Fanfani:"Apoyo un acuerdo entre la DC italiana y los socialistas"
Pregunta: ?Qu¨¦ piensa de la pol¨ªtica actual del Partido Comunista de su pa¨ªs?Respuesta: Ah, no oigo absolutamente nada -r¨ªe-. A veces padezco sorderas terribles.
P.: Si empezamos hablando de Su¨¢rez, ?se le despejar¨¢ el o¨ªdo?
R.: Quiz¨¢s, quiz¨¢s. Por supuesto, no quiero entrometerme en la pol¨ªtica espa?ola. Pero s¨ª puedo decirle que, personalmente, admiro los esfuerzos y la capacidad que est¨¢ demostrando el primer ministro espa?ol en la conducci¨®n del proceso democr¨¢tico de este pa¨ªs.
P.: ?Qu¨¦ opina del apoyo que la Uni¨®n Sovi¨¦tica le ha dado hace unos d¨ªas al ?compromiso hist¨®rico? italiano durante la visita de Berlinguer a Mosc¨²?
R.: Vaya, de nuevo me ha entrado la sordera. Adem¨¢s, debo confesar que no le¨ª el documento de Mosc¨².
P.: ?Tampodo el que Berlinguer firm¨® en Belgrado con Tito?
R.: Tampoco. Pero ma?ana los leer¨¦ despu¨¦s de la misa pontifical, cuando haya escuchado la homil¨ªa del nuevo Papa.
P.: ?Qu¨¦ piensa de Juan Pablo ll?
R.: Dir¨¦ lo mismo que cuando eligieron a Juan Pablo I. Yo tengo una gran confianza en el Esp¨ªritu Santo.
P.: El jefe de su partido, Benigno Zaccagnini, tambi¨¦n parece tenerla. ?Cree usted que Berlinguer y Zaccagnini est¨¢n realmente dispuestos a llevar adelante la pol¨ªtica del ?compromiso hist¨®rico??
R.: Otra vez la sordera total. No oigo nada.
P.: ?Hasta qu¨¦ punto colaborar¨¢ usted con Zaccagnini y su pol¨ªtica de entendimiento con los comunistas dentro de la Democracia Cristiana?
R.: Colaborar, colaborar... Naturalmente, que yo colaboro y colaborar¨¦ en una pol¨ªtica de respeto a los ideales de la Democracia Cristiana y a los electores del partido. Pienso que una de las tareas m¨¢s importantes que se le proponen actualmente a los partidos democr¨¢ticos consiste, precisamente, en no renunciar a sus ideales.
P.: ?Usted cree que Berlinguer se alej¨® de los suyos hace unos d¨ªas en Mosc¨²?
R.: No oigo. Sobre el Partido Comunista, ¨²nicamente puedo decir que lo observo, lo sigo y espero.
P.: ?Qu¨¦ espera?
R.: Ah, no le digo qu¨¦.
P.: El secretario del Partido Socialista, Bettino Craxi, piensa que la posici¨®n centrista -para algunos derechista- que usted ocupa en la Democracia Cristiana se est¨¢ imponiendo en su partido. ?Qu¨¦ dice usted?
R.: En realidad, creo que son los electores los que est¨¢n centrando las cosas.
P.: ?Propiciar¨ªa ahora un acuerdo con los socialistas, ya que usted se opone al acuerdo exclusivo con los comunistas?
R.: En 1960, mi primer Gobierno democristiano fue sostenido por los socialistas. En 1962 los socialistas tambi¨¦n votaron por el Gobierno que yo presid¨ª. Por tanto, soy partidario de ese acuerdo.
