La construcci¨®n de centrales nucleares, uno de los aspectos m¨¢s conflictivos del PEN
EL PA?S.Otro de los objetivos de esta mesa redonda era abordar los aspectos conflictivos que se plantean en tomo al tema institucional tal y como son abordados en el PEN redactado por el Gobierno. En este sentido ser¨ªa conveniente conocer los juicios que merece a los asistentes el tratamiento que se le ha dado.Centeno. Mi postura ante este tema ya qued¨® expuesta en el documento elaborado por el Grupo de Trabajo. Considero que una medida conveniente ser¨ªa la de que el Estado se hiciera cargo de la construcci¨®n de las centrales nucleares, y la creaci¨®n de una ¨²nica sociedad de sistemas agrupando todas las iniciativas privadas y p¨²blicas hoy dispersas.
Las razones que respaldan esta conveniencia son de orden financiero, tecnol¨®gico y de defensa nacional. Desde el punto de vista financiero, las construcciones nucleares pueden conducir al sector el¨¦ctrico a una situaci¨®n muy dif¨ªcil. El que sociedades, muchas de ellas peque?as, inmovilicen para una central cifras del orden de los 80.000 millones de pesetas a los cuales van a tardar diez o m¨¢s a?os en comenzar a obtener rendimiento, no me parece que sea la mejor, f¨®rmula de utilizar el capital de los inversores privados. De hecho, la situaci¨®n financiera del sector est¨¢ empeorando progresivamente desde que comenzaron las grandes construcciones nucleares hoy en curso, y que desbordan las posibilidades reales de nuestras empresas.
Desde el punto de vista tecnol¨®gico, es evidente la conveniencia de que el pa¨ªs obtenga lo m¨¢s r¨¢pidamente posible una tecnolog¨ªa propia. En mi opini¨®n, ¨²nicamente la concentraci¨®n de esfuerzos agrupando las compras en una sola mano y Id fusi¨®n de nuestras ingenier¨ªas en una gran sociedad de sistemas (que no tendr¨ªa que ser mayoritariamente p¨²blica, pero s¨ª ¨²nica) dar¨ªan la infraestructura necesaria para que el pa¨ªs pueda desarrollar todo el enorme potencial tecnol¨®gico que posee en este campo y que la dispersi¨®n de esfuerzos y la falta de una pol¨ªtica coherente han inutilizado hasta ahora.
Finalmente, estimo que las empresas privadas ser¨ªan m¨¢s eficaces que la iniciativa p¨²blica en el sistema de distribuci¨®n y en el manejo de los medios de producci¨®n cl¨¢sica, por lo que no habr¨ªa la necesidad alguna de nacionalizarlos.
Caretti. No puedo estar de acuerdo con una parte de lo que ha dicho Centeno, aunque s¨ª lo estoy con la pol¨ªtica que propugna de desarrollo en Espa?a de tecnolog¨ªa de base.
Cuando se argumenta en favor de la nacionalizaci¨®n de la construcci¨®n de centrales nucleares y se hace en t¨¦rminos de eficacia, es de se?alar que el Estado interviene actualmente a diversos niveles en la construcci¨®n de alguna de ellas y no se puede decir que los resultados sean mi mucho menos m¨¢s brillantes que los conseguidos por la iniciativa privada. En t¨¦rminos de independencia tecnol¨®gica, ¨¦sta no est¨¢ supeditada en absoluto al hecho de que sea el Estado el sector privado el que construya las centrales, de lo cual hay diversas y ejemplares experiencias en varios pa¨ªses. Algunos argumentan en favor de la nacionalizaci¨®n que nos ocupa en consideraci¨®n a la necesidad de promoci¨®n y explotaci¨®n de una tecnolog¨ªa en base, que por cierto es un problema critico no contemplado en el PEN.
