La defensa de la democracia y la austeridad econ¨®mica, objetivos prioritarios de Mota Pinto

Las primeras declaraciones del nuevo primer ministro portugu¨¦s, Carlos Mota Pinto, anticipan la puesta en marcha de un programa basado en la defensa de la legalidad democr¨¢tica y la autoridad del Estado, y tambi¨¦n en la austeridad y disciplina econ¨®mica. Estos objetivos no difieren en absoluto de la orientaci¨®n establecida por ex premier Nobre da Costa. Las inc¨®gnitas se centran ahora en la viabilidad y duraci¨®n del nuevo Gobierno, resultado de un ?consenso? entre el presidente, Ramalho Eanes, y los cuatro partidos m¨¢s importantes.

La ¨²nica diferencia que aqu¨ª se se?ala entre la situaci¨®n de Mota Pinto y la de Nobre da Costa, es que el respaldo parlamentario, por acci¨®n u omisi¨®n, parece asegurado, ya que todos los partidos han prometido su ?no hostilidad? al primer ministro. Los socialistas, cuya actitud es decisiva al respecto, consideran que el nombramiento de Mota Pinto responde a las condiciones impuestas por la Constituci¨®n, por lo que el PS no imposibilitar¨¢ la constituci¨®n del Gabinete ni su funcionamiento. Socialdem¨®cratas y dem¨®cratas-cristianos, tampoco tienen, aparentemente, nada que objetar. Los comunistas son los ¨²nicos que muestran ?reservas? acerca de la idoneidad del pol¨ªtico escogido, pero esperan a conocer su programa y su acci¨®n, antes de pronunciarse definitivamente.Las primeras dificultades pueden surgir, sin embargo, antes de la prueba parlamentaria, de cuestiones de t¨¢ctica partidaria. Mota Pinto encara la perspectiva de declinar el encargo de formar el Gobierno, ?si los partidos le regatean su colaboraci¨®n?. Estos, a su vez, tienen que conciliar dos preocupaciones: dar a Mota Pinto el apoyo m¨ªnimo, indispensable para no hacer inviable de antemano su trabajo -lo que puede provocar inmediatamente la disoluci¨®n del Parlamento por Eanes-, y a la vez, no comprometerse en una colaboraci¨®n que conlleve responsabilidades en la gesti¨®n del Gobierno.

Pr¨®ximas actividades socialistas

Los m¨¢s preocupados en delimitar con mucha precisi¨®n este dif¨ªcil equilibrio son los socialistas, que el mi¨¦rcoles presentaron su programa para la nueva etapa: ?Una nueva lucha, una nueva esperanza. ? En esta fase, el partido, liberado de toda responsabilidad gubernamental, ?como m¨ªnimo hasta las pr¨®ximas elecciones?, y situado en la oposici¨®n -no muy agresiva, por cierto-, va a dedicar sus esfuerzos a la reorganizaci¨®n interna y a la definici¨®n ?de su proyecto aut¨®nomo de socialismo democr¨¢tico? -con la organizaci¨®n de la futura UGT-, la creaci¨®n del asociacionismo agrario y el desarrollo del cooperativismo.

"Plazo ¨²til" para el acuerdo

S¨®lo falta por aclarar el per¨ªodo que Eanes entiende como ? plazo ¨²til? para la formalizaci¨®n del ?acuerdo estable? entre los partidos y el premier, exigido por el presidente. Si fuera suficientemente largo y si entretanto la mayor¨ªa de los partidos no provoca una crisis de Gobierno, la menaza de elecciones anticipadas puede reducirse a una figura ret¨®rica. Pasados los primeros meses de 1979, parecer¨¢ absurdo la disoluci¨®n del Parlamento ante la inminencia del fin de la legislatura, y resultar¨¢ m¨¢s f¨¢cil conseguir un ?consenso? para mantener a Mota Pinto hasta el final.