨²nica direcci¨®n.
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