En cuanto a las v¨ªas para la adquisici¨®n de la tecnolog¨ªa de base y para la definici¨®n del marco institucional en el cual habr¨¢ de desarrollarse, existen ejemplos en el exterior, casos de Framatome en Francia y KWU en Alemania, por ejemplo, de los cuales extraer valiosas experiencias de diverso signo. La adquisici¨®n y desarrollo de la citada tecnolog¨ªa deber¨¢ basarse en la capacidad t¨¦cnica y la infraestructura industrial ya suficientemente desarrolladas en el pa¨ªs y es un tema de pol¨ªtica industrial lo bastante complejo como para pedir que se huya de excesivas simplificaciones. Por otra parte, quiero indicar que al hablar de este tema frecuentemente se olvida o se ignora un aspecto, esencial cual es la superestructura constituida por la normativa, regulaciones, criterios de seguridad, etc¨¦tera, muy relacionada con la tecnolog¨ªa de base y cuya definici¨®n y control es la primera y esencial funci¨®n que ha de cumplir la Administraci¨®n como paso inexcusable y previo a cualquier otro planteamiento. Por cierto que uno de los l¨ªmites de la independencia tecnol¨®gica est¨¢ en esa superestructura, la cual ser¨ªa poco realista, adem¨¢s de pr¨¢ctica, y t¨¦cnicamente casi imposible crear totalmente en Espa?a, por lo que en este aspecto ser¨ªamos tributarios del pa¨ªs de origen de la tecnolog¨ªa de base, lo es un factor esencial.
Solana. Inicialmente no iba a entrar en el tema nuclear, ya que lo consideraremos m¨¢s adelante. Sin embargo, aunque sea s¨®lo somera mente, dir¨¦ que el problema habr¨ªa que abordarlo de una forma m¨¢s global y que yo resumir¨ªa en c¨®mo el Estado podr¨ªa corregir su comportamiento pasado y trazar unas l¨ªneas maestras en pol¨ªtica nuclear que le permitieran ir por delante de los intereses privados, eliminando de esta forma incertidumbres empresariales y se?alando los objetivos y las pautas m¨¢s convenientes.
Sin embargo, y pasando a otro tema de car¨¢cter institucional, considero como uno de los grandes tema el del petr¨®leo y el del ente petrol¨ªfero. ?Qu¨¦ pasa sobre ese proyecto del Plan Oliart y que el actual PEN no lo contempla claramente?
El PEN del grupo de trabajo, el Plan Fuentes, como queramos llamarlo, trataba de centralizar las participaciones estatales en, el sector petrol¨ªfero, aunque no lo s¨ªtuaba en ning¨²n lugar concreto dentro de la Administraci¨®n y si acaso lo dejaba en manos de Econom¨ªa, ya que la posibilidad de situarlo en el INI habla sido ampliamente contestada. En el tercer PEN, es decir en el de Sahag¨²n, este tema tampoco queda claro, si bien se se?ala allo sobre la necesidad de coordinar las participaciones sin llegar a entrar en el fondo de los problemas. P¨¦rez Pita. Estoy pr¨¢cticamente de acuerdo con Roberto Centeno. Sin embargo, me gustar¨ªa hacer dos puntualizaciones: en primer lugar, insistir sobre las ventajas que la unificaci¨®n de tecnolog¨ªa en las centrales nucleares puede tener. Espa?a est¨¢ en posici¨®n de crear una tecnolog¨ªa propia al igual que lo han hecho ya otros pa¨ªses que en la actualidad han conseguido una cierta independencia tecnol¨®gica en el sector. Con el actual sistema de construcci¨®n de centrales nucleares por las empresas privadas, cada una de ¨¦stas compra un sistema diferente y as¨ª nos encontramos con que una central cuenta con tecnolog¨ªa norteamericana, otra francesa y otra, alemana.