Ambig¨¹edad evidente en el eurocomunismo
P.: ?C¨®mo ve usted el desarrollo del marxismo en este momento en Europa?R.: Voy a hablar de este asunto en el congreso de la UCD. En general, el marxismo, entendido en un contexto amplio, est¨¢ intentando reconducirse en una direcci¨®n m¨¢s cercana a la socialdemocracia que a los partidos comunistas, o al comunismo cl¨¢sico. Hay una contestaci¨®n en occidente, que prueba la crisis del sistema democr¨¢tico-capitalista. Tambi¨¦n hay una discrepancia en el Este y un eurocomunismo en el Oeste, que testimonian la crisis del sistema totalitario-colectivista. Dentro de este cuadro, Yugoslavia, en el Este, ofrece la experiencia de la autogesti¨®n, tendiente a proponer un sistema parcialmente diferente del totalitario-colectivista, y en el Oeste, Berlinguer y Carrillo presentan el eurocomunismo. La experiencia yugoslava, aunque econ¨®mica y pol¨ªticamente significativa, modifica m¨¢s el m¨¦todo que el sistema. El eurocomunismo es rico en promesas de respetar, por ahora, las reglas de la democracia, como lo aconsej¨® Lenin para acelerar la revoluci¨®n, pero reafirma que el modelo de su sociedad futura sigue siendo el totalitario- colectivista. La ambig¨¹edad es evidente y los riesgos claros. Los reformadores eurocomunistas no reforman nada. Con m¨¦todos menos claros, que ellos esperan m¨¢s efectivos, contin¨²an buscando la revoluci¨®n mundial del proletariado dictatorial.
P.: De acuerdo con esa l¨®gica, el compromiso hist¨®rico...
R.: Mire, como estoy sordo, le adelantar¨¦ lo que voy a decir en el congreso del partido de Su¨¢rez. Un partido democr¨¢tico debe participar en todas las colaboraciones ¨²tiles por el bien de la comunidad. Puede aceptar compromisos en la confrontaci¨®n, siempre que esos compromisos no modifiquen ni los idearios ni el programa que recibieron el consenso de sus electores. Pero hasta que el partido est¨¦ convencido de la correspondencia entre sus idearios y programa y el bien comunitario no puede aceptar compromisos contrarios a ellos.
P.: Veamos ahora un problema concreto, relacionado con la ?confrontaci¨®n?, ya que no con el ?compromiso hist¨®rico?. Los socialistas italianos sostienenque usted est¨¢ decidido a respaldar al Gobierno de Andreotti. ?Es verdad?
R.: Yo creo que los socialistas tambi¨¦n lo apoyan... .
P.: ?C¨®mo ve usted el problema del terrorismo en Italia y en el resto de Europa?
R.: Es necesario un esfuerzo conjunto de toda Europa para luchar contr¨¢el terrorismo. Para ello resulta imprescindible determinar sus causas y sus objetivos, tambi¨¦n en forma conjunta. Todos los pa¨ªses que lo sufren deben interesarse en este asunto.
P.: ?Hay, a su juicio, una intervenci¨®n internacional en los fen¨®menos terroristas nacionales?
R.: Ah, no s¨¦, eso es dif¨ªcil de determinar...
P.: ?Qu¨¦ le parecen las presuntas confesiones que Moro hizo a las Brigadas Rojas durante su cautiverio, publicadas d¨ªas atr¨¢s por la prensa italiana?
R.: Para juzgarlas hay que tener en cuenta la situaci¨®n en que se encontraba Moro, en manos de los terroristas.
P.: El diario La Repubblica dice tambi¨¦n que en su ¨²ltima entrevista con Moro, ¨¦ste desech¨®, en parte, el ?compromiso hist¨®rico?. ?Qu¨¦ sabe usted al respecto?
R.: Nada. En su momento, yo no tuve informaci¨®n sobre esa entrevista, ni habl¨¦ con Moro del tema.
Consejos para Su¨¢rez
Pocos minutos despu¨¦s de esta conversaci¨®n con EL PAIS, el ex primer ministro italiano, ya recuperado de sus sorderas, ley¨® en el congreso de UCD un discurso en el que expuso sus ya conocidas ideas sobre el eurocomunismo y ofreci¨® a Su¨¢rez y a sus seguidores algunos consejos pol¨ªticos.?Quienes se ponen -dijo- en el centro de la vida pol¨ªtica espa?ola -es decir, entrela izquierda y la derecha- podr¨¢n hacer mucho. La ¨²nica cosa que no podr¨¢n hacer ser¨¢ permanecer en el centro, inm¨®viles. Ese centro se atrasar¨ªa r¨¢pidamente. Por tanto, sea consentido a un italiano repetir la frase que Manzoni pone en ?Los Novios? en boca de un representante de Espa?a en Mil¨¢n, en el siglo XVII: ?Adelante, con juicio. ? Y es preciso ahora a?adir: ?Con juicio, seguramente, pero siempre adelante.?
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