En Espa?a se presenta al marginado de una manera dram¨¢tica
Las campa?as publicitarias espa?olas transmitidas a trav¨¦s de los medios oficiales tampoco favorecen la integraci¨®n del minusv¨¢lido, porque lo presentan como un ser distinto, rezagado, cuando en otros pa¨ªses ya han superado este nivel y construyen una imagen del marginado m¨¢s acorde con el ?derecho a la igualdad? y el ?derecho a la diferencia?, que en materia de integraci¨®n son t¨¦rminos complementarios, aunque parezcan opuestos.
En Espa?a, donde se estima que existe m¨¢s de un mill¨®n y medio de minusv¨¢lidos, ?vivimos -ha explicado Ram¨®n Puig, jefe de la secci¨®n de Documentaci¨®n y Publicac¨ªones del SEREM- en la prehistoria en relaci¨®n con otros pa¨ªses europeos, por lo que se refiere a la creaci¨®n y transmisi¨®n de la imagen del minusv¨¢lido a trav¨¦s de los medios. Se ha superado la actitud paternalista de la dictadura, pero se ha ca¨ªdo en una marcada acentuaci¨®n de las difer'encias de los minusv¨¢lidos con respecto al resto de las dem¨¢s personas. Las ¨²ltimas campa?as publicitarias del SEREM se sit¨²an en estas coordenadas. El problema se complica porque los mismos que utilizan estos medios -t¨¦cnicos y minusv¨¢lidos- no tienen una idea clara de c¨®mo deben hacerlo?.?Tal como se han planteado estas campa?as, se considera al minusv¨¢lido como un ser diferente, rezagado, que crea problemas y al que todo el mundo tiene que tenderle una mano. Y todo esto se presenta de una manera aislada y dram¨¢tica, cuando, en realidad, hay que tender no a acentuar el estatuto del minusv¨¢lido, sino a objetivar su integraci¨®n en base a su igualdad. A la resoluci¨®n de este problema, desde luego, no contribuye en nada -m¨¢s bien lo dificulta- la excesiva burocratizaci¨®n de las relaciones Administraci¨®n-minusv¨¢lido.?
Para Pedro Sangro, que present¨® en el seminario de Par¨ªs una ponencia titulada Cambio de marcha en los medios de comun¨ªcaci¨®n e imagen del minusv¨¢lido en una democracia reciente (Espa?a), el paso a la democracia en Espa?a ha significado s¨®lo un cambio de ?marcha? en el empleo de los medios de comunicaci¨®n en relaci¨®n con la elaboraci¨®n de la imagen del minusv¨¢lido, pero no ha supuesto un cambio de direcci¨®n en la mentalizaci¨®n respecto al minusv¨¢lido, que abarca el terreno no s¨®lo de los l¨ªmites pol¨ªticos formales, sino, tambi¨¦n, el de los l¨ªmites ideol¨®gicos y culturales.
?Protagonismo del minusv¨¢lido?
De la estrategia del manager del franquismo, por la que los potentados otorgaban su protecci¨®n a determinados grupos marginados para mejorar la imagen propia, se ha pasado a la estrategia del marginado y de acentuaci¨®n de las diferencias, en la que el mismo minusv¨¢lido elabora su propia imagen, que es la que ¨¦l cree que debe tener la sociedad.
En la primera fase democr¨¢tica, el minusv¨¢lido ha conseguido tomar la palabra, elaborar su propio discurso, pero con esto s¨®lo puede actuar sobre planteamientos y cuestiones te¨®ricas, mientras contin¨²a sin tener la m¨¢s m¨ªnima intervenci¨®n en cuestiones de gesti¨®n y de t¨¦cnica, es decir, en los resortes de las decisiones que modifican la marginaci¨®n.
Pedro Sangro cree que los mass media, tal como se manejan hoy en Espa?a, no perm¨ªten el tratamiento de unos contenidos que planteen de forma global y en profundidad los problemas sociales, y mucho menos los de los marginados, dentro de los que se coloca normalmente a los minusv¨¢lidos. Frente a estas deficiencias, Sangro propone la utilizaci¨®n por parte de los minusv¨¢lidos de los medios individualizados, directos, que permitan la comunicaci¨®n en doble sentido (charlas, entrevistas, manifestaciones). Estos medios ser¨ªan, en su opini¨®n, los m¨¢s id¨®neos para crear una imagen adecuada del minusv¨¢lido y mentalizar a la sociedad para la integraci¨®n de ¨¦ste.
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