En segundo lugar, no estoy de acuerdo con la total estatalizaci¨®n de ENUSA si no se estatalizan las centrales nucleares. ENUSA tiene, su raz¨®n de ser al existir las centrales nucleares. Por otra parte, las inversiones con las que se enfrenta ENUSA en la actualidad son cuantiosas. Mi opini¨®n sobre este asunto es que si el Estado controla ya ENUSA, al poseer, el 60% de ¨¦sta, ?por qu¨¦ se necesita el 100%?
Triana. Volviendo al aspecto estrictamente institucional, a mi me gustar¨ªa comenzar se?alando que el PCE defiende el control p¨²blico de la red de alta y del RECA por lo que respecta a la distribuci¨®n de electricidad. En el aspecto de explotaci¨®n energ¨¦tica en general, pensamos que en un plazo medio de cuatro o cinco a?os se puede ir hacia un sistema mixto de propiedad en que el sector p¨²blico controle mayoritariamente la producci¨®n de la energ¨ªa de base, ya sea nuclear o de carb¨®n.
En cualquier caso, el problema se centra en localizar las decisiones. Es decir, que el sector p¨²blico no s¨®lo se encargue de todas las operaciones gravosas, sino que act¨²e tambi¨¦n en la construcci¨®n y explotaci¨®n de las centrales nucleares, ya que los antecedentes existentes hasta ahora nos demuestran que como el sector p¨²blico se ha manifestado incapaz ante una serie de cuestiones, ha sido el sector privado el que ha mantenido su primac¨ªa a nivel decisorio. Y aqu¨ª es donde hay que aprender de la experiencia y ¨¦sta nos dice que no hay coordinaci¨®n posible en todo el tema nuclear si las decisiones funda mentales contin¨²an en las empresas privadas.
El PCE considera que creando esa empresa p¨²blica en el subsector nuclear a trav¨¦s de las participaciones que el INI tiene en el sector el¨¦ctrico es posible llegar a medio plazo, un control mayoritario de la energ¨ªa nuclear.
Adem¨¢s de esto existen las razones financieras que ha apuntado Centeno, ya que el inmovilizado que es preciso tener para producir un kilowatio es mucho mayor y eso grava extraordinariamente la estructura financiera de la empresa privada. En concreto, tengo ante m¨ª el discurso de Duran Farrell a sus accionistas de Hidroel¨¦ctrica de Catalu?a -empresa que tiene intereses en el subsector nuclear- en el que dice que la energ¨ªa nuclear, por su compleja estructura y su tremenda escala de contenidos, desborda ampliamente al sector privado, para expresar, posteriormente su deseo y esperanza que el sector el¨¦ctrico privado sepa encontrar con urgencia una actitud imaginativa, inteligente, din¨¢mica y flexible que nos lleve al pacto con esa realidad. En este sentido nosotros condicionamos el aceptar el programa nuclear a un control mayoritario por parte del sector p¨²blico.
Costa. En primer lugar, me gustar¨ªa se?alar que la nacionalizaci¨®n del sector el¨¦ctrico hay que plantearla de forma clara y rotunda y hay que comenzar una estrateg¨ªa para llevarla a cabo de forma gradual.
Por lo que respecta al tema petrolero, el nuevo PEN es un modelo de falta de claridad, ya que habla de un sistema de coordinaci¨®n efectiva dentro de las empresas p¨²blicamente compartidas. Es decir, nada.
El asunto de ENUSA en el PEN me parece absolutamente escandaloso, ya que el sector privado se va a beneficiar de los logros que pueda conseguir una empresa nacional, y as¨ª ENUSA correr¨¢ con unos costes que no repercutir¨¢n en las empresas privadas que manejar¨¢n la energ¨ªa nuclear.
Rodr¨ªguez de Pablo. En general, creo que el Plan Energ¨¦tico aborda m¨¢s asuntos de los que normal mente se pueden tratar en un ¨²nico documento. Pretender que un PEN de doscientas interminables p¨¢ginas pretenda dar una soluci¨®n a temas tan dispares como la previsi¨®n de demanda para un decenio, al plan de abastecimiento, a la pol¨ªtica de precios y conservaci¨®n, a la investigaci¨®n de recursos, a la orientaci¨®n y defensa del consumidor y, c¨®mo no, a la contaminaci¨®n y ecolog¨ªa, adem¨¢s de al estudio de los subsectores el¨¦ctricos y de hidrocarburos, todo esto, insisto, en un solo documento y para aprobar de un golpe, me parece excesivo.
De aqu¨ª, que piense que entre los numerosos temas que deber¨ªan haber recibido un tratamiento individualizado en una pol¨ªtica energ¨¦tica rigurosa se encuentra el tema institucional.
En el tema nuclear creo que habr¨ªa que distinguir los muy distintos aspectos que en esta actividad concurren y que abarcan desde la elecci¨®n del emplazamiento, hasta el destino del material irradiado, pasando por los aspectos de tecnolog¨ªa, aprovisionamiento, investigaci¨®n, etc¨¦tera. Creo que el grado de institucionalizaci¨®n deber¨ªa ser distinto para cada uno de estos aspectos parciales y, en principio, veo coherente en t¨¦rminos econ¨®micos que la explotaci¨®n de unas y otras centrales se puede hacer por empresas privadas o p¨²blicas. Creo que el tema desborda el PEN y que ¨¦ste deber¨ªa contar previamente con una ley como la que existe en otros pa¨ªses sobre materia nuclear.
El tema de la reorganizaci¨®n institucional del sector petr¨®leo, a mi entender, se ha tratado tambi¨¦n sin dilucidar previamente si la forma de mercado de monopolio va a continuar en el futuro. Si vamos a continuar con el Estado comprando crudos que entrega a las refiner¨ªas privadas, obligando a estas a transportar en los buques nacionales, asignando las producciones de cada refiner¨ªa, fijando precios de adquisici¨®n de productos y precios de venta ¨²nicos, sin que las refiner¨ªas tengan acceso al mercado interior, con puestos fijos de venta bajo concesi¨®n, si todo va a seguir as¨ª, en realidad, la reforma institucional sobra. Pero si se considera que con la crisis de la energ¨ªa ha cambiado algo en la econom¨ªa petrolera mundial y que es preciso ir dejando que los precios se formen solos en la adquisici¨®n, primero, en el consumo interior, despu¨¦s (aparte de la fiscalidad que se decida), si se decide as¨ª, entonces estoy seguro que la institucionalizaci¨®n vendr¨¢ por s¨ª misma y las resistencias a esa institucionalizaci¨®n se van a desmoronar en buena parte.
En fin, pienso que el tema institucional en el sector energ¨¦tico debe pasar previamente por una liberalizaci¨®n al menos parcial de precios y mercados, y, en segundo lugar, por una potenciaci¨®n de los servicios administrativos que van a ser cada vez m¨¢s, necesarios en el futuro si el Estado no quiere perder la iniciativa en este campo. Pretender, en la situaci¨®n actual de precios y mercados de la energ¨ªa, la sustituci¨®n dela intervenci¨®n estatal por una extensi¨®n del campo de las empresas nacionales creo que puede resultarnos muy costoso.
En este sentido, me gustar¨ªa hacer un par de anotaciones a algo que se ha dicho aqu¨ª con anterioridad. Creo que la nacionalizaci¨®n de una buena parte del sector el¨¦ctrico representa una asignaci¨®n de recursos excesivamente grande al sector p¨²blico cuyo control es escaso y se correr¨ªa el peligro de que no se valorase el coste de ese capital. El segundo punto es si se remumera al capital invertido en el sector el¨¦ctrico o en cualquier otro. Lo considero absolutamente necesario, y la ¨²nica posibilidad de racionalizar la utilizaci¨®n de los recursos en sectores que, como el el¨¦ctrico, son tan intensivos en capital, es asignando un coste al capital, y esto tendr¨¢ que reflejarse necesariartiente en la pol¨ªtica de precios.